Esteban y Sofía. La flor imperial de Rashmil.

Capítulo 18

- Lo que Bianca quiere es matar a toda la familia real - explicó Sofía ya cambiada y un poco más abrigada - por eso los reyes... Mis padres - dijo un poco incómoda - nos dejaron con otras personas. Así sería más fácil proteger a una sola princesa y mientras Bianca nos buscaba a los otros dos, con suerte Angelic estaría lista para ser reina.

- Pero de cualquier manera Bianca podría matarla una vez en el trono - mencionó Roca - no tiene mucho sentido. Además, a ustedes dos los usaron como chivos expiatorios.

- Hay algo que falta y es la última pieza para entender todo el plan de Bianca - dijo Angelic - o lo que quedaba de ese plan.

- Bueno, será mejor apresurarnos a encontrar esa flor - cambió de tema Sofía - ¿Dónde está Gold? - preguntó mirando a Esteban.

- Voy por él - dijo el capitán levantándose y caminando hacia la puerta.

Después de unos momentos, Esteban entró de nuevo a la cocina, está vez con el ave, la cuál, ahora se veía más brillante que antes.

Al instante, Gold voló hacia Sofía y con sus patas tomó una de las mangas para comenzar a tirar de está con fuerza y guiar a la capitana al cuarto de navegación.

Todos siguieron a Gold. Una vez en la habitación, el ave tomó un papel que estaba por encima de los demás y se lo entrego a Sofía. Era el mapa en blanco que Shú-zhu le había dado.

- ¿Qué es lo que quiere tu ave? - le preguntó Sofía a Esteban.

- Debes extender el papel en la mesa - le dijo el capitán mientras miraba a Gold quien se quitaba cinco plumas.

- Si ese pájaro se sigue quitando las plumas se va a quedar pelón - soltó Roca.

- Coloca cuatro plumas en las esquinas del mapa y una en el medio, cierren todo y cubran todas las rendijas, no debe de haber un rastro de luz en el cuarto - ordenó Esteban y mientras Sofía acomodaba las plumas como él decía, los demás se apresuraban a cerrar todo.

- ¿Cómo sabes qué es lo que tenemos que hacer? - preguntó Sofía al capitán.

- Gold y yo tenemos una conexión especial - respondió Esteban.

- Al parecer un ave te está quitando el lugar en el corazón de Esteban, Angie - le dijo Ed a su hermana.

- Ahora me siento celosa - dijo la princesa burlonamente.

Cuando todo estuvo listo, Gold comenzó a brillar y a iluminar toda la habitación, y junto con él, las plumas que estaban encima del mapa de Sofía.

Todos estaban intrigados por lo que estaba sucediendo. En un momento, las plumas, parecían empezar a derretirse y seguido de esto, fusionarse con el papel y haciendo que en este comenzaran a aparecer puntos brillantes, algunos más grandes que otros. Y justo debajo de uno de los puntos más brillantes, había un círculo perfecto con una "X" marcada casi al centro de este.

Cuando en el mapa ya no ocurría nada más, todos se acercaron para ver mejor que eran esas cosas.

- Parecen constelaciones - dijo Samuel.

- Lo son - respondió Minerva - casi nadie las conoce por la poca exploración que tenemos del océano.

- Pero tú sí sabes dónde están - afirmó Ed.

- Evidentemente sé dónde están - dijo segura y mirándolo a los ojos pensando que así haría que se callara y apartara la vista, pero el juego le salió al revés ya que ella, al mirarlo recordó cuando él le dijo que si le importaba. Minerva bajó la mirada al mapa mientras trataba de controlar el rubor que sentía, iba creciendo en sus mejillas - y t-tal vez... B-bueno, yo creo - aclaró su garganta - que quizás sea el próximo lugar para encontrar la flor.