Cap.4 Pillada

100 28 74
                                    


Scar

Me pongo el albornoz blanco para salir de la ducha, me siento muy relajada y con ganas de empezar el día. Cojo la toalla para secar mi cabello y salgo hacía el dormitorio para encontrarme a un Mike con mirada juguetona y sonrisa ladina.

Al comienzo no comprendo su expresión hasta que mis ojos se clavan en su mano derecha, comprendiendo así que ha descubierto mi Satisfayer.

Lo primero que le digo es...

— ¡No toques eso!

— Demasiado tarde — responde

sonriendo de manera burlesca y el color de sus ojos tiene un tono diferente de azul que nunca lo había visto en él.

Aunque es una escena rara y vergonzosa, con paso firme voy hacía él y lo encaro...

— ¿Qué haces mirando mis cosas?

A lo que el ríe y responde...

— Vine a ver como estabas y tu alarma sonó, solo fuí apagarla encontrandome con este objeto placentero que estaba muy a la vista.

Al acabar la frase, movió el aparato de lado a lado y mostrando una sonrisa que podía ver sus perfectos dientes alineados.
Realmente quería que la tierra me tragara pero no iba a dejarle ver que me había pillado, ni demostrárselo, con toda la naturalidad del mundo solté...

— ¿Y? ¿Qué pasa? No necesito de un hombre para darme placer. Gracias al ser humano tenemos estos objetos que nos hacen la vida más fácil.

El rostro de Mike cambio al no esperarse esa respuesta o actitud.

— Ya veo que eres autosuficiente...

— ¿Acaso tenias dudas? — dije levantando mi cabeza ligeramente hacía él.

— Para nada — murmura...

— Sé lo que me gusta, como me gusta y donde me gusta. — clavando mis ojos en los suyos sin apartarlos.

El sonrió y ese tono azul de sus ojos volvió a cambiar dandome cuenta que le gustaba más que a mí la respuesta que le había dado.

Mike dio un paso adelante acortando distancia entre nosotros, su rostro bajo cerca de mi oído y en suave susurro dice...

— Nada se compara a una lengua para darte los mejores orgasmos de tu vida...

Me quedo quieta y un fuego intenso se apodera de mi cuerpo lentamente que hasta mis pezones se endurecen al escuchar esas palabras.

Nuestras miradas conectan una vez más, dándose cuenta de lo que ha soltado, se va sin decir nada más.

¿Pero qué fue eso? Nunca había visto a Mike con esa mirada tan inusual. Quizás todo esto ¿lo ha puesto cachondo?.

Con todos esos pensamientos me iba vistiendo, mi cabello me lo iba dejar suelto, mostrando mis rizos naturales. Me pongo delineador negro en los ojos y base para disimular el pequeño moreton que era el rastro que quedaba de ese desgraciado de mi ex.

Salgo hacía la cocina a comer algo y veo a Mike sentado en unos de los taburetes de la cocina americana tomándose un café. Disimular se me da bien menos mal, así que lo miro y digo...

— ¿Habrá más café para mí?

— Por supuesto ¿me acompañas?

Le sonrió y asiento con la cabeza, para coger una taza y agregar el líquido oscuro. Me siento frente a él, sin embargo su mirada esta fija en mí e intento hablar sobre cualquier cosa.

— ¿Hoy no trabajas?

— ¿Me ves con pinta que vaya trabajar?

— No, pensaba que un hombre de negocios siempre estaría metido en el trabajo...

No lo he visto en toda la semana que estoy aquí. Algún día lo escuchado llegar pero muy tarde.

— Algunas veces he tenido que hacerlo.
¿Y tú vas algun sitio?

— Cerca de aquí necesitan camareras e iba a preguntar para empezar a currar.

Su mirada se clavo otra vez en mis ojos levantando una de sus cejas añadió...

— ¿Por qué vas a trabajar de camarera? Teniendo una formación profesional.

— Porque será algo momentáneo para tener dinero para regresar a Miami. Aquí no me voy a quedar ¿para qué buscar algo más formal?

— Pues te cuento que tengo un pequeño hotel en el centro de Boise y justo estoy necesitando personal para la administración del papeleo.

Jolines, este hombre me sorprende cada vez más...

— Ya has hecho demasiado por mí al traerme aquí a tu casa. ¿Y ahora me ofreces trabajo?

— Te he dicho que no es nada, te ofrezco trabajo porque puedo dártelo. ¿Acaso no te creés lo suficientemente eficiente para desempeñarlo?

¿Qué queeee? ¿Me esta retando?

— Por supuesto que soy eficiente — mirándolo con el ceño fruncido.

— Demuéstralo — murmura...

— Te demostraré eso y mucho más...

Eso último se lo dije con toda la seguridad del mundo. Su mirada se volvió turbia otra vez y añadió...

— ¿Mucho más? ¿te gustan los juegos Scarlett?

Su pregunta me ha desconcertado un poco pero la curiosidad puede conmigo.

— ¿Que tipo de juegos? — pregunto mirándolo expectante...

— Donde uno manda y el otro lo hace sin rechistar...

La confusión en mi rostro es evidente porque exactamente no sé lo quiere decir...

— Explícamelo mejor aunque creo que el que tendrá más ventaja serás tú...

— Cuando empieces el trabajo el lunes por la mañana te lo explicaré mejor. Así tendremos un poco de diversión mientrás se trabaja y respondiendo a lo que has dicho para nada es así. La ventaja la tendremos ambos.

Sonreí porque sus ojos brillaban y podía ver una pizca de malicia en él sin embargo me gustaba la idea de que fuera mi jefe y quiera jugar a no sé que...¿por qué no? No creo que sea nada malo ya que hasta ahora él se ha portado muy bien. Me encantaría ver su lado juguetón y no refunfuñon que siempre me ha mostrado.

— ¡Trato hecho! — y le doy la mano.

Me dio una media sonrisa uniendo su mano

Dos Polos IntensosOnde as histórias ganham vida. Descobre agora