(Tratar de) Deshacerse de los sentimientos

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—Ella te quiere, Luke, es tu amiga desde el kínder...

—No quiero seguir hablando de eso —murmuré, cansado de la situación. Y de sentirme así. Y de todo.

Papá asintió, y lo agradecí. Luego se puso de pie y cuando estuvo cerca de la puerta habló.

—Iré yo —avisó—. Tal vez te traiga más chocolate para que engordes. Y báñate, apestas.

Y salió del lugar.

Lo último era mentira, me bañé en la mañana, solo lo decía para molestar y no pude evitar sonreír. Aunque dejé de hacerlo casi al instante.

Me volví a acomodar para estar como antes, y le puse play a la película de nuevo.

Pero siquiera le prestaba atención, no podía dejar de pensar. De recordar, más bien.

Lily y yo éramos amigos desde que tengo memoria. Estaba en casi todos mis recuerdos; cumpleaños, fiestas, caídas, risas, llantos... Había estado ahí siempre.

No sé en qué momento empecé a sentir otras cosas por ella. Si lo supiera, desearía poder volver en el tiempo y cambiar ese momento para que ahora todo siguiese siendo como antes. Pero no podía. Lo único que sabía es que la amaba más de lo que me gustaría y más de lo que podía soportar.

Conforme íbamos creciendo, hacíamos más bromas. En algún punto, las bromas se salieron de control. Al menos, para mí. Bromeábamos sobre estar juntos, sobre ser novios y morir juntos, cosas absurdas. Y, no sé, supongo que mi corazón enamorado malinterpretó todo y eso le dio esperanza.

En algún punto, dejé de saber si Lily bromeaba, solo sabía que sentía sus palabras muy reales. Cuando fingía (o tal vez no) estar celoso sobre sus amigos, ella me devolvía la broma, como si en verdad fuésemos una pareja. Pero era mentira. Y sé que esa no era su intención. No podría haber sabido que yo estaba enamorado de ella y me estaba aferrando más de lo que debería a sus palabras.

A veces, me dolía tenerla tan cerca, pero tan lejos. Porque era mi amiga, y eso, el hecho de ser cercanos, de algún modo, me daba la esperanza de que mis sentimientos fuesen correspondidos. Pero lamentablemente solo confundí todo.

Es que lo recuerdo con claridad. Cada tonta palabra, el momento exacto.

Había tenido problemas con quienes decían ser sus «amigas», así que con ayuda de su mamá, organicé el intento de una pijamada en su apartamento.

La dejé maquillarme, ponerme mascarillas, hacer lo que quisiese con mi cabello, vimos El Origen de los Guardianes tres veces (seguidas) y planeábamos estar despiertos hasta el día siguiente. Incluso había llevado mi guitarra para tocarle canciones... y tocar una en especial.

Me arrepiento tanto.



«Tenía todo planeado y por esa misma razón sentía que iba a vomitar el corazón. Me sudaban las manos, y temía que Lily pronto me descubriese. Pero ella estaba muy concentrada tratando de hacer una colita en mi cabello corto.

—Déjatelo crecer para poder hacerte trenzas —pidió, y estaba seguro de que hacía un puchero sin siquiera darse cuenta.

—Ya quisieras.

—Mal amigo.

—Soy un increíble amigo —aseguré.

—Y novio —añadió riendo, y de nuevo mi corazón amenazaba con subir hasta mi garganta.

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