Una humana y un vampiro [L vampiro y tú]

Una pequeña mordida...

Me quedé un buen rato encerrada en la habitación, tenía miedo salir aúnque sentí qué jalaron mi brazó de una manera bastante ruda y apretaban con gran fuerza mi muñeca.

-Auch! sueltame por favor!

Grité, pues eso dolía demasiado, intenté safarme y miré a Lawliet con ojos cristalinos, quería llorar pues esto si me estaba matando, su fuerza era incomparable, intenté darle una patada pero nada.

-Odio qué las nuevas visitas huyan cómo perros asustados... y también odio qué me tengan miedo, tiemblen y esas cosas, todos los qué he traído aquí me ven cómo un maldito monstruo! mereces un castigo por huir despavorida...

Me agarró de ambas manos y puso estás detrás de mi espalda cómo si me hubiese esposado y dejó al descubierto mi cuello, con una de sus manos sostenía las mías y con su mano libre me cubrió la boca para continuar mordiendo mi cuello con agresividad.

-MGH!!!! MGH!!!

me queje, pues si lo de la muñeca me dolió esto es peor, poco tiempo después ese dolor se desvaneció y ahora sentía una pequeña excitación y una gran pasión en mi cuerpo, sólo podía sentir cómo succionaba la sangre de mi cuello y también sentía cómo resbalaba un poco de está por mi cuello llegando a manchar el inició de mis pechos, pues llevaba puesto un vestido con algo de escote.

-Mgh~

No pude evitar soltar un suave gemido, Lawliet sacó sus colmillos de mi cuello y relamerse los labios por el sabor de mi sangre, le miré y éste sonrió mientras seguía admirando mi cuello y pasar una larga y rasposa lengua en éste limpiando la sangre qué quedó y había manchado mi cuello, solté otro pequeño gemido, me descubrió la boca y me soltó.

-Qué delicias escondes en ese precioso cuello... y lo qué más me alegra es qué dejé mi marca en ti, tú primera mordida y tú primera marca... eso quiere decir... qué sólo me perteneces a mi... y así será siempre..  por toda la eternidad..._sonríe_también me obedeceras en todo, eres mía ahora... por el momento descansa, pues ya es algo tardé, y según se, el horario de los humanos es bastante diferente al de los vanpiros, pues los mortales cómo tú... duermen en la noche, nosotros en el día, así qué... me retiró...

-Espe-

Quise decir un "espera", aúnque el desapareció de la nada, y se fue así, sin más...

La puerta estaba cerrada y las luces se apagaron pero antes de esto logré escuchar unas palmadas lo cuál intuyi a qué esto fue lo qué apagó las luces, me acerqué a la cama y me recoste, cubri mi cuerpo con las mantas y cerré los ojos, un pequeño quejido salió de mis labios, pues me dolía el cuello por la mordida, al final me terminé durmiendo.