Él o yo... y yo ya hice mi elección.

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

Grace

Aprovecho este momento de soledad para cambiarme al pijama designado en primer lugar. Deslizo la sudadera gris sobre mis brazos y torso cuando la puerta de mi habitación vuelve a abrirse. Niall tiene arremangada la camisa y ya no tiene puesta la corbata.

—¿Segura que estás bien? —vuelve a preguntar y yo a asentir.

—Segura. —suspiro. No puedo dejar que Niall indague más después de presenciar tal cosa. Así que por más que no me guste, por más que lo odie y lo deteste, debo hacer esto— Estaba muy ebrio, creo que no media lo que hacía...

—Yo creo que si lo sabía. —contraataca.

—No, tranquilo. Pero gracias por eso...
Seguramente mañana o no recuerde nada o si lo hace, se disculpará.

—Grace... —advierte no muy convencido— Dime una cosa.

—¿Qué?

—¿Porqué no quisiste saludarlo al inicio y cuando Maxim te lo pidió? —mierda— ¿Porqué te enfadaste tanto cuando lo viste y cuando llegaste del colegio ayer? ¿Porqué quieres excusarlo ahora? Dime, ¿Qué habría pasado si no llego y Luciano te hace algo? —joder, piensa— te eh estado observando.

—De empresario a psicoanalista, cada vez me sorprendes más. —camino hacia tratando de verme relajada hacia el tocador del clóset donde tomo mi cepillo para el cabello. Sigue húmedo, es por eso que deshago los nudos del mismo observando al irlandés a mis espaldas.

—No respondiste mis preguntas.

—No tengo nada que decir, no estaba ni he estado de buen humor últimamente. Pero estoy bien.

—Ajá.

No me cree y tiene los motivos suficientes para no hacerlo. Necesito sacar a flote mis bellos dotes ocultos y hacerle creer que todo está bien. Es por eso que me incorporo dejando el cepillo de lado. Como si hace apenas un rato Luciano Ranieri no hubiera tratado de abusarme una vez más.

Me atemoriza pero mi estándar no me permite demostrarlo. Me acerco y le devuelvo el saco albanés con el que me cubrió. No puedo evitar pasar las manos sobre su pecho, tocando los duros pectorales que posee.

—Gracias. —confieso nuevamente.

—Díselo.

—No es necesario. Te juro que no pasa nada. —asevero más la voz, sus facciones se relajan por momentos.

—¿Hay algo que deba saber? —niego con tranquilidad.

—El alcohol funciona de diferentes formas en el organismo. Agresividad, tristeza... y en este caso, quizás me confundió, estaba borracho. Además, no quiero más problemas, suficientes tengo con soportar las sandeces de mi padre. ¿Crees que me va a creer? —no responde. Sabe que tengo razón.

—Eres su hija...

—Me llamó hija de puta y me abofeteó, lo dejo a tu criterio. —me alejo y suspiro— Solo un tiempo más...

—¿Para que?

—Para graduarme y largarme de Irlanda si es posible. —le veo fruncir el ceño en el reflejo del espejo.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| © Where stories live. Discover now