21. No es como si tuviera otra opción...

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—¿Vienes, Shinomiya?— pregunta el pez.

Sus ganas de ir a desayunar son nulas y se queda callado, acostado en su cama, dándole la espalda a la puerta y a los otros reclusos.

Y es cuando ellos se marchan y puede oír la puerta cerrarse, que Shinomiya suelta las cobijas que sujetaba con presión. Sus manos, que se enrojecían por ese mismo agarre fuerte, volvían a su tono usual en cuestión de unos segundos.

"No voy a ir a desayunar. ¿Creen que soy estúpido?, ¿creen que voy a permitir que me quiten mi comida y me humillen otra vez?, no... ya no quiero que me maltraten más. No comeré, no me importa si me muero. No voy a dejar-"

—¡Shinomiya!

La voz de alguien lo saca de sus pensamientos y lo asusta. Es suficiente para que empiece a temblar del miedo, mientras se gira hacia la voz.

—Levántate, vas a tu terapia con Koco, apúrate. — es una mujer uniformada que lo mira con impaciencia

Una lágrima cae por la mejilla derecha del chico y luego se levanta de la cama, aún temblando.
Se aproxima hacia la salida con la postura algo encorvada y todo parece relativamente bien, hasta que siente que su interior se revuelve con dolor y una gran arcada lo hace cubrirse la boca con la mano derecha.

Siente ganas de vomitar y se dirige al baño de la celda.







—¿Te sientes mejor ahora?— le pregunta Koco.
Ya está en la pequeña oficina donde recibe su terapia. —Devolviste antes de venir aquí, ¿no es cierto?

—Sí... era mi medicina para la ansiedad lo que devolví, así que tuve que tomarme otra. Pero me duele la cabeza; la verdad me siento igual de mal que siempre. Las medicinas que me dieron en el hospital eran un poco fuertes y me tenían durmiendo todo el día, ya no quiero tomármelas.

—Podemos bajar unos cuantos gramos, pero no hasta que mejores un poco. Sería malo subir y bajar la intensidad de tus medicinas de manera tan repentina por segunda vez, así que tendrás que esperar unos meses. Por el momento puedes tomarte solo la mitad de cada pastilla.

El chico solo asiente.

—Shinomiya... necesitamos hablar sobre algo muy importante. Pero necesito que guardes la calma y me escuches.

—¿Es algo malo?

—Sí. Desafortunadamente. ¿Crees que puedas hacerlo?, podemos esperar a que tu pastilla haga más efecto. Debo contártelo lo más pronto posible.

El chico miró a Koco a los ojos, sus verdes pupilas parecían llenarse de pánico.

—De- De acuerdo... puedo hacerlo, dime.

—Hay personas muy influyentes involucradas en este lugar y una de esas personas es Goro Minami. ¿Sabes quien es?— El chico asintió impaciente. —Vólkov me dijo que Minami y la doctora Murakami está haciendo experimentos clandestinos para el desarrollo de un individuo con múltiples naturalezas y tú eres alguien muy valioso para esa investigación, por lo que están intentando trasladarte a un hospital psiquiátrico, pero en realidad te llevarán a donde hacen sus pruebas. Esas personas pueden lastimarte mucho, Shinomiya; sin embargo... Vólkov está dispuesto a ayudarte si cooperas con él en algunos asuntos.

—Y... ¿por qué Vólkov me ayudaría...?

—Lo hace por su propio beneficio, aunque, quizá es la única manera de salvarte de Goro Minami. Yo sé que Vólkov no es la persona más confiable y-

Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Where stories live. Discover now