Jasper que estaba a su lado apretó su mano, en señal de calma. Este analizó las palabras del cobrizo si alguien entró en casa del mismo, buscaban algo relacionado con ellos o con la humana. Sea lo que sea afectaría directa o indirecta a su mujer, y eso no lo toleraría. Ya había indicios de los que tanto atemorizaba la cuidad de Seattle, cada vez se hacía más contundente. Los neófitos estaban haciendo de las suyas, y estos no eran creados por amor al arte. Alguien estaba detrás, además de conocer el don de Alice y se aprovechaba de sus puntos ciegos. Era alguien muy conocidos para el clan olímpico.

Jazz con la suavidad que los caracterizaba cerca de su mujer, tomó el teléfono móvil. Aceptando ir hasta la residencia Swan. El ceño de la criolla se había fruncido en disgusto, ella no quería ir. Y él iba y aceptaba como sí su opinión no fuera nada. El iba a probar de su propia medicina, de eso se encargaba ella.

Sin decir nada se dirigió a dónde vivía el jefe de la polícia, las luces estaban prendidas. Además de que iban saliendo el famoso trío amoroso sobrenatural, el niño había ido para captar el aroma y no permitir la entrada del intruso.

[...]

Ya todos estaban en casa esperado la llegada del trío de vampiros, que eran los mejores rastreadores del clan. La morena ignoraba la presencia del rubio miel, el pelinegro que los acompañaba veía divertido. Como alguien tan frío y calculador buscaba llamar la atención, de su compañera de bromas. Esa tarea si que sería difícil, sí algo tenía ella era que era orgullosas a rabiar. Se divertiría con su sufrimiento, eso era seguro.

-¿Quién era?¿Alguien que conócenos?

-Un desconocido.

La familia tiraba teorías a diestra y siniestra, necesitaban solucionar ese problema ya.

-El olor desapareció ocho kilómetros de la casa de Bella.-informó el chico Hale apenas pisaron la sala.

-Alguien está detrás de esto.

-Eso es seguro, además de saber sobre el don de Alice. Está jugando con nosotros y lo hace muy bien, no saldrá de las sombras hasta el último momento. Ahí nos atacará, cuenta con que estemos en la ignorancia hasta el último minuto. Ese en su plan enviando a otro, no le conviene que sus planes sean descubiertos antes.-comentó con la mirada fija en Carlisle ignorando la presencia de su esposo a su lado.-Carlisle ahí que tomar medidas antes de que pasé a mayores. Esto había que haberlo hecho hacía ya tiempo. Inocentes murieron.

Carlisle asistió a lo dicho por la chica, habían errado ahí. Pero nunca era tarde para remediar los errores, y esa era la oportunidad. Compartiendo miradas con Carlisle que trasmitían sus pensamientos, esos mejores amigos se conocían como a la palma de su mano. Un nombre en específico llamó su atención.

-Los Vulturis con orden de Aro no irían por la espalda, sino de frente. Ellos ya están aquí pero Jane que es la líder, no intervendrá hasta que se cumpla su cometido. Acabar con la humana que la dejo en ridículo, enfrente de toda la guardia Vulturi. A esa niña los siglos no le han pasado por gusto, también sabe de los deseos de sus maestros.

Los nombres al azar seguían hasta que llegó un punto donde no tenían ni la más mínima idea de quién podría ser. Y algo que hizo que la vampiresa rubia fue el nuevo sistema de protección a la humana y su padre, en que tiempo casaban. A la humana por fin se le encendió la bombilla, sugiriendo la ayuda de las criaturas vecinas.

[...]

Los días continuos a esos ambos bandos trataron de llevarse lo mejor posible. Si querían ayudar a proteger a la humana. Era una alianza fácil. La familia descansaba en su casa en medio del bosque, Carlisle que seguía de cerca lo acontecido en la otra cuidad. Sintonizaba el telediario.

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