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16° libro: El Fantasma de la Ópera.

"La música posee una virtud que hace que no exista nada en el mundo exterior fuera de esos sonidos que invaden el corazón."

El sonido estruendoso de un relámpago fue lo que logró despertarlo de sus sueños, Park JeongWoo se levantó de su cama agitado, no le gustaban las tormentas, y menos si estaba solo en la habitación.

Usualmente cuando algo así pasaba, se despertaba y era fácil ir al lado de Watanabe Haruto, a él no le molestaba en lo absoluto, pero ahora todo era diferente, estaba solo en el departamento, no había nadie más en aquella cama que se encontraba del lado de la suya.

Park JeongWoo dirigió su mirada hacia la cama vacía de Watanabe Haruto, allí se encontraba aquel oso café oscuro, otro rayo iluminó la habitación, JeongWoo inmediatamente colocó sus manos en sus orejas para poder evitar escuchar el trueno.

Se levantó de su cama y se dirigió a la de Watanabe Haruto, agarró ese oso de peluche y se regresó a su cama, no tenía a Haruto, pero sí a Kumamon, tal vez eso lograría relajarlo aunque sea un poco.

Claro que no funcionó del todo, pues los truenos se hacían cada vez más estridentes y no podía evitar esconderse bajo las cobijas para evitar escuchar aquellos truenos, no le gustaban las tormentas eléctricas, odiaba verse a él mismo tan miedoso ante esa situación, odiaba necesitar la compañía de alguien para pasar la tormenta y poder conciliar el sueño.

De nueva cuenta despertó, se levantó de su cama con el oso aún en sus manos y salió de la habitación, tal vez un vaso de leche tibia lo ayude a dormir.

Se dirigió hacia la pequeña cocina y encendió la estufa para después disponerse a llenar una pequeña olla con una taza de leche, en verdad que lo necesita, JeongWoo dejó al peluche de Haruto sobre la mesa y lo miro.

— No me mires así, sé que tengo miedo y no es para tanto, pero... creo que necesito a Haruto, no es lo mismo sin él.

Su mirada regresó hacia la estufa, y de vez en cuando movía un poco la leche para que está no se pegará a la pequeña olla.

— ¿Gustas un poco, Kumamon? —dijo JeongWoo algo desinteresado—. Creo que enloqueceré si te sigo preguntando, eres solo un peluche, uno muy importante para Haruto.

JeongWoo sirvió la leche tibia en una taza y se sentó justo en frente de aquel peluche tan querido por el pálido.

Tenía que ir a ver a Watanabe Haruto por la mañana, ya se estaban cumpliendo dieciséis semanas desde aquel accidente y él aún no había despertado.

— ¿Crees que despierte? —pregunto JeongWoo viendo al peluche—. DoYoung ya perdió las esperanzas, dice que tal vez no despierte, pero... estoy muy seguro de que él despertará.

Un abrigado Park JeongWoo entró a la habitación del bello durmiente, Watanabe Haruto seguía perdido entre sueños profundos

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Un abrigado Park JeongWoo entró a la habitación del bello durmiente, Watanabe Haruto seguía perdido entre sueños profundos.

— Haruto, he llegado —JeongWoo dejó el paraguas recargado en la pared cerca de la puerta, se quitó su abrigo y lo dejó en un pequeño perchero que se encontraba allí—. No ha parado de llover en toda la noche, pero al menos se terminaron los rayos.

El castaño agradecería que ya no hubieran más rayos, había dormido bien después de aquella taza de leche tibia, pero aún así podía escuchar los truenos entre sueños.

Park JeongWoo se quitó la mochila y de ella saco el siguiente libro, suspiro aliviado, pensaba que se mojaría el libro, pero no fue así, se acercó a la ventana de la habitación y miró hacia afuera, el cielo era de un gris que llegaba al blanco y las gotas seguían cayendo, había pocas personas en las calles, al parecer nadie quería salir por la tormenta.

— Haruto, el doctor me ha dicho que has mejorado un poco más, eso me pone muy feliz, dice que la actividad cerebral va mejorando poco a poco, ahora reaccionas más rápido, se lo diré a los chicos en cuanto me vaya, será lo primero que haga.

Por la mente de JeongWoo paso la imagen de DoYoung, ¿sería buena idea decirle? Ni siquiera JeongWoo lo sabía, DoYoung había perdido las esperanzas, pero JeongWoo sabía que DoYoung solo ya estaba desesperado, sabía que él estaba seguro al igual que todos de que Watanabe Haruto despertaría.

— DoYoung... ha perdido las esperanzas, pero sé que despertarás, y él también lo sabe, solo... solo está cansado de esperar, creo que todos estamos de la misma manera, te extraño mucho Haruto, tienes que despertar, haz el esfuerzo.

JeongWoo se sentó en su respectivo lugar y no pudo evitar agarrar la mano de Haruto, aún eran frías, pero JeongWoo pudo sentir un poco de calidez.

— Hay que comenzar con el siguiente libro, me emociona tanto saber que ya he avanzado mucho de tu estantería, aunque me gustaría leer más lento para no terminarlos tan rápido. No quiero ser quien te desconecte, quiero ser quien te vea despierto. Por favor, Haruto, enséñame de nuevo tus hermosos ojos marrones.

El castaño dejó la mano de Haruto y abrió el libro, de nueva cuenta aquella nota escrita a puño y tinta.

"La música es el sentido del alma, Park, si alguna vez tienes algo que decir, no hay mejor manera que una bella melodía para expresar lo que sientes."

— Tienes razón, no hay mejor manera, ¿por qué crees que te canté en tu cumpleaños? Te quiero Haruto.

JeongWoo comenzó a leer "El Fantasma de la Ópera" de Gastón Leroux, para su bello durmiente.

JeongWoo comenzó a leer "El Fantasma de la Ópera" de Gastón Leroux, para su bello durmiente

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Mi bello durmiente ꒰⭐️꒱ HaJeongwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora