Capítulo 1: Herencia miniatura

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Massachusetts, USA

—El niño prodigio, Sawada Hiroki, con tan solo 10 años de edad es un estudiante de posgrado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su desarrollo del método de rastreo de los ancestros utilizando la información de su piel o su sangre, denominada "Programa de Búsqueda de ADN" es un logro reciente y asombroso. Actualmente, Hiroki está desarrollando un cerebro artificial, el cual se desarrolla cognitivamente cinco años humanos en solo un año. -decía una periodista en inglés, en la televisión del propio genio Hiroki, que no apartaba la mirada de su computadora, escribiendo algo a una velocidad bastante impresionante.

—Esto está siendo completamente apoyado por Thomas Schindler, el presidente de la empresa de TI la compañía Schindler, también conocido como "El emperador de las industrias TI". Los padres de Hiroki se divorciaron hace dos años, él se separó de su padre y se mudó a EEUU con su madre quien estaba obsesionada con su educación. Cuando su madre murió por una enfermedad y Hiroki se quedó solo, el Sr. Schindler pasó a ser como su padre adoptivo. —seguía sonando el televisor del cuarto, mientras un equipo de vigilancia lo observaba desde la cámara en los ductos de ventilación. —Se dice que el cerebro artificial "El Arca de Noé" será el mejor invento en la historia de la humanidad, Hiroki-kun vive dentro de una muy estricta seguridad, y no se le permite jugar en el parque como un niño normal. El nombre "Arca de Noé" es una referencia al Arca de Noé del Antiguo Testamento, Dios provocó una gran inundación para purgar la corrupción eso mundo, y solo a Noé, que siguió el camino de Siria, se le permitió construir un Arca que su familia y una variedad de animales podrían usar para que pudiesen escapar de la gran inundación. —las palabras de la periodista se cortaron cuando Hiroki apagó el televisor, sin apartar su mirada del computador, procediendo con su trabajo rápidamente.

Hiroki dió un suspiro aliviado y emocionado al lograr terminar su nuevo trabajo, pero rápidamente fue cambiando a una cautela mirando de reojo la cámara en el ducto.

Noah's Ark.

Eran las palabras que veía atentamente con el ceño fruncido, antes de enviarla por vía telefónica, encendiendo una alarma.

—¡Jefe! El niño está actuando extraño. —dijo uno de los vigilantes. —¡Parece que filtró los datos del programa a la vía telefónica común...!

Hiroki, ¿Qué estás planeando hacer? —pensó Thomas Schindler subiendo al ascensor seguido de un guardia a la habitación de Hiroki.

Arca de Noé Zapo.

Escribió Hiroki en su computadora dando un suspiró de alivio y tranquilidad.

—Adiós, amigo mío. —murmuró el niño levantándose de su silla.

Mientras en la puerta se escuchaba uno y otro golpe, era imposible entrar debido a la silla enganchada a la puerta.

—¡Abre la puerta, Hiroki! ¡¿Qué estás haciendo?! —gritaba Thomas fuertemente mientras golpeaba la puerta.

Adentro se encontraba Hiroki, dándole poca importancia a los alaridos del mayor, caminando tranquilamente a la terraza que daba a su cuarto traspasando algunos juegos, sin prestarle atención, se quitó los zapatos y traspasó la baranda del balcón, apreciando la gran vista de luces de los edificios cercanos.

—Me preguntó si yo también podré volar, como el Arca de Noé... —su susurró se lo llevó el viento, dando un último vistazo al paisaje se dejó llevar por el viento y la gravedad.

Para cuando lograron entrar a su habitación ya era muy tarde, lo único que lograron ver fue el Arca de Noé y las palabras escritas en el computador.

El Fantasma de Baker StreetWhere stories live. Discover now