15. El host

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...

Q U I N C E

» La boda. Parte 1.

Este capítulo está dedicado a ti, persona especial que esperó con paciencia. Tienes un lugar en mi corazón.

Está super largo, así que pueden leer un poquito ahora, otro poquito más tarde y lo que queda mañana, así no se olvidan hasta navidad.

Nos vemos :)

...

Beth se sentía sumamente cansada y había dormido hasta tarde, pero en el momento en el que abrió los ojos supo lo que tenía que hacer: Buscar a Jayden. Bueno, eso fue lo primero que pensó, pero lo que hizo fue buscar a Casey para preguntarle donde estaba su compañera de habitación, Maddie.

¿Por qué? A pesar de las cosas bonitas que le habían pasado el fin de semana, alguien estaba asesinando personas en el internado y ella tenía que descubrir quién podría ser.

Unos minutos después, Beth estaba dentro de su habitación con Casey, quien caminaba nerviosa de un lado para el otro.

—Solo hablarás con ella ¿cierto? —preguntó Casey.

Beth asintió observando aquel objeto en sus manos.

—¿Y por qué tienes esa cuerda contigo? —continuó la ojiazul—. Me estás asustando.

—¿Por qué te asustas? Después de convivir con Matt todo debería parecerte normal —le recordó Beth.

Casey caminó hasta la puerta de la habitación y se asomó. Giró la cabeza hacia ambos lados y, en el último segundo, su expresión cambió a una de inseguridad.

—Allí viene Maddie —avisó.

Beth se situó detrás de la puerta con la cuerda en la mano.

—Casey, no sé qué quieres, pero espero que sea importante —escucharon la voz de Maddie ingresando a la habitación—. ¿Y de quién es este cuart...?

Cuando Maddie dio el tercer paso dentro, Casey le dio un abrazo paralizándola y Beth aprovechó el momento para pasar la cuerda alrededor de ella, atándola con facilidad.

Maddie no comprendió, pero no se movió un solo centímetro. De hecho, se impulsó hacia abajo quedando sentada en el suelo para que la ojiazul dejara de abrazarla y no opuso ninguna resistencia en cuanto a la cuerda alrededor de ella.

—Lo siento, Maddie —se disculpó Casey.

—Pero qué. Yo... Solo voy a contar hasta cinco y espero que cuando termine no tenga ninguna maldita cuerda alrededor de mí.

—¿Y qué pasa si sigue alrededor de ti cuando llegues a seis? —preguntó Beth de forma inocente apareciendo frente a ella.

Maddie frunció el ceño sin comprender.

—Entonces te enseñaré algo bonito. ¿Te gustan las tijeras?

—Me gustan los libros y creo que la sangre es bonita —respondió Beth sosteniendo sus brazos detrás de su espalda y balanceándose ligeramente de atrás hacia adelante.

—Ya lo creo, niña loca —dijo Maddie entre dientes.

Beth asintió nada ofendida y estiró una mano en dirección a Casey, quien le pasó el libro que la pelirroja había encontrado la semana pasada, el mismo día que murió otra persona.

El tormento del Asesino © [Trastornos 2]Where stories live. Discover now