Dónde tú eres la protagonista de esta historia.
→Los OS me pertenecen originalmente a mi, él resto de los personajes a David Cage y Adam Williams.
→Por ahora sólo escribo personajeXreader.
→Está obra puede contener errores de ortografía.
→[N/A: Proh...
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Tu mejor amigo decide llevarte al 'Club Eden' como regalo sorpresa de cumpleaños. Lugar donde te encuentras con una linda peliazul, quién podria dejarte cautivada al instante.
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25 de Julio, 2038. | 6:45 PM
POV'S WRITER.
—¡Bienvenida cariño!
—¿Porqué me has traído hasta acá? —preguntaste frunciendo el ceño mientras observabas el gran letrero iluminado.—¿Qué te hace pensar que ver autómatas casi desnudos... no sé, sería un buen regalo?
—Te encantara amiga. —comento tu mejor amigo, Allen.—No seas aguafiestas.
—¿A mí o a ti, Allen? —cuestionas levantando una ceja. El ríe aceptando la derrota.
—De acuerdo, más para mi que para ti. —ruedas los ojos para luego intentar salir del lugar.—Oh, chica vamos. ¡Por favor, quédate unos minutos más! —suplicó juntando ambas manos.
—¿Porqué YO, querría entrar?
—Hay buenos androides dotados amiga.. —levanta y baja las cejas mientras sonríe con picardia.—Y señoritas androides.
—Eres tan asqueroso. —te cruzas de brazos y frunces los labios .—Realmente no sé como es que eres mi mejor amigo. Por cierto... ¿En dónde estan los demás?
—No lo sé, creí que ellos estarían esperándonos en estos momentos. —se encogió de hombros.
—Da igual, ¿entramos? —preguntas obsevando la puerta del lugar de manera curiosa.
—Sabía que aceptarías. —se burló Allen para tomar tu brazo y adentrarse al lugar.
Desde el instante que entraron ya habían varios androides colocados en una especie de cabina trasparente. «Si que son atractivos» pensaste observando a la mayoría.
—Ven, acompañame. —caminaron hacía una habitación con largas cortinas rojas y se adentraron, era bastante amplia había una cama, un sillón largo de color negro y un tubo en medio de este.
—Aquí te darán un show especial. —sonrió y te guiñó.
—¿Quién?
—¿Una chica? ¿Un chico? No tengo la menor idea, sólo que su nombre es Traci.
—¿De acuerdo? —asientes confundida y suspiras sentándote en el sofá.
—Te dejo amiga, me iré a observar a los chicos. —se mordió el labio y tu solo ruedas los ojos.—Disfruta tú regalo, perra. —salió con aires de diva.
—Sí, sí... ya largate. —murmuras de mala gana moviendo ambas manos sin interés.
Habían pasado algunos minutos y nadie aparecía. ¿Acaso era una broma de Allen? «te mataré, si es lo que creo», maldijiste observando el lugar por novena vez.
