Felix y Bang Chan han sido vecinos por seis años, solo han cruzado palabra dos veces.
La primera vez fue cuando Bang Chan se mudo y la familia de este fue a presentarse con sus ahora nuevos vecinos. La familia Bang.
La segunda fue cuando Bang Chan d...
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Los días pasaron muy rápidos, Felix no volvió a hablar con Bang Chan, habían vuelto a ese feo habito por lo visto. Ese día los padres de ambos se irían a las tan famosas vacaciones.
¿Qué clase de padres dejan a sus hijos solos por un año? Sin dudas sus padres no son normales.
Felix estaba despidiéndose de sus padres en la puerta de la casa, lo mismo sucedía en la casa de al lado con Bang Chan y sus padres.
―Lixie, prométeme que te cuidaras, harás todo lo que Bang Chan te diga y no quemaras la casa ―Su papá Jisung podía ser un poco exagerado.
―No soy papá Minho para quemar la casa ―Puchereo.
―¡Ey! Solo me paso una vez ―Se defendió el nombrado.
―No cariño ―hablo Jisung―, fueron cinco veces, solo el año pasado.
Felix río con la situación, siempre le pareció tierna esa faceta de sus padres, quería experimentarla algún día con su futuro esposo.
―Papás, no se preocupen, estaré bien. Me he quedado solo unos días antes. Además Bang Chan hyung me vigilara. Quiero que ambos se cuiden a donde sea que vayan, los extrañare ―Los ojos del menor comenzaron a hormiguear, extrañaría a sus papás.
―Nosotros también te extrañaremos pequeño ―fue abrazado por sus padres―, hablaremos por KakaoTalk cada noche, papá Jisung te enviará muchas fotos y yo te traeré recuerdos.
―Ya nos tenemos que ir Lix, ahí vienen los Im ―le aviso el mayor que limpiaba las lágrimas de sus ojos―, bebé, cuando menos te des cuenta estaremos de vuelta, estudia, diviértete pero no en exceso, y obedece a Bang Chan.
―¿Están listos? ―hablo el señor JinYoung.
Sus padres le sonrieron y se dispusieron a subir las maletas al automóvil de papá Minho ya que este era más espacioso.
―Adiós chicos ―el auto comenzó a avanzar―. ¡Pórtense bien!
¿Chicos?
―Ya se fueron.
Felix brincó del susto, volteó a su lado y encontró a Bang Chan.
―Hyung, no te escuche llegar ―Colocó su mano sobre su pecho el cual latía rápido por el susto.
―Lo noté ―miró al alrededor el mayor―, deberías volver adentro, comenzará a oscurecer en una hora, yo tengo que hacer unos deberes.
―S-si, tiene-e razón hy-yung.
Felix camino hasta la puerta de su casa, sosteniendo esta del pomo, volteó a ver a su hyung. El color negro le quedaba lindo.
―Prepara algo de comer, no olvides las indicaciones de tus padres. Si necesitas algo estoy al lado.
Sin más comenzó a alejarse de la casa, el menor lo siguió con la mirada hasta que lo vio entrar a su casa. Hasta ahí cerró la puerta.
