"Hay una nueva condición"

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En el momento que Eros esquiva el cojín que Jared le arroja a la cabeza, unos golpes en la puerta resuenan dentro de la estancia.

- Ábrele- ordena. Su expresión cambiando a una más seria

El beta obedece y camina directo a girar la manilla. Cuando lo hace y abre la puerta, sus ojos redondos son incapaces de ocultar el asombro que el resto de su cara se esfuerza por disimular.

- A-Adelante- deja paso al chico

Oliver camina con la cabeza gacha hacia el interior de la habitación, notablemente nervioso e incómodo. Por dentro, siente el corazón palpitarle como un tambor en una orquesta, sus manos gotear cual trapo empapado, y tampoco puede decir que el constante y hambriento cosquilleo de su estómago le esté ayudando mucho a guardar las formas.

Lo único que quiere es acabar con esto cuanto antes. Así que coge aire y camina adelante.

- Gracias

Levanta la mirada. Alza los ojos que por tanto tiempo ha tenido clavados en el suelo detrás de esa puerta, pensando en si finalmente llamar o no, y ahí lo tiene, Eros Romano, la imagen más pura de la fuerza bruta y el arte de la belleza fusionados en un solo y único ser, en un alfa: en él.

Mechones negros y desordenados cayendo por su frente, ojos salvajes, azules, pero más oscuros que cualquier otros de color marrón que hubiera contemplado antes. Mandíbula provocadora y cuadrada, hombros anchos, grandes y brazos largos y musculosos. Un pecho lo suficientemente grande para que tres omegas de su mismo tamaño se recostaran en él y unos abdominales que parecen haber sido cincelados por el mejor de los escultores mostrándose implacables ante sus ojos. Sus piernas fornidas y robustas, separadas, parecen invitarle a acercarse. Acaba de darse cuenta que lleva mucho tiempo conteniendo la respiración.

Todas las extremidades de Oliver se sienten ahora como gelatina, pero respira hondo.

- Acércate, muñequito de nieve- de pronto, una sonrisa de dudosa procedencia se delinea en sus labios

- Eros- el otro chico parece increparle por cómo lo ha llamado, pero ya es tarde, Oliver solo es capaz de escuchar y mirar al alfa que tiene en frente, a unos pocos metros, tampoco puede apartar la vista, es como si estuviera en trance, como si esos ojos perversos lo hubieran hipnotizado y ahora le estuvieran atrayendo hacia sus fauces, paralizándolo, igual que las serpientes hambrientas cazando a sus presas

Da tres pasos hacia delante.

- ¿Cuál es tu nombre?- pregunta

- Oliver

- Me gusta- saborea sus labios y lo mira de arriba a abajo, lenta y tortuosamente, verificando que ha provocado en el omega el efecto que buscaba al verlo tragar saliva nervioso- Oliver, me han dicho que has visto algo que no debías ver

Asiente sumisamente, pero después, al pensar en eso que no debería haber visto, abruptamente, algo hace "click" en su cabeza que lo saca del aturdimiento en el que había perdido la noción.

Las imágenes de su compañera y él frotándose y moviéndose al compás encima del lavabo del baño hacen que inmediatamente pose los pies sobre la tierra, casi se siente como si un jarro de agua fría se le hubiera caído en la cabeza.

Death Wish ⇝ (GAY +18)Where stories live. Discover now