Córdoba, 2016

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Se me hace muy difícil no mirarlo. Aunque no quiera, aún lo odio. Ha pasado un poco más de un año y aún no logro sanar por completo ese dolor. Pero aún entrenamos en el mismo lugar, nuestros amigos que entrenan con nosotros nunca actuaron diferente. Ni cuándo estábamos en algo, ni cuando lo dejamos, quizás es porque así funcionan las familias. Las discusiones no separan a las familias.

- Creo que ya no están juntos.- Dijo Alondra. Si es que es posible ella lo odia más que yo.

- No me importa, de todas formas, volverá tras ella. Siempre lo hace. No puede estar solo.

- No sabe estar solo, asique busca a quién dañar.

Ok, definitivamente ella lo odia más que yo.

Alondra es una chica con la que entreno, somos muy amigas. Ambas estamos en la selección de volei del colegio. Es una de las selecciones más series del colegio. Somos como una gran familia, el entrenador es como nuestro segundo padre y todos los jugadores somos casi hermanos. Excepto Vicente y yo. Digamos que tenemos historia, de esas que parten como un juego, poco a poco vas subiendo hasta tocar las estrellas, obviamente la gravedad hace su suyo y caes de azote al suelo. Digamos que en esa historia la gravedad tenía nombre y apellido, Vicente Gostino.

Luego de la práctica me quedé ayudando al entrenador a guardar las cosas mientras esperaba a mi madre para que me viniera a buscar.

- Alena. - Dice muy serio mientras guardaba los balones.

- Qué pasa, entrenador?

- Hoy en la mañana recibí por correo la respuesta de aplicaciones para las becas deportivas. - Mierda, todo mi cuerpo se tensa. - Felicitaciones! Te dieron el puesto para enfermería!

Lo abracé fuerte. Estaba demasiado contenta! Pero algo me quedó dando vueltas.

- Dijiste, becas? Así el plural?

- Ah, si! Lo bueno es que no estarás sola. A Gostino también lo aceptaron!

- Que? Vicente? Cómo?

- Sí, conozco al entrenador de la la Universidad de Buenos Aires, le hablé de ustedes que son excelentes jugadores. Asique ahí ayude en el proceso.

El entrenador sabía que algo había pasado entre nosotros, pero no sabe que ocurrió después.

- Aah, no sabía. Bueno, supongo que algo de compañía va a ayudar. - La peor sonrisa falsa se situó en mi cara.

Me siguió poniendo al día sobre fechas de convocatoria para la selección. En dos semanas más debería partir a Buenos Aires para comenzar mi nueva vida. Lástima que parte de mi pasado estará inmersa en mi futuro.

● ● ●

Los chicos del equipo organizaron una fiesta de despedida para quienes se irán a estudiar fuera de Córdoba. Vicente y yo somos los únicos que seguiremos en otra selección, por lo que solo nosotros debemos irnos antes para los entrenamientos ya que parten antes que las clases. Mauro, Felipe y Cristina se van en un mes más, por lo que esta fiesta es prácticamente para Vicente y para mi.

Hay muchísimo alcohol. Hace unos 20 minutos con Alondra llorabamos diciendo todo lo que nos extrañaríamos. Ahora nos reímos a carcajadas y no recuerdo porque.

Todos están eufóricos. La música a todo volumen, algunos bailan, otros juegan para tener alguna excusa para beber más. Mañana me voy y Vicente en dos días más.

Siento que me toman el brazo por detrás. Una mano grande, cálida que mi cuerpo reconoce de inmediato.
- Hey.

- Que tal, Vicente.

Luego de que todo terminó, hemos hablado como tres veces. Bueno si gritarse a la cara y tirarse mierda cuenta como hablar, entonces sí, hemos hablado tres veces, ésta sería la cuarta.

- Bien, con algo de nostalgia. - Mm esto esta algo incómodo. - Mira, quería proponerte un trato.

- Un trato?

- Se que después de todo, las cosas entre nosotros son polémicas. Pero ambos vamos a una ciudad donde no conocemos a nadie, seremos compañeros de equipo. Te parece si hacemos un alto al fuego por un bien común? - Sonríe esperando aprobación.

Lo miro frunciendo los ojos. Vicente siempre trama algo.

- Mmm, no lo sé. Cómo se que no es una trampa?

- Una trampa? - Ríe. - Porqué querría hacerte una trampa?

- No lo se, dímelo tú. La historia tendrá algo que decir, no?

- Vamos, Alena. Ya hemos hablado de ésto. Sabes que las cosas no fueron así.

Miré al cielo. - Da igual, podría ser de utilidad el alto al fuego y ser amigos como antes. - Sonríe. - Pero ojo. - Le apunté la cara con mi dedo índice. - Nada de jueguitos.

- Lo intentaré. - Me regala una sonrisa pícara. - Ven. - Me toma la mano y me lleva a donde están todos y grita. - Un brindis por el alto al fuego!

Todos gritan. El equipo completo fue testigo de muchas peleas, guerras y discusiones, por lo que esto es real motivo de celebracion. Excepto para Alondra, quien me fulmina con la mirada mientras se me acerca, se viene el sermón del año.

- Alto al fuego?

- Tranquila, es por un buen común. Dejamos todo claro, amigos. Aparte ya todo está sanado.

- Mmm. Espero no tener que secar mocos después. Joder te extrañaré maldita. - Nos abrazamos fuerte. Y lloramos denuevo.

Flotando Con Las Estrellas (We Had It, Almost)Where stories live. Discover now