𝐕𝐄𝐍𝐎𝐌| ❝Cuando el veneno entra en tu sistema, no hay nada que puedas hacer❞
⸙┆Luego de la muerte de los Wayne, la ciudad de gotham se volvió un caos, varias personas mostraron su verdadero ser al mundo, Brooke no fue la excepción.
Pero un vil...
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CAPITULO TRES ANAFTERNOONINTHEWOODS
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AMBOS DETECTIVES MIRABAN Impaciente al hombre que tenían al frente, había estado callado por veinte minutos, eso los sacaba de quicio. Por el lado del forense trataba de sacar algo blanco que estaba metido en el cuello de Enrique Brown.
Doce horas habían pasado desde que tomaron el caso, ya toda la ciudad sabia de la tragedia de los Brown. La mayoría pensaba que el mismo asesino de los Wayne era responsable de este también, era lo mas lógico.
O simplemente no veían mas de sus narices.
— Lo logre —Anuncio agarrando el trozo de papel con una pinza.
—¿Que es? —Pregunto tratando de no bostezar.
—Parece ser una tarjeta —Saco de uno de los cajones un pañuelo y trató de limpiar los restos de sangre para poder ver lo que tenían escrito.
—¿Que dice? No te quedes en silencio —Gruño Monteros, el medico forense dejo que lo estaba haciendo para mirarle.
—Si sigo tallando se borran las letras —Informo sacándose los guantes— ¿Tu esposa te hecho de nuevo? Estas irritante.
Había burla en la última oración, eso hizo que se enojara mas.
—Callate y haz tu trabajo —Contesto bruscamente.
—Te dije que si sigo tallando se borraran las letras.
—Puede hacerlo otra persona —Sugirió Gimenez, alzo la mirada para que el medico entendiera de quien estaba hablando.
Este al entender de quien se trataba negó repetidas veces —Ese rarito no entrara aquí y tocara mis pruebas.
—¡Oh vamos! Sabes que el podría hacerlo en cinco minutos —Volvio a negar— Esa tarjeta podría ser crucial mientras revisan de quiénes son las huellas que encontramos.
—El tiene razón, el chico es raro pero sirve de mucha ayuda en estos casos —No pudo hacer otra cosa mas que aceptar, eran dos contra uno.
—Ire a buscarlo —Camino hasta la puerto empujando a los hombres, al abrirla rodó los ojos.
Nygma estaba apoyado en la pared a unos metros de la puerta, mientras trataba de que unos papeles que tenia en una mano no se le cayeron al piso y tuviera que ordenarlo de nuevo.
