Moka pot Monday

comienzos y algo más

—Vas a joder esos pequeños pulmones.

Zayn bromea, posando su mirada sin parpadear un segundo en el momento que Louis da una profunda calada al porro entre sus dedos. El omega levanta una ceja en señal de cuestionamiento, en tanto no puede hablar.

El chico de ojos miel sube el volumen de su radio, haciendo que la canción de temporada que transmiten tenga el volumen suficiente para que sus voces no traspasen las cuatro paredes de la habitación hacia el resto de la casa, y que al mismo tiempo deleite sus oídos con la melodía.

Ni siquiera la conoce,

Louis mientras tanto observa la figura de Zayn acercarse hacia la cama con una sonrisa divertida detrás de una espesa nube de humo que lo distorsiona, una que ha dejado su garganta ligeramente reseca hasta el punto de picar.

—¿Y?

—¿Y?—el omega suelta riendo con ironía mientras de un salto se echa al colchón y se acomoda de forma que su cabeza quede en el regazo de Louis, donde desde ese ángulo tiene una perfecta visión hacia arriba de sus clavículas tatuadas que no están cubiertas por sus camisetas habituales.

Él por supuesto no se queja, más bien se comienza a reír porque le parece jodidamente gracioso el hecho de que el chico le esté comentando algo como eso, teniendo en cuenta que sus pupilas lucen como un aro de luz por la dilatación.

Y por supuesto que eso tampoco impide que Zayn arrebate de las manos aquel cigarrillo improvisado para el mismo darle una larga calada. 

—¿Qué tienes por decir a tu favor Malik?

—Que...no es Justo.

—¿Qué no es justo?

—Que seamos del mismo tamaño y fumes como una maldita maquina de vapor.

Louis suelta una carcajada. Sus ojos se achinan aún más de lo que ya están por el cansancio debido a su risa, mientras que el otro omega no para de mirarle como si de pronto el espíritu de la seriedad le hubiese poseído.

Es que este tipo siempre le hace reír en las situaciones más raras. Puede ser de las personas más calladas que conoce, o si es que se lo propone, pero no cuando está al lado de Louis, porque inmediatamente las cosas se sienten tan diferentes.

Él siempre dice que él le hace sentir cómodo con su presencia. Siempre lo repite, desde que se conocieron en secundaria ambos se volvieron inseparables de la mejor manera, y Zayn le ha dejado saber tantas veces que Louis le hace sentir seguro.

—Cierra la boca literalmente fumas más que yo.

—¡Yo no!

—Sí, tu sí.

Ni siquiera conoce a nadie que ronde su edad y sea de su misma dinámica que introduzca tanto humo a sus pulmones que no sea Zayn, no tiene porque quejarse al respecto.

—Lo intento dejar de todos modos.

—¿Ah si?

—Así es.

El chico se encoge de hombros, y le pasa la colilla del porro que apenas y contiene un poco de hierba sin quemar para que termine con el de una vez. Louis lo hace, hasta que no hay algo más que se le pueda sacar provecho y después lo apaga contra el cenicero improvisado sobre la mesita de noche al lado de la cama.

Se siente más que bien.

La música está en su punto perfecto, aunque teme que si decide perderse en sus pensamientos por tanto tiempo seguido, entonces pueda caer dormido en poco tiempo. Porque se siente tan cansado de un día tan largo.