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Jungkook abrió los ojos, sobresaltado cuando el timbre interrumpió sus sueños. Desorientado, secó el sudor de su frente con el dorso de su mano mientras imágenes difusas corrían por su mente. Miró su mano y arañó una de sus cicatrices, preguntándose qué estaba mal. Usualmente, no solía pensar en el pasado, pero algo había estado martillando en su mente luego de hablar de él en voz alta.

El timbre volvió a sonar, recordándole que alguien ahí estaba esperándolo. Revisando el reloj, frunció el ceño al notar que era pasado de medianoche. Si Jiho lo necesitaba en medio de la noche, solo entraría sin avisar. Si algo hubiera pasado con sus primos, estos lo habrían llamado de antemano.

Finalmente, las opciones se agotaban.

Jungkook caminó hasta la puerta, suspirando cuando la persona desde el otro lado tocó de nuevo. Pasando los dedos por su cabello, miró la pantalla con extrañeza al descubrir que se trataba de Taehyung.

¿Eran lo suficientemente cercanos para esa clase de visitas? Aunque, claro, no era como si Jungkook entendiera qué era tener una amistad normal.

―Tenemos que hablar ―dijo Kim apenas le abrió, pero su rostro lleno de preocupación se transformó rápidamente en una expresión tímida cuando lo miró―. Oh...

Jungkook asintió, ignorando el sonrojo en sus mejillas. Taehyung entró como un robot, quitándose los zapatos mientras luchaba por centrar su mirada en el piso y no en el cuerpo semidesnudo del menor. En su defensa, jamás creyó que el chico recibiría a un invitado en esas fachas, incluso si era realmente un autoinvitado. ¿O quizás no le importaba porque él ya había visto prácticamente todo el día que se conocieron? Sin embargo, ahora que había más confianza entre ellos, ¿no se estaba volviendo raro?

―Es primera vez que alguien me visita a esta hora ―admitió Jungkook, mirando hacia la cocina mientras Taehyung tomaba asiento―. ¿Debería ofrecerte algo de beber? ¿Comida, tal vez? En realidad, si estás aquí, ¿debería sentirme preocupado? ―y ahora lo miró―. Porque estoy seguro de que usualmente nadie visita a una persona después de medianoche. Y también estoy seguro de que ibas a celebrar el cumpleaños de tu mejor amigo hoy. ¿Acaso ya terminó la fiesta?

―Yo... hui o algo así ―musitó, tocando su cabello con nerviosismo―. No necesito nada, gracias. Solo... ¿podemos hablar de algo muy importante? De hecho, es la clase de noticia que preferiría darte mientras estás sentado.

Jungkook torció el gesto, pero cedió a su petición. Taehyung casi saltó del sofá cuando el menor, en vez tomar distancia, se sentó junto a él, esperando lo que tenía que decir.

―De acuerdo, te escuchó ―lo impulsó a hablar.

―Sí, bueno... ―rio nervioso, cubriendo su rostro con una mano―. No es que quiera ser exigente, pero... ―intentó decir, entrando en pánico cuando el menor tomó su mano―. ¿¡Jungkook!?

―¿Peleaste con alguien? ―el menor, ignorando por completo su sentir, inspeccionó la mano con la que intentaba cubrirse―. Iba a decir "no luces como la clase de persona que pelea a golpes", pero, viendo esto, es un hecho que es así ―rio entredientes, incrédulo―. No sabes golpear.

―¿Gra-gracias? ―balbuceó, su corazón derritiéndose cuando Jungkook estiró sus labios en un puchero, mirando con lástima sus dedos magullados―. Es primera vez que golpeo a alguien.

―¿Ganaste?

―No sé sintió como una victoria ―musitó, sintiendo su espíritu caer. Había ido hasta ahí para decirle la verdad a Jungkook, pero ¿cómo se comunicaba algo así? ―. Puede que me haya dolido más a mí que a él.

―A veces pasa ―intentó consolarlo, poniéndose de pie―. Espera aquí, iré por un botiquín.

―B-bueno ―balbuceó, queriendo llorar. ¿Por qué Jiho engañaba a un chico tan perfecto? ―Si aprovechas de ponerte algo de ropa, tampoco me molestaré ―añadió, frotando sus ojos.

Hoy somos azul [TaeKook]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon