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- Hastings, tenemos que vernos en el club- comentó el primogénito Bridgerton - espero verlo a usted también príncipe.
- Me encargaré personalmente de que nos acompañe - respondió Simon - ahora, si me disculpan me gustaría hablar con la princesa y su hermano. Buenas noches, Bridgerton; señorita Bridgerton.
- Fue un placer conocerlos, espero podamos vernos en alguna otra ocasión - habló la princesa mientras aceptaba gustosa la mano que Simon le ofrecía.
Comenzaron a caminar acompañados de Ethan quien buscaba a alguna chica con la que bailar.
- Simon Bassett, ¿ Qué fue eso ? - pregunto la pelinegra.
- No se a que te refieres, Delilah.
- Claro que lo sabes, ese tono.
- ¿ Qué tono ? - pregunto jocoso.
- Ese, el de "estoy harto de esta situación" que utilizaste con los Bridgerton - habló la chica tratando de imitar la voz de su amigo.
- Sigo sin saber a qué te refieres, querida Delilah.
- Agh, olvidalo - bufo - ¿ Cómo es posible que no me hayas dicho que estabas de vuelta?.
- Fue una decisión de último minuto, todo pasó muy rápido.
- Claro, me enteré de lo que le pasó a tu padre, mis condolencias.
- Gracias.
- De qué hablas, odiabas a ese hombre.
- Lo mismo me dijo Lady Danbury.
- Paso mucho tiempo con ella no te sorprendas, pero al menos sabremos que estará bien cuidado en el infierno - continuó ella con una sonrisa.
- Delilah, no hables así en publico- le reprendió el moreno.
- Ya hablas como mi madre.
- No todos están acostumbrados a tus comentarios, Lila.
- Lo sé, no todo es bueno - suspiro - todas las responsabilidades del título recaen sobre mí.
- Lo harás bien, además, nos tienes a nosotros para ayudarte en todo lo que necesites.
- ¿Qué haría yo sin vosotros?- aunque tenía un poco de broma el tono en el que lo dijo, Simon sabía que sin ellos no sería quien era, los tres hermanos junto a las dos mujeres que se habían convertido en figuras maternas para él lo eran todo, fueron las únicas que lo aceptaron cuando peor se encontraba.
- Aburrirte.
- Lo sé
- recorrió con la mirada el gran salón, las madres y sus hijas al igual que varios caballeros les dirigen indiscretas miradas - odio estos eventos.
- No te quejes, muy pocas veces pasan cosas interesantes aquí. Además, tienes a todas las madres en la espera para presentarte a alguna de sus hijas.
- Ni me hables de eso, aunque, tienes una larga lista de caballeros dispuestos a bailar contigo.
- Tendremos que asegurarnos de espantarlos, querido amigo - Aidan se les unió.
- Por favor, comportaos. - pidió ella.
- No hemos hecho nada, hermanita - comento burlón Ethan- aun.
- Dios,¿ Que he hecho para merecer esto? - ver a la pelinegra mirando hacia el techo mientras pedía una respuesta a su pregunta logró sacar una carcajada a los hombres que la rodeaban, a veces podía llegar a ser muy dramática - perdeos por allí y dejadme en paz los tres.
- Teníais que uniros para poner de los nervios a la pequeña Lila - expresó Lady Danbury acercándose a paso lento a los cuatro jóvenes - id a bailar con alguna jovencita mientras yo doy un paseo con mi hija.
Decir que los tres se alejaron sin oponerse sería una gran equivocación, varios bufidos salieron de el par de príncipes y de el joven duque, disfrutaban molestando a la única chica entre ellos y definitivamente no les gustaba el hecho de que se encontraba rodeada de varios hombres que solo estaban cerca de ella por interés y no porque estuviesen dispuestos a conocerla.
- Vamos caballeros, mama Danbury se hará cargo de la princesa - habló Aidan tirando de los dos restantes para que se alejaran de las dos mujeres que los observaban burlonas.
- Gracias, mamá - soltó la pelinegra una vez que sus hermanos estuvieron lejos.
- No hay de que, querida - la tomó del brazo y comenzó a caminar con ella - Es hora de que busquemos a algún buen caballero para que bailes.
Anthony Bridgerton llevaba ya un buen rato observándola, se le veía feliz conversando con aquel Lord con quien minutos atrás había disfrutado bailando.
Con paso decidido y la mirada inquisitoria de su madre y su hermana sobre el, Anthony se separó de la mayor de sus hermanas, que estaba ya aburrida y algo abrumada de tenerlo sobre ella desde ya hacía un buen rato y comenzó a caminar hacia la pareja que reía de alguna tontería que el hombre hubiese dicho.
- Princesa - habló una vez estuvo cerca de ella.
- Lord Bridgerton, ¿ Dos veces en una noche ?, debo ser yo muy afortunada - dijo ella sonriendo, Anthony pudo jurar que verle sonreír mientras sus ojos se volvían más pequeños era la cosa más bonita que en su vida había apreciado.
- Lord Bridgerton - interrumpió el hombre con quien se encontraba hablando antes la chica quien parecía estar siendo completamente ignorado- mucho tiempo ha pasado.
- Por supuesto, Lord George - respondió - ahora, si me disculpa, venía dispuesto a invitar a la princesa Delilah a que me acompañase en la pista de baile.
- Será un placer - Delilah tomó la mano que este le ofrecía para después guiarla a la pista de baile dejando a un enojado Lord detras - ¿ Espero sea usted un buen bailarin, mi Lord?.
- Espero no avergonzar a el resto de bailarines que nos acompañan con mis habilidades a la hora de bailar - contestó él sacándole una sonrisa a la chica.
- Demuestreme que es lo que es capaz de hacer, Lord Bridgerton.
