[capitulo 9]

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—Llegarán esta semana.

Jiang Cheng levantó la vista de su archivo sobre un caso en el que estaba trabajando para mirar a Lan Wangji, de pie en la entrada de su oficina.

—¿Estas seguro?

Lan Wangji asintió.
—Han hecho seis llamadas a SPW sólo en esta semana para confirmar su "protección".

Sistema de Protección Wen o SPW era la fachada de una conocida compañía de asesinos. Habían tratado de controlarlo durante mucho tiempo, pero era casi imposible. Sólo podían localizar las llamadas entrantes, e incluso eso no era frecuente.

A diferencia de Lan Wangji, él sabía que Wei WuXian no iba a dejarlos. La cárcel no era un lugar agradable, y por mucho que Wei WuXian detestara el trabajo, era infinitamente mejor a todo lo que había vivido como preso. 

—No te rompas la cabeza pensando. Todavía no lo hemos perdido.

—¿Que pasa si lo perdemos?

—Se lo que te digo, Lan Wangji. Las mejores personas para luchar por la libertad son aquellas que la han perdido. Son capaces de entender la importancia que está tiene mucho mejor que aquellos a quienes nunca mes ha faltado.

Lan Wangji deseaba poder creer eso.
—Quizás debería...

—Dame veinticuatro horas, Lan Wangji. Es todo lo que necesitamos.

—Podrían resultar veinticuatro horas perdidas.

Jiang Cheng se levantó de su escritorio. Agarró algo y se movió para ponerse frente a él.
—¿Has estado alguna vez en Yunmeng?

—¿Mmm?

—Hay un espectáculo especial esta noche. De hecho estarán filmando en directo desde el escenario como salían hacer en los viejos tiempos.

Muy bien... Lan Wangji estaba preocupando por la misión y Jiang Cheng tenía un ataque de nostalgia. El único problema es que él tenía que recuperar su autocontrol y ocuparse del mundo real.

Le entregó una entrada.
—Deberías ir.

Lan Wangji miró fijamente la entrada.
—¿Has perdido el juicio?

—Ve allí, Lan Wangji. Es una orden.

—Es muy ruidoso.

El rostro de Jiang Cheng se puso completamente serio.
—Lan Wangji, hay un muchas cosas que odio y tengo que aguantar. El tráfico. Mi vida. Las arrugas. El idiota de tu hermano conduciendo. A ustedes. Pero uno se acostumbra a todo.—Se interrumpió para dirigirle una mirada de "no discutas"—. Ve allí, Lan Wangji.

Paso delante de Lan Wangji, fuera de la oficina.

Lan Wangji se volvió para ver a Lan Xichen entrando en la oficina.
—¿Por qué estás tan disgusto, Wangji?

Levantó la entrada.

Lan Xichen río antes de sacudir la cabeza.
—WanYin y su Yunmeng. Realmente da miedo.

—¿Tengo que ir?

—No es tan malo, Wangji.

Lan Wangji se sorprendió.
—Hermano...¿Has estado allí?

Xichen se encogió de hombros mientras se dirigía a su escritorio y abría un cajón.

—A WanYin le gusta.—Lan Xichen sacó un pequeño iPod—. Y esto es una inmensa ayuda.

Lan Xichen se lo lanzó en el aire.

Lan Wangji lo atrapó y lo sostuvo como si fuera una cuerda de salvación, que era exactamente lo que sería.

—Gracias, hermano.

—No es nada. Sólo prométeme que no le dispararas a la WanYin.

—Mmm, lo intentaré. —Lan Wangji salió de la oficina y se dirigió de vuelta a su escritorio. Pero al sentarse no era su caso lo que tenía en la cabeza.

Era Wei Ying.

Una y otra vez veía el dolor en sus ojos. Oía el dolor en su voz. Se sintió afortunado. Todavía conservaba a su hermano. El resto de su familia había muerto cuando todavía era un niño. Había sufrido en carne propia la experiencia de perderlo todo.

Pobre Wei WuXian. Nadie debería vivir su vida ignorando por aquellos que amaba. 

Suspirando, se esforzó por concentrarse en su trabajo. Sin embargo, todo volvía a girar en torno a una cuestión básica.

Necesitaba a un hombre que no quería nada se él ni de esta misión. ¿Como podría convencerlo de que lo ayudará?

—Lan Wangji.

Levantó la vista para mirar a el agente que lo llamo.
—¿Que sucede? 

—Tengo noticias realmente malas. El agente que enviamos ha sido encontrado. Le han cortado la garganta.

Lan Wangji siempre odiaba oír hablar de la muerte de un agente.

—Y la cosa se pone aún mejor.

—¿Qué?

—He investigado las oportunidades de entrar en SPW. El único modo es por invitación. Tienes que ser sometido a un reconocimiento. Son muy paranoicos. Ni siquiera puedo colar un micrófono allí.

—Entonces es Wei WuXian o nada.

—Si él nos falla, no hay nada más que podamos hacer. Él es nuestra única manera de entrar por esa puerta. El juego está acabado antes de empezar.

Lan Wangji no estaba dispuesto a ver cómo todo se echaba a perder.
—Vamos a presionar más a Wei WuXian.

—¿Como?

—Dejemos correr la voz de que se ha escapado de la cárcel. Alargarán su condena y no tendrá ningún lugar dónde escapar.

El agente suspiro fuertemente apretando los dientes.
—Eso es horriblemente cruel.

—Hasta que acepte ayudarnos todo será peor.

Actitud provocadora - WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora