Capítulo 1.

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—Tú puedes hacerlo, Juliana. —Bess le aseguró mientras correteaba de un lado a otro y terminaba de empacar una maleta muy gastada que parecía ser de los años cuarenta. —Yo tengo completa fe en ti. Tú eres una cocinera maravillosa, y una buena ama de casa, pero lo más importante, tú tienes un corazón bondadoso. Yo no confiaría a mis chicos a cualquiera, ya sabes. He cuidado de ellos durante seis años.

—Voy a hacer mi mejor intento, no la defraudaré, Señorita Bess,—Juliana tomó su maleta y siguió a la cansada ama de llaves del Rancho Tebow a su camioneta roja. —¿Cuál me dijiste que era el postre favorito de Valentina? —Ella quería hacer todo lo posible por los hermanos Carvajal, pero sobre todo quería complacer a Valentina.

—A ella le encanta el chocolate, todos los de chocolate. Oh, sí, y en la mañana, le enloquecen los rollos de canela hecho en casa y el café bien cargado. Eso la ayuda a ponerse en marcha. Ella es a quien tú necesitas consentir. Después de todo, Valentina intervino y asumió la responsabilidad
de todo el rancho y de todos sus hermanos cuando León y Sue fueron asesinados. —A medida que se acomodaba detrás del volante, la vieja mujer tomó la mano de Juliana y la atrajo hacia sí. —Si necesitas algo, háblale a Jacob. Es maravilloso. Recuerda que él sabe acerca de tu
condición. Si las cosas se ponen muy difíciles, recurre a Jacob.

Juliana movió su cabello fuera de su hombro y se abrazó a Bess Morrison.

—Jacob es mi amigo. Lo ha sido durante mucho tiempo. Él sabe que yo no quiero que el resto de la familia conozca sobre el cáncer. Me siento muy bien, y estoy cansada de ver lástima en los ojos de la gente. —Ella le sonrió y guiñó un ojo, a la mejor amiga de su madre. —Quiero ser una mujer normal de veinticinco años de edad.

—Bueno, tú no tendrás que irte muy lejos para lograrlo. Cinco de los Carvajal están en edad de casarse y todos son increíblemente sexys. —La mujer se sonrojó ante su propio comentario. —Sin embargo, Valentina se ha retirado del mercado o eso dice ella. —Dijo mientras abría la puerta del coche y bajaba el cristal la ventana. —Tú podrías cambiar de opinión, si lo intentas. Sé que tú quieres, así que no intentes decirme nada diferente. Tu mamá sabía lo que estaba pasando. Me habló del objeto de bronce que compraste hace unos años.

Bess miró a Juliana y vio a una preciosa y hermosa chica que nunca había tenido la oportunidad de extender sus alas y volar. La cara de Juliana ardía. ¿Ella era una chica transparente? Dios, ella tendrá que ser cuidadosa. Ser parte de la diversión de los chicos Carvajal, sería muy desagradable.

—Valentina Carvajal es una leyenda, nunca estaría interesada en una chica como yo. Además, tú sabes que no puedo casarme con nadie. Mi, mi.... mi futuro es muy incierto. —Ella miró sobre su hombro para ver si alguien estaba cerca. Sería sólo suerte poder encontrar a su enamorado de por vida de pie detrás de ella.

—¿Una chica como tú? —Bess bufó en tono de reproche. —Cualquier persona sería afortunada de tener una novia como tú. Además, nadie a mencionado casarse simplemente pasar un buen rato. —Mientras ella retrocedía, dio a Juliana una directriz más. —Todos los chicos son especiales, pero ten especial cuidado de mi bebé, Nathan. Tú probablemente tendrás que recordarle hacer su tarea todos los días. Además, ten cuidado de Isaac. Él va a poner una venda sobre tus ojos, si lo dejas. Él se cree un mujeriego. —Ella puso el freno, no fue capaz de dejarla con sus chicos sin decir unas pocas palabras más. —Jacob es nuestro soñador; a él le encanta todo lo relacionado con la vida familiar y nada le haría más feliz que ver el rancho, como lo que solía ser antes lleno de familia, diversión y tradición. Joseph vive cada día como si fuera el último. Caminaría en la cuerda floja, si el circo llegara a la ciudad. Escúchalo; a veces, sólo necesita hablar. Noah trata de dar la impresión de no ser serio, pero él tiene sentimientos como cualquier otra persona. —Agarrando la mano de Juliana, la apretó. —Y no se puede ser tan duro con Valentina si ella da la impresión de ser una insensible, ya que todavía está recuperándose de su breve, e infeliz matrimonio con la víbora de Sabrina Jones. Ella pensó que estaba siendo la 'Señora Responsabilidad' por llevar a una mujer a la casa; por llevar una madre de alquiler para Nathan. Valentina estaba tratando de conseguir la solución completa; hacer lo correcto. Pero, se volvió contra ella y a lo grande. Sabrina no era una esposa amorosa, y desde luego no era una madre. Ella socavó toda la alegría de Valentina, y en el proceso casi destruyó la familia.

Juliana no había oído la historia completa, pero no podía tolerar la idea de que alguien pudiera lastimar a Valentina.

—No se preocupe, Señorita Bess. Voy a cuidar bien a sus chicos.

Juliana caminaba al lado de la furgoneta despidiéndose de la mujer que le había dado un gran regalo. Mientras Bess estuviera fuera para poder cuidar a su nieta a través de su difícil embarazo, Juliana estaba teniendo el mejor momento de su vida. Todo lo que había estado soñando estaba en sus manos: una oportunidad de vivir en un rancho, para aprender a montar a caballo, explorar los acres de los hermosos ranchos de Texas, y seis Carvajal bien parecidos como trofeo.

Valentina Carvajal montaba junto a su hermano. —¿Conoces a Juliana?

—Sí, fui a la escuela secundaria con ella.

Jacob estaba decidido a mantener el secreto de Juliana. Él tenía la intención de ser deliberadamente precavido. Mientras Juliana hiciera su trabajo; su condición médica no debía ser un factor. Después de todo, era una actuación temporal; Bess pensaba estar ausente por tres meses.

—Ella es una excelente cocinera. Bess dijo que ella de vez en cuando trabajaba en el restaurante de la calle Kerby de Guadalupe en Austin durante varios años. Ella apareció incluso en ese programa de cocina con el tipo que tiene ese indomable cabello blanco y lleva sus gafas de sol hacia atrás. Tú sabes el que conduce en todo el país un programa de televisión y cuenta con un gran restaurante.

—No conozco el programa, pero, conozco Kerby. —Valentina había jugado como defensa para los Longhorns de Texas y conocía las opciones para comer en Austin como la palma de su mano. —Ellos hacen grandiosas tortitas de calabaza.

—Voy a preguntarle si ella nos prepara unas cuantas, para el desayuno, un día no muy lejano. ¿Qué te parece? —Jacob bajó de su caballo, una yegua Appaloosa, y abrió la puerta del establo.

—Me parece bien. —Valentina llevó a su semental dorado Palomino, Sultán, a su puesto. —Jacob, ¿es Juliana una de tus mujeres? —Ella sabía que Jacob había estado involucrado con la mitad de las mujeres de buen parecer en el condado.

En un tiempo, Valentina había sido tan popular con las mujeres como sus hermanos, pero su experiencia con Sabrina le había enseñado que amar a una mujer venía con un muy alto precio tanto financiera como emocionalmente.

—No, —Jacob se apresuró a contestar. —Juliana es una chica guapa, pero ella y yo sólo somos amigos. —Cuando Jacob removió la silla de montar de Abigail, miró por encima del muro, por donde su hermana cortaba un par de pacas de heno. —Creo que ella tiene su ojo en alguien en particular.

Juliana no tenía idea de que Jacob supiera de su fascinación por su hermana mayor. Si ella lo hubiera sabido, probablemente nunca habría estado de acuerdo para que las ayudara a salir. Jacob anhelaba que Valentina encontrara a alguien a quien amar y a su noción, la mujer perfecta era Juliana.

Vaquera Ardiente | ✓Where stories live. Discover now