Un Fénix de Aire |¦Sirius Black¦¦ ✔️

🌪️Five🌪️

Después de unos minutos todos bajaron al invernadero en donde se serviría la comida.

-¿Le he dicho que amo su casa?-Habló Sirius.

-Gracias-Contestaron los 3 hermanos.

Una vez todos estuvieron en su lugar la comida fue servida por los 3 elfos de la casa, todos agradecieron y empezaron a comer entre risas y platicas.

-Sirius ¿Porqué no nos tocas algo en el piano?-Pidió el Señor Lorenzo una vez todos terminaron.

-Claro ¿Qué les gustaría?-

-Lo que quieras Cariño-Contestó Anne.

Sirius tomó asiento y empezó a tocar una hermosa melodía que el mismo había compuesto estando aburrido en su casa.

El Black conectó su mirada con la de su amiga y empezó a tocar por inercia ya que todo el estaba perdido en la mirada y sonrisa que ella le regalaba en ese momento, la misma Alessandra también se perdió en la mirada color plata de su amigo y este le sonrió de una manera extraña.

Los padres y hermanos de la niña observaban todo, las dos mujeres con una sonrisa y los dos hombres con mirada de asesinos.

Amelia fue por la cámara en el salón, se colocó junto a su madre y tomó una foto justo en el momento que ambos se sonreían aún más, su madre tomó la varita y replicó la foto cuatro veces.

Una para el álbum que iba a armar sobre esos dos y que presentaría el día que se casen, todo esto en su mente claro. Dos serían para cada uno de los niños de la foto y la última para Fede que se la quedaría para molestar a su hermana.

Una vez Sirius terminó de tocar ambos voltearon a donde estaba el resto de la familia de rubios, los dos se pusieron más rojos que cabello de Weasley.

-Les saqué una foto ¿Quieren ver? -

Alessa se acercó a su hermana y tomó la foto sonrió y dijo que iba a guardarla en su cuarto.

-¿Te llevas la mía por favor?- Preguntó Sirius

Alessandra asintió y salió como si hubiera visto a Voldemort entrar en el invernadero y no planeaba volver pronto.

-¿Quieren ir a patinar? Vamos Sirius, cariño, te traeré un par de patines de Fede-

La señora Di Lessio salió de la sala acompañada de su hija menor y el joven Black, este miró hacia atrás y se encontró con Fede y su padre con miradas de asesinos ambos levantaron tu dedo índice y lo pasaron por sus cuellos, Sirius tragó duro y se puso como meta personal no acercarse a ninguno.

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Pasaron dos días y el día de la cena de navidad había llegado, Alessandra estaba haciendo un mural en su habitación con fotos de sus amigos y ella, aunque también hizo pequeños murales en las paredes de su cuarto con fotos individuales de cada uno de sus amigos.

Como ya tenía uno con Remus solo le agregó más fotos, creó uno con James y otro con Sirius y se decidió a tomarse más fotos con Peter para poder crear uno de él.
Su madre apareció en la habitación justo cuando ella terminaba el mural de James.

-Que lindo mi amor- Alagó.

-Gracias madre ¿Qué es eso? -

Alessandra señaló una bolsa que traía su madre.