10 Steve Rogers

432 28 9
                                    

•••

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

•••

Pesadilla | Steve Rogers

Parte 1/1

—¿Estás nervioso?

—¿Debería estarlo?— preguntó Steve de vuelta a su mejor amigo quien solo soltó una risita.

Esa noche sería el primer baile de Steve Rogers, quién diría que después del suero su vida cambiaría radicalmente.

Conseguir a una chica no fue nada fácil. Sé que estarán pensando que eso es imposible, pero tras formar una conversación con las chicas, Steve sabía que ninguna estaba con él por quien era, todas se fijaban solamente en su físico, y eso apestaba.

—Aún sigo sin poder creer que hayas conseguido una cita con ella antes que yo— bromeó Bucky.

—Todo parece un sueño— murmuró Steve. 

—Lo es— aseguró su amigo tomándole el hombro amistosamente.

—¿Qué?

—Lo es para el Steve que no creía en sí mismo— recordó—. Pero ahora estás aquí, estamos aquí— dijo mientras señalaba el club de la otra calle, el cual tenía una música que hacía llamar la atención de las personas. 

—Es hora— susurró Steve antes de acomodar su camisa por décima vez.

—Tú puedes, Steve— lo animó Bucky.

Dando unos pasos dentro del club, justo en la mesa del fondo, una chica esperaba a su pareja, en este caso era al gran super soldado de quien todos hablaban.

Steve quitó sus nervios tras dar dos respiraciones cortas y se dirigió hacia la chica de cabellos oscuros.

Aún recuerda el día en que se conocieron, o mejor dicho, cuando ese mismo día él recibió el suero del super soldado y fue tras aquella persona que asesinó al doctor Erskine, fue una persecución bastante interesante, pues correr a gran velocidad sin detenerse para tomar aire fue la mejor sensación que pudo sentir Steve en su cuerpo.

Sin embargo, no fue una gran sensación al ver cómo Heinz tomaba a una rehén amenazando con matarla si él no se alejaba. Todo paso demasiado rápido para cuando Steve iba detrás de él. No dejaría que se llevara el suero y mucho menos que se llevara la vida de esa persona inocente.

Trató de razonar con palabras, pero Heinz tenía otros planes, así que terminó por arrojar a la chica al agua.

Por suerte, y con ello me refiero al suero, Steve consiguió que el hombre no escapara con la última muestra del suero.

Cuando notó que Heinz se había suicidado al instante de haberlo atrapado, corrió hacia las personas que habían presenciado parte de la persecución para procurarse de que todo estuviera en orden, y fue ahí cuando sus miradas se cruzaron.

Claramente estabas mojada y algunas personas te ofrecieron sus abrigos para que un resfriado no se hiciera notar después.

Steve se acercó y verificó de que estuvieras bien, claro que solo bastaron las palabras "se nadar", para calmar sus nervios. Al menos ya sabía que no estuviste en gran riesgo al ser arrojada al agua.

Esa vez solo intercambiaron pocas palabras, y ninguno de los dos esperaba que ese fuera el inicio de algo más.

Steve apartó esos pensamientos de su cabeza de una sacudida y por fin quitaba todo esos nervios de su cuerpo para aclarar su garganta y llamar la atención de la chica.

—¿Estás lista para nuestro baile?— preguntó alzando su mano.

—Creí que nunca llegarías— admitiste poniéndote de pie.

—No podía dejar abandonada a mi chica.

Reflejaste una radiante sonrisa y ambos partieron a la mitad del salón para abrir el baile entre las demás personas.

Por un momento todos parecían admirarlos.

—Te extrañe Steve— confesaste en un susurro.

—Pero ya estoy aquí.

—No, no lo estás.

Ambos pararon sus pasos y observaron todo a su alrededor, las personas parecían no notar nada, incluso sus murmullos se oían contentos. Steve sabía que algo no andaba bien.

—Steve...¡Steve!— escuchaba a lo lejos, sin embargo, lo ignoraba. Esa voz solo lo traería a la realidad.

—¿Estás bien?— preguntaste al notar que el rubio estaba demasiado nervioso, incluso algo perdido. 

—¿Qué está sucediendo?— fue lo único que pudo decir.

—¡Steve!— exclamó una voz lejana que solo el Capitán pudo escuchar. 

Todo se fue, todo se había desvanecido, lo último que vio fue tu mirada, la mirada de aquella chica a la que había salvado el día en que su vida cambio por completo.

Steve sintió que su cuerpo volvía a moverse, que volvía respirar con tranquilidad, quería abrir los ojos, pero el hacerlo lo traería a una nueva pesadilla, una en la que tú ya no estabas más su vida.

Al abrir los ojos, giró su cabeza en ambos sentidos para cerciorarse de que todo estuviera bien, pero nada lo estaba.

Clint ayudaba a Natasha para mantenerse de pie, mientras que él se encontraba acostado junto a unas escaleras de metal. Tomó aire y trato de ordenar sus ideas y todos sus recuerdos, por un momento todo parecía tan real y ahora todo era un sueño, un mal sueño.

—¿Estás bien?— preguntó su compañero.

Y entonces lo recordó. Recordó como hace años atrás salvó a esa chica, ___________, quién no solo lo vio como el Capitán América, lo vio como una persona honorable dispuesta a salvar a cualquier persona inocente.

—¿Qué sucedió?— fue lo primero que puso formular al ponerse de pie con dificultad.

—Los alterados— murmuró Clint.

—Al parecer la chica jugo con nuestras mentes— afirmó Natasha.

Y ahí entendió todo.

•••

OS actualizado

860/900

Ya saben que si quieren algún pedido pueden mandarme mensaje o comentarlo.

Espero que les haya gustado :)

One Shots | Chris EvansWhere stories live. Discover now