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Nora luego de desahogarse en el hombro de su amigo, observo a su alrededor con su visita empañada por las lágrimas, sus pies tomaron un pulso y comenzó a correr alejándose del lugar, haciendo oídos sordos a los gritos de su madre y Nick.
Pero depronto a lo lejos observo a aquel rubio que le robaba el aliento, y ella se encontraba hecha un desastre, tenía el cabello revuelto con las mejillas llenas de lágrimas además de su nariz sonrosada.
La reacción de Nora fue cubrirse el rostro, pero Robby tiro su propio morral al suelo al igual que su patineta, llegando rápidamente donde se encontraba Nora rodeandola con sus brazos en un abrazo en donde ella solo se quedó estática aún llorando.
-N-no me mires, debo estar hecha un desastre, al igual que tu camiseta p-por mi culpa. - logró decir Nora, entre sollozos.
-Pero Bonita, es imposible que estés hecha un desastre, tu siempre serás hermosa y mi camiseta no importa. - afirmó Robby acariciando sus mejillas con los pulgares haciendo que lo observe, a lo que ella apesar de todo soltó una apagada risa.
-Puedes contar conmigo para lo que sea, puedes decirme lo que te sucede, lo sabes. - dijo el rubio sonriendo acariciando ahora el cabello de la castaña.
-T-te lo conta-taria, pero estoy tan... - trato de decir ella, siendo interrumpida por el rubio.
-Shh, tranquila. Puedes decírmelo cuando estés lista, ¿de acuerdo? - tranquilizó Robby, a lo que ella asintió escondiendo su rostro en el cuello de Robby.
Robby se sentó en el pasto de aquel parque en el que se encontraban aún abrazando a Nora posicionandola encima de el, para que ella quedará cómoda, mientras el le acariciaba el cabello.
Ella solo se dedicó a llorar, y a ratos tranquilizarse, mientras el le acariciaba la espalda.
Cuando hubo un momento en el que ella solo se quedó en silencio, el se recosto en el pasto, posicionandola en su pecho, mientras aún la acariciaba pero esta vez el cabello.
Luego se percató que la respiración de Nora se reguló volviéndose un tanto lenta, concluyendo que se había quedado dormida.
-Me duele tanto verte así de triste. - susurró Robby aprovechando que estaba dormida y tal ves no lo escucharía.
El siguió acariciandole el cabello, después cuidadosamente la posicionó en sus brazos y se levantó con ella en brazos permitiéndole dormir, depositando un beso en su frente.
-Descansa, bonita. - susurró.
-No quiero ir a mi casa... - dijo entre dormida Nora.
-Claro, bonita, como digas. Entonces ¿a dónde quieres ir? - preguntó Robby con una sonrisa, apreciando a la chica desde el ángulo en el que se encontraba.
