[capitulo 5]

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Mientras lo conducía fuera de la prisión para esperar un helicóptero, Wei WuXian rápidamente comprobó que Jiang Cheng estaba lejos de ser una persona sociable.

Esperó a que Jiang Cheng abriera la puerta del helicóptero. El interior podía albergar sólo a seis personas, pero cada uno de los asientos estaba forrado de un grueso acolchado de cuero color rojo. Había portavasos, conexiones para ordenadores portátiles y mucho más. Era increíble mente lujoso.

Los hombre, que al parecer eran hermanos, ya estaban sentados en el interior.

—Wow —murmuró Wei WuXian—, esto es lo más bonito que cualquier cosa que nunca haya tenido...¿Cuánto ganan?

Jiang Cheng no hizo ningún comentario mientras se sentaba cerca del hombre amable.

Una vez Wei WuXian se hubo sentado, Jiang Cheng inclinó la cabeza hacia los pilotos, que estaban haciendo comprobaciones previas al vuelo.

—Wei WuXian, éstos mocosos son Nan Feng y Fu Yao. Si en el futuro caes en un área de alto riesgo, ellos son los que te casarán del apuro.

Nan Feng se volvió hacia él y le ofreció la mano. Llevaba un casco de piloto que oscurecía completamente su cara.
—Bienvenido. 

—¡Gracias!—dijo Wei WuXian dándole la mano.

Fu Yao fue el siguiente en darle la mano.
—No te preocupes si echo la cabeza hacia atrás y empiezo a roncar cuando estemos volando. Es normal. Estoy aquí solo por si este idiota tiene un derrame cerebral y se muere.

Wei WuXian se puso tenso.
—Eso... no es muy reconfortante.

—Cierto, pero es verdad. No te asustes. Nan Feng sólo se ha desmayado una vez, Jiang Cheng me despertó realmente rápido. Tiene muy buenos reflejos.

—¡No me desmayé!—dijo Nan Feng, apretando los dientes.

—¡Sí lo hiciste!—Fu Yao, se volvió para mirara a Wei WuXian—. Claro que fue porque se había bebido cinco tequilas. Yo le dije que no volará, pero él muy idiota no me escucho. "Solo yo puedo tocar a mi bebé"—dijo con voz burlona y rodando los ojos— Fue asqueroso. Vómito por todas partes... incluso provocó un cortocircuito en el engranaje de aterrizaje, lo cual nos molestó mucho a todos los que estábamos sobrios y éramos conscientes de lo que estaba pasando. Pero ya está bien. Una vez que Jiang Cheng comprendió que no  puede eliminarse del cuero el olor de el vómito, nos comprobó un nuevo helicóptero. 

—Callate y vuelve a dormir, Fu Yao. Estas empezando a molestarme.

Wei WuXian miró a Jiang Cheng.
—¿Hay algún modo de poner algún tipo de división entre ellos y nosotros?

—De hecho la hay, pero no tienes que preocuparte. Fu Yao cierra la boca cuando la hélice empieza a dar vueltas. El sonido del motor le hace conciliar el sueño.

—Genial—dijo Wei WuXian—. Siempre he querido volar con un piloto narcoléptico.

Jiang Cheng sonrío de lado.
—Tranquilo, Wei WuXian. Si quiere conservar sus piernas intactas, no nos estrellara.

—¡Jefe!—refunfuñó Nan Feng—.Fue solo una vez.¿No pueden permitir que alguien se olvide de un único y pequeño error? 

Fu Yao resopló.
—Ese pequeño error me hizo estar hospitalizado durante tres semanas, y casi me cuesta una pierna. 

Wei WuXian sonrió ante aquellas palabras. ¿Que demonios estaba haciendo con esa gente?

Nan Feng se dio vuelta y encendió los motores, que comenzaron a hacer un zumbido apagado a través de material del helicóptero.

Jiang Cheng le entregó un par de auriculares para tapar el ruido mientras Nan Feng los elevaba por encima de la plataforma del helicóptero. 

Mientras ascendían, observó que Jiang Cheng se frotaba el ojo derecho y fruncía el ceño. El hombre amable le dirigió una mirada de preocupación y se dio unos golpecitos en la ceja derecha.

Jiang Cheng asintió.

El hombre amable le respondió con una mueca y señaló el bolsillo de sus pantalones. Jiang Cheng levantó las manos e hizo una expresión que esencialmente quería decir "ya sé que estoy jodido".

Riendo, el hombre amable agarró su maletín y rebuscó en su interior, hasta sacar una pequeña caja de plástico gris. La habrío para extraer una pequeña bolsita de aluminio que le entregó a Jiang Cheng. La expresión de él mostraba que se sentía realmente agradecido al agarrar el paquete y abrirlo.

Se metió en la boca el pequeño comprimido mientras en hombre amable abría una botella de agua y se la entregaba.

Jiang Cheng bebió un trago y se la devolvió.

Wei WuXian quiso reír ante sus acciones. Había una familiaridad entre ellos que mostraba que estaban íntimamente relacionados.

Curioso, miró sus manos. No llevaban anillos de bodas ni de compromiso.

"Interesante..."

Jiang Cheng se recostó en el hombro del hombre amable y cerró los ojos. El hombre amable saco unos papales y se puso a leer. Nan Feng estaba ocupado volando y Fu Yao tenía la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados. Eso solo añadió más confianza.

Wei WuXian miró a su lado, donde el hombre de ojos claros estaba leyendo... ¿Poesía?.

De acuerdo... aquel era un grupo interesante. Una vez más se preguntó que demonios estaba haciendo allí.

Wei WuXian cruzó sus piernas mientras se preguntaba hacia dónde se dirigían. Probablemente debía de hacerlo preguntado a ellos antes de subirse al helicóptero. Pero que importaba. Tenía que ser mejor que el lugar de donde venía. 

Por otra parte, estar en un helicóptero con un piloto narcoléptico, otro que tenía inclinación a los accidentes y unas personas que, según le habían dicho, no tenían ningún escrúpulo en matarlo podía ser interpretado como un acto de estupidez total.

No conocía todos los detalles acerca de la misión que iban a asignarle pero, cualquiera que fuese, tenía que ser mejor que pelar zanahorias con una cuchara, y luego meterla en un procesador de comidas, para sus compañeros porque nadie se atrevía a confiar en él y darle un cuchillo.

Cerró los ojos y trató de concentrarse, pero antes de darse cuánta cayó dormido.

Actitud provocadora - WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora