Una joven Fénix se pierde en el camino del amor totalmente ciega ante su familia, amigos y el mundo en general.
Alessandra Di Lessio tomó decisiones, decisiones que afectarán su camino y el de muchos otros.
Sirius jamás pensó terminar envuelto en...
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❝Boda Parte 2❞
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Alessandra Di Lessio jamás imaginó que lo más difícil por hacer en su vida fuera caminar por aquel pasillo sin sentir nervios y caer.
Su padre y hermano la entregaron a James que sonreía ampliamente para continuar con su camino hasta donde Sirius esperaba con sus ojos llenos de lágrimas y una enorme sonrisa.
-No dejes que me caiga James- Pidió Alessa en un susurro.
-Antes muerto linda-
Alessa suspiró de tranquilidad al llegar al altar sin ningún problema. Sirius le sonrió como nunca antes lo había hecho y le ofreció su mano a lo cual ella la tomó sin dudarlo.
-Te entrego lo más valioso que tengo en mi vida Canuto, ella siempre a sido nuestra princesa, el corazón de cada uno de nosotros y más te vale cuidarla porque aunque seas mi hermano, ella es mi mundo- Le dijo James con autoridad.
-No sólo el tuyo Corny- Le recordó el Black.
Alessa subió junto a él para quedar ambos frente al enviado del ministerio que los casaría.
-Estamos hoy reunidos porque todos hemos visto el gran amor que se expresa entre Sirius Black y Alessandra Di Lessio-
El enviado comenzó a hablar, pero ninguno de los novios escuchaba bien lo que decía debido a que se veían con una sonrisa el uno al otro tratando de decirse lo que sentían en aquel momento sin ninguna palabra.
Llegado el momento de los votos Sirius sacó un pergamino del tamaño de su cabeza y lo vio.
-Ni sus tareas eran tan largas - Se burló Remus en voz alta.
Todos vieron al hombre lobo y el sonrió pidiendo perdón.
-¿Lo dije o lo pensé?- Le preguntó a James.
-Ambas, igual que todos- Respondió Fede a su lado.
Sirius decidió ignorarlos y se aclaró la voz en una tos falsa para leer sus votos.
-Cuando entré a la escuela conocí a una grupo de chicos que iban en un compartimiento, entre ellos una hermosa niña rubia destacaba y en cuanto entré ahí ella dirigió sus enormes y preciosos ojos azul cielo hacia mi y mi mundo se detuvo en ese momento, olvidé como respirar, olvidé mi nombre, incluso olvidé hablar -
Algunos soltaron unas risas y otros, como Minnie, se preguntaban ¿Porqué recordó como hablar?
-Ella se presentó conmigo y luego se enojó por una apodo que dije, como sea ella me perdonó. Al llegar a la escuela fue quien me apoyó y me dijo que podía elegir mi destino sin importar mi apellido y así lo hice -
