02 Yellow || JJK

32 4 0
                                    

Y de nuevo me encuentro aquí, parada frente a un público con ojos expectantes y rostros que denotan lo confundidos que están, ah

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Y de nuevo me encuentro aquí, parada frente a un público con ojos expectantes y rostros que denotan lo confundidos que están, ah...seguramente comenzarán a susurrar sobre lo asquerosa que me veo.

O quizás de lo estupida que soy.

Mi pulso no puede ir más rápido únicamente porque no es humanamente posible, mis piernas en cualquier jodido segundo fallaran y las náuseas cada vez se hacen más intensas y poco contentibles. ¡Alguien sáqueme de aquí!.

Observo a las salidas de emergencia, todas parecen quedar lo suficientemente lejos como para preferir tirarme al suelo y llorar hasta que todo esto acabe.

¡Y es que no es la gran cosa! Claro, una exposición individual frente a toda la universidad no parece ser la gran cosa como para presentar tal sintomatología, sin embargo, al parecer para las universidades, escuelas y trabajos la ansiedad no existe y es solo una excusa para acomodarte en un sitio y existir únicamente con el aire que respiras.

¿Qué puedo decir? Soy otra presa de este Monstruo llamado ansiedad, creí que lo lograría, incluso practiqué horas y horas frente a mi madre, ¡hasta ella creyó que lo lograría! Me da tanta pena verla en la segunda fila a la derecha con rostro de preocupación. Quiero decirle ¡tranquila mamá, la humillación dura poco, pero la mancha de vomito que pronto tendré no dura poco!. Si tan solo pudiera tener control sobre mi existencia ahora mismo.

Quizás si corro, quizás si caigo al suelo, quizás si me lanzo del escenario, quizás si me pongo a llorar todos esos ojos juzgadores se vean afligidos ante tan penosa situación.

Con la vista nublada pude distinguir las cortinas del escenario y aun lado la salida. Está a unos pocos metros, no es la gran cosa, ¡por favor Margot, mueve tus flojas piernas y larguémonos de aquí!.

Observe a mi espalda, la presentación, apenas había avanzado a la tercera diapositiva y con mucho trabajo. La decepción que siento es otro impedimento para largarme de aquí. Es ridiculo, ¡tengo 23 años y me da miedo hablar en público! ¿Soy tonta? Probablemente.

Observe a mi madre rogando por ayuda, lastimosamente ella ya no estaba ahí para ver la humillación más grande en la vida de su hija.

Solo debo correr, solo eso. No es la gran cosa, vamos Margot, muévete... y de nuevo, nada.

Me rendí cuando mis mejillas se sintieron húmedas y mis manos por temblar soltaron el micrófono haciendo un chillido. Maldita sea, seré la humillación mañana.

-Señorita Margot, puede abandonar el escenario.- dijo el profesor.-

Muy inteligente, ya lo habría hecho ¡si pudiera!. ¡Estoy paralizada! ¿Qué no me ve a la orilla del abismo?.

No me gusta esta faceta de mi, soy una mujer independiente, con muchos miedos y temores, pero independiente. No me gusta que hagan las cosas por mi, aún así me muera de miedo, sin embargo, creo que he cruzado mi límite ahora mismo y lo único que quiero es que mi mamá suba al escenario, me abrace y bajemos juntas, para luego ir por un frappe.

Mini historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora