Capítulo 38

51.2K 7K 5.1K
                                    


Gabriel

A este punto ni yo sé qué es lo que estoy haciendo.

Todo el fin de semana le había escrito mensajes a Juan para preguntarle sobre el gato Pantuflas ―sí, el gato. De hecho, yo mismo le había pedido si podía bajar a alimentarlo porque de todas formas tiene unas copias de mi llave "para emergencias" y el aceptó ¡Yo! Pidiéndole a alguien si puede alimentar a un gato―.

Segundo, hace rato había respondido a un comentario que Roberto, mi hermano si es que se le puede llamar así, había dejado en una fotografía reciente de Lu. El escribió algo como «por fin una foto sin Gabriel» y yo había contestado con una imagen de Luna y yo en mi cama y lo etiqueté a él claro y después Luna la compartió preguntándole si ya le hacía falta verme.

Y, tercero, le había dicho a Lu que me encanta.

Es que fue algo que pensé nada más, pero cuando caigo en cuenta ya lo he dicho en voz alta ¿Me arrepiento? Pues no. A ver, es que... ¿cuántas veces en la vida vas a encontrarte a alguien con la voz de Lu? Porque esta mujer hasta cantando en duranguense hace que las canciones me gusten y se estoy diciendo así exactamente, entonces suelta una risotada y su respuesta es:

―Pues voy a contestarte a cómo yo sé hacerlo.

Vuelve a ubicarse frente al piano. Sí, es que la verdad yo ya no sé qué esperarme de Luna. Se queda pensativa un momento y con ello me provoca un suspenso que se va al carajo cuando empieza a tocar una melodía que a pesar de ser en piano clásico, sí que reconozco de inmediato. Suelto una carcajada cuando comienza a entonar la canción "Me encantas" de Pedro Fernández.

Sí, esa canción... en piano, si no la estuviera escuchando ahora mismo diría que no hay forma de que eso suene bien en piano, pero la verdad es que sí y el plus es la voz de Lu.

¿Y cómo hace que suene así de buena? No sé. Sí, definitivamente, nunca sé qué esperarme de Lu.

―¡Noooo!... ―Grito fingiendo preocupación. Aunque, a decir verdad, parece algo que sí escucharía todos los días, pero no se lo dije así, por supuesto. ―Ahora no voy a poder sacarme esa canción de la cabeza.

―¿Que te la cante todos los días me estás diciendo? Estoy segura que en duranguense suena mucho mejor. Le diré a Pepe que me traiga la guitarra.

―Nooo... bueno sí, pero no para que me cantes esa canción en duranguense... ―Hago una pausa todavía con la cara perturbada y agrego con sorna: ―Puede gustarme, Luna.

No sé si es el gesto o la forma que lo digo que hizo reír a Lu, pero no puedo agregar nada más porque en ese momento veo el siguiente mensaje de Juan en la pantalla de mi celular y estoy seguro que es otra foto del animal.

De: Juan

Me cae mejor que tú.

No me equivoqué.

A su texto le agrega otra fotografía, la número cincuenta de todas las que me ha enviado desde el sábado y es que yo no debí preguntarle sobre el gato, pero lo hice y él se había encargado de llenarme la galería de fotos. La imagen es de la fiera recostado en mi cama y también Juan está junto a él ¡En mi cama! Y vuelvo a leer el mensaje cuando un segundo texto aparece:

De: Juan

Tiene un poco de mal humor como tú, pero él sí está bonito.

Entonces, yo le contesto con sorna:

Para: Juan

Ah, pues gracias.

Le muestro las fotografías a Luna, con los mensajes claro y suelta una carcajada, pero no por el mensaje anterior, sino por un segundo que Juan había dejado en teléfono y dice:

Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora