𝙎𝙖𝙮 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙢𝙚 [ 𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙘𝙝𝙞 +18 ]

8: Baobei

—¿¡Que tú qué!? —exclamó Aether, empezando a toser descontroladamente, dándose golpes en el pecho con la mano. Dejó el vaso de agua sobre la mesa, intentando mirarlo entre sus tosidos, una expresión de sorpresa y confusión apoderándose de su rostro. 

—No le pregunté —repitió Zhongli, viendo como parecía haberse recuperado un poco. El rubio cogió de nuevo el vaso, dando un largo trago. Tras varios segundos, dejó el cristal sobre la mesa una vez más, tragando.

—¡P-pero...! ¿¡No habíais hecho una apuesta o...!? —Zhongli se encogió de hombros, los recuerdos de lo ocurrido después de haber empezado a beber siendo un tanto borrosos y confusos.

—Sí, pero no quiero hacer esto por las manes —contestó, viendo como el rubio lo miró atónito—. Quiero hacerlo bien.

Aether lo había invitado al mundo interior de su tetera, donde le enseñó el espacio mientras le explicaba que había sido Madame Ping quien se la ofreció. Después de la visita, entraron en la casa al estilo de Liyue para hablar más tranquilamente, donde el mismo rubio le preguntó sobre su charla con el heraldo.

El viajero suspiró, enterrando la cabeza en sus manos mientras apoyaba los codos en la mesa. 

—¿Y qué harás ahora entonces? —preguntó Aether, alzando de nuevo la cabeza, su tono de voz siendo uno de resignación.

—No estoy seguro —admitió Zhongli—. Debo volver a hablar con él, pero creo que le daré un tiempo para que piense mejor las cosas. Antes de dormir, cuando le dije que no le preguntaría nada sobre lo que le ocurría, me pareció que se sintió agradecido —Zhongli bajó la mirada, observando su té mientras se perdía en sus pensamientos, recordando la expresión estupefacta de Childe cuando le dijo eso.

—Espera... ¿Antes de dormir? —Zhongli sintió un pinchazo en el estómago, dándose cuenta de que había hablado de más—. ¿A qué te refieres con eso? —el castaño evitó mirarlo a los ojos, el vago recuerdo de lo que sucedió en el callejón atravesando su mente y haciéndole sonrojar—. Zhongli, ¿no me digas que habéis vuelto a...?

—Quizás la comparación que hiciste no estaba del todo mal —musitó, evitando su mirada de disgusto. Podía decir que Aether se encontraba gritando y llorando internamente. 

—Zhongli —lo llamó. El susodicho lo miró, viendo su cara de sufrimiento mientras una sonrisa forzada se plasmaba en sus labios—. Algún día de estos, lloraré. 

—Me disculpo... —susurró Zhongli, agachando levemente la cabeza.

—Zhongli, te lo pido por favor —Aether alargó la mano hacia él, tocándole el brazo mientras clavaba sus ojos amarillos en los suyos—. Habla con Childe. 

—

Childe presionó sus labios contra los de Zhongli, sus manos estrechando su rostro, deslizándose hacia la parte posterior de su cabeza para empujar aún más hacia él. Sus entrepiernas se rozaron varias veces, debido a que Childe empujó sus caderas hacia él, buscando fricción.

Era un beso acalorado, como tantos de los que se habían estado dando durante las últimas semanas antes de tener relaciones. Ese no era la excepción.

—Ajax... —Zhongli pasó sus manos por los costados de Childe, inclinando el rostro hacia un lado, el pelirrojo pareciendo no haberle prestado atención y continuando, buscando sus labios de nuevo. Zhongli estrechó su rostro, apartándolo con cuidado—. Ajax. Para —el pelirrojo lo miró con jadeando, su expresión volviéndose una de preocupación.

—¿Pasa algo? —preguntó, acomodándose en su regazo para que sus entrepiernas no estuvieran apretadas una contra la otra, sus manos deslizándose hacia sus hombros—. ¿Te encuentras mal?