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"ERA PURA BROMA"



Nanami estaba regresando de clases cuando vio una motocicleta estacionada junto al auto de su padre, el apartamento qué tenían era en el primer piso así que se apresuró a entrar.

¿Ahora quien estaba en su casa?

—¡Viejo! ¡Ya llegue! —Musitó quitándose sus zapatos y poniéndose sus pantuflas para estar en casa.

—Bienvenida. —Gritó su padre. —¿Adivina quien vino a verte?

—¿Santa Claus?—Preguntó lo primero que se le vino a la cabeza.

—¿Porque Santa Claus llegaría en una motocicleta?—Su papá frunció el ceño confundido.

Nanami se encogió de hombros. —Es otoño, Santa Claus puede llegar en motocicleta.

—Ahora quiero quitarme la imagen mental. —Su padre negó de tan solo imaginarse a un Santa Claus en verano con una motocicleta repartiendo bloqueador solar.

—De nada. —Nanami sonrió divertida, en su sala de estar no estaba nadie más que Mikey.—Mikey...—A ella le desconcertó verlo en su hogar, ¿Qué buscaba?

—Hola Nami. —Saludó el chico con una sonrisa y levantó una mochila rosa.—Vine a darte esto.

—¡Conseguiste todo de regreso! —Nanami reconoció su mochila, dentro de ella también estaban los juguetes qué habían ganado en el festival.

La chica ya había dado todo eso por robado, no vivían en la zona más residencial de Japón así que era de esperar, pero que Mikey se allá tomado la molestia de regresar a aquel lugar a recoger sus cosas solo hacia que apreciara más al pandillero. —¡Gracias Mikey! Nuestro trabajo en equipo no fue en vano. —Nanami sonrió abrazando la mochila, en el festival se había divertido con Mikey y quisiera repetir la ocasión.

Dai sonrío ante el entusiasmo de su hija, pocas veces la veía con tantas personas a su alrededor, y aunque estos fueran cholos, pero hacían feliz a su hija entonces todo estaba bien.

—También dan de alta a Draken hoy.—Dijo el rubio ceniza.

—¡Vamos! —Ella asintió invitándose sola. —Viejo no me esperes temprano.—Avisó a Dai tomando de nuevo sus cosas y saliendo de su casa junto al comandate de la Tokyo Manji.

Nanami visitó varias veces a Draken al hospital por lo que desarrollaron una nueva amistad, agregandole el hecho que ella tuvo la confianza de contarle lo sucedido con su profersor. Así que estaba emocionada de que dieran de alta al poste.

—Ay crecen tan rápido. —Su padre se limpio una lágrima imaginaria mirando como la chica se subía a la motocicleta del joven rubio, casi podía acordarse de él a esa edad. —¡Espera un momento!

Casi podía acordarse de él en esa época...

Nanami se había colocado el casco qué Mikey le había dado y observó a su padre desconcertada.—¡Usa protección! —Le recordó a su hija, debía recordar que el fue un adolescente con las hormonas alborotadas y terminó siendo un padre luchón.

—¡¿Qué demonios Viejo?! ¡Vamos a ver a Draken al hospital! —Exclamó enojada y avergonzada. —¡Tu eras el cochino a esa edad!

—Bien vigilados los voy a tener. —Nanami se llevó su mano a su cara demostrando la frustración qué le ocasionaba a veces su padre.

DESTINY | Tokyo RevengersWhere stories live. Discover now