Vicious Game - TanjiKana

8

—Nos vemos.

—Tsuyuri, cuando quieras júntate con nosotros.

Tras la despedida de Gyutaro, Ume le sonríe a Kanao.

—Aunque por alguna razón Kanzaki le cae mal a Inosuke.

Inosuke escupe.

—Sigue cuidando de Nezuko, por favor.

Koyuki se inclina hacia Kanao.

—Si nos necesitas, siéntete libre de pedir ayuda.

Hakuji se despide al tiempo que se va junto a Koyuki.

—¿Por qué ahora son tan buenos?

La pregunta no hacía más que incomodar a Kanao.

—Nezuko-chan ¿no quieres ir a comer algo algún día?

Zenitsu solo flirteaba.

—¿Con Nii-chan?

Los ojitos de Nezuko estaban sobre el rubio.

—¿Eh? N-, No jun-

—Y Nii-chan ¿no?

—...

—¿No?

—Sí...

—¡Está bien!

Discretamente lo acababan de rechazar.

—Hashibira-san.

Kanao mira hacia Inosuke, quien se empezaba a ir.

El de pelo largo se detiene y la mira.

No tenía expresión en su cara.

—¿A ti... te gusta Aoi?

Un pequeño tic en su ojo es visible por los buenos ojos de Kanao.

—Que se pudra.

Se da la vuelta y sigue alejándose.

—Bueno... me voy...

Zenitsu sacude su mano y sigue el mismo camino que Inosuke, dejando así solo al dúo de Kamados y a Kanao.

—¿Volvemos a casa de Kanao o...?

Tanjiro mira a Kanao y a su hermana.

—Quiero ir a casa.

Nezuko bosteza.

—Allí si quieres le pides a papá que lleve a Kanao, pero yo estoy cansada.

—Oh, bien.

En silencio los tres caminan hacia la casa de los Kamado, que no estaba demasiado lejos de la de Kanao, quizás a quince minutos a pie.

Durante todo el trayecto no fueron más que miradas discretas de Kanao a Tanjiro y viceversa, cosa que Nezuko vio.

—Yo iré sola desde aquí.

Ya frente a la entrada del edificio donde estaba el apartamento de los Kamado, Nezuko mira a su hermano.

—¿Vuelves con Kanao?

—¿Eh? Pero para que ella camine tanto...

El pelirrojo mira a Kanao, quien miraba a Nezuko.

—No, no hay problema.

—¿Segura? —ella asiente—. Vale...

Nezuko se despide con un pícaro guiño hacia Kanao y luego corre hasta entrar al edificio.