San Tobías, 2021

2 0 0
                                    

Cada día es un nueva oportunidad. Es lo que me digo cada vez al despertar. Hace 5 años habría vomitado si pensara que diría esta clase de cosas. Pero lo digo totalmente enserio. Muchas veces pasamos los días desapercibidos, entre obligaciones, rutina, fechas de entrega, pacientes, reuniones, horas de llegada, que no logramos apreciarlo por lo que es, una oportunidad para acercar tu vida a lo que siempre has logrado ser. En mi caso, libre.

●●●

La gente es muy simpática en mi nuevo trabajo, quizás porque estamos en el campo, las personas son más humildes, más cálidas, me encanta.

- Alena, mucho gusto, soy Gustavo, el jefe de cirugía del hospital.

- Buenos días, Gustavo. Mucho gusto también.

- He escuchado mucho de ti. La nueva enfermera de la ciudad. Estamos muy contentos que aún haya gente joven que quiera venir a trabajar a lugares más recónditos. Se necesita mucha ayuda.

- Si, es una lástima que seamos tan pocos. Acá el ambiente de trabajo es mucho más agradable que en la ciudad. Se siente más cariño.

- ¡Exactamente! Pienso igual. - Sonríe muy amablemente, debe de tener 10 años más que yo. - Bueno, sólo pasaba para saludar y presentarme. Que tengas un excelente primer día.

- Muchas gracias, doctor.

Mi día iba excelente. En la mañana tuve que atender a paciente post - quirúrgicos, hacer procedimientos bastante simples. Pero ahora en la tarde tuve que estar 5 horas de pié en una cirugía. Estoy agotada, pensé que el primer día sería más tranquilo, pero da igual, adoro mi trabajo.

●●●

Llegué a mi nueva casa, pequeña pero acogedora. Justo para mí.

Me preparé la cena y puse a John Mayer en los parlantes. "Gravity" me da una dosis extra de endorfinas. Perfecto para cenar mientras leo alguna novela. La guitarra envuelve la sala de estar, me envuelve a mi, la siento casi como un abrazo acogedor.

A veces lo extraño. Como amigo. Como confidente. Como compañero.

Hace diez meses rompí con mi novio de tres años. Fue muy doloroso. Hubo mucha historia. Muchas anécdotas. Debo decir que Cristian ayudó mucho a mi crecimiento personal. Fue una relación muy sana, pero no era para mí.

Aún lo amo, creo que siempre lo haré. Pero no todo amor debe ser romántico. Cristian fue mi amor de alma. Ese amor que construye, amor familiar. Pero, no un amor pasional. Una parte de mi siempre lo supo, pero quería convencerme que Cristian y yo eramos de ésos amores, saben. Ésos amores que la gente busca, pero no fue así. Cristian y yo estábamos destinados a encontrarnos, a hacernos crecer, hacernos aprender a amar sanamente, pero no a terminar juntos. La vida nunca deja de sorprender.

●●●

Si bien, extraño mucho mi antigua vida, mis amigos, vivir en la ciudad, salir a recorrer parques en bicicleta, salir de fiesta con mis amigos de la facultad, debo admitir que adoro mi vida acá. Vivir completamente sola en mi pequeña casa me ha obligado a explorar mis silencios, sanar heridas, perdonar falencias internas. Se podría decir que cada vez soy menos una desconocida para mí misma, algo que busque por muchos años pero no lograba encontrar, al parecer es real aquello que siempre dicen "todo a su tiempo".

Hoy por la tarde vendrá a mi casa Jacinta, es una tecnóloga médica que trabaja en mi mismo piso del hospital. Se podría decir que es mi amiga más cercana de San Tobías.

Preparo la sala de estar para poder ver la nueva temporada de un programa que empezamos hace unas semanas. Justo Jaci me llama.

- ¡Ali! Que bueno que justo me contestaste. Llamaba para decirte que llegaré un poco antes, el jefe me dijo que ya estaba lista por hoy.

- Aah, ¡perfecto! Genial. - Hago una pequeña pausa. - Ey, justo estaba por pedir sushi, aparte del tempura que se que quieres, ¿Quieres otro más?

- Amo que me conozcas. - Ríe. - Emmm... alguno envuelto en palta, estaría genial.

- Vale, perfecto.

- Gracias, guapa. Llego en veinte minutos. No me extrañes.

Llevo dos meses acá, Jacinta es un amor, ella es de San Tobías, estudió en Buenos Aires y luego de graduarse volvió aquí. Dice que no hay nada como el aire de campo. Cada vez le encuentro más razón, es casi terapéutico.

Jacinta pasó a buscar el sushi, como estamos en el campo no existe el despacho de comida. Ambas estamos casi repletas de comida mientras terminamos de ver el tercer capítulo de la mueva temporada de Outlander, la verdad no hemos puesto atención después de los primeros diez minutos del primer capítulo.

- Entonces, deja ver si lo entendí. - Mira hacia arriba antes de seguir. - Estuviste tres años con Cristian, tú rompiste con el. Cristian te odia asique tuviste que distanciarte de tu amiga, ¿Gia? Porque son amigos y no querías complicar las cosas, ¿Es eso?

- Mmm, algo así. Pero entendiste la idea. El punto es que ... - Me interrumpe.

- Nos conocemos hace dos meses. ¡DOS MESES! ¿Y acabo de enterarme de ésto? ¡¿Acabo de enterarme que hace un año rompiste con tu novio de tres años?!

- Sabes que soy algo reservada.

- ¿Algo reservada? Mejor me quito la duda de inmediato. No tienes tres hijos en el sótano ¿verdad? O quizás un esposo narcotraficante que es dueño se la mitad de Suiza, ¿no?

Ambas explotamos de la risa.

- Eres una idiota. Es de la mitad de Bélgica, Suiza sería demasiado.

- Aah, claro. Que idiota soy. - Niega con la cabeza mirandome. - Joder Ali, vas a tener que contarme más de tu vida.

- Está bien, pero no prometo mucho. No me gusta hablar de mi vida.

- ¿Y eso porqué?

- Digamos que al venirme a San Tobías, dejé el drama en Buenos Aires, bien lejos de mi. - Abre sus lindos ojos verdes de par en par.

- Vas a tener que darme más que eso, mujer. Mi curiosidad está en su máximo nivel.

- Todo a su tiempo Jaci, Todo a su tiempo.

Flotando Con Las Estrellas (We Had It, Almost)Where stories live. Discover now