Val: —Creo que alguien necesita un baño— Dije en tono chistoso

Juls: — Creo que alguien no tenía nada de sueño—Dijo en tono burlón y yo me reí —Eres tan hermosa Val, yo también te quiero— En ese momento me sentí la mujer más feliz del mundo y sin pensarlo nos quedamos dormidas.

Narra Juliana

Un cálido rayo de sol fue el culpable de que despertara temprano, frote mis ojos para evitar quedar cegada momentáneamente al abrirlos. Trate de girarme para que la luz no me diera en la cara y poder seguir durmiendo pero me fue imposible. Valentina estaba atada a mi cuerpo, una sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar la maravillosa noche que habíamos pasado.

Pasé mi mano sobre la sabana por su cintura abrazándola y esta se acurruco aún más en mi pecho. Acomode un par de mechones que no me permitían ver su rostro. Di un beso sobre su frente y uno más suave sobre sus labios teniendo cuidado de no despertarla, pero al parecer fue inútil ya que lentamente abrió los ojos. Una enorme sonrisa se pintó en su rostro al verme.

Val: —Buenos días— dijo ocultando su rostro en mi cuello.

Juls: —Buenos días— respondí y di un beso sobre su cabello.

Val: — ¿Qué hora es? — preguntó con voz ronca.

Juls: —Las nueve— dije después de confirmarlo con el reloj que estaba en el buro.

Val: — ¿Por qué despertaste tan temprano? — rio frotando sus ojos.

Juls: —Ese rayo de sol que no me despertó y no cerré la cortina porque no quería despertarte y de todos modos no funciono— ahora yo me acurruque entre sus brazos.

Val: —Yo la cerraré— dijo sentándose en la cama —Pero cierra los ojos— me señaló

Juls: — ¿Por qué? — Pregunté extrañada

Val: — Ciérralos— ordenó nuevamente mientras se cubría con la sabana y entendí porque quería que me cubriera los ojos.

Juls: —Preciosa es estúpido que...

Val: —No Juls — rio y finalmente obedecí y me cubrí hasta la cabeza con la delgada sabana, sólo podía ver su silueta. La habitación volvió a obscurecerse.

Juls: — ¿Ya me puedo destapar?— pregunté

Val: —Ya— contestó y bajé la sabana ahora su cuerpo desnudo era cubierto por una camisa a rayas celestes mía. — ¿Me la prestas? — preguntó con una voz de niña pequeña.

Juls: —No, quítatela— mordí mi labio inferior

Val: —Entonces iré por ropa— dijo caminando hacía la puerta

Juls: —Hey, Hey— le llamé y se detuvo —Vuelve— le dije señalando con la cabeza el lugar vacío de la cama. Sus ojos se iluminaron y regresó corriendo a la cama.

Val: —Sólo un rato más, tenemos que arreglarnos para esta noche y tienes que ir por tu traje— repitió nuestro itinerario.

Juls: —Y si mejor no vamos y nos quedamos aquí— dije envolviéndola en mis brazos

Val: —Juls...— alargó, para ella era importante asistir.

Juls: —Está bien, Está bien.

Algunas horas después..

Val: — ¿Juls? ¡Juls! ¡Despierta! ¡Juliana despierta! — Abrí de golpe los ojos ante los llamados de Valentina

Juls: — ¿Qué? ¿Qué paso?- pregunte desorientado y alarmado.

Val: —Pasa que son las cinco de la tarde y seguimos... ¡Así! — mierda, ¿las cinco? ¿Cómo habíamos podido dormir tanto? —Me daré una ducha, para después ir por mi vestido a... A casa de mi madre— su tono de voz cambio por completo. Dio un apasionado beso sobre mis labios antes de salir corriendo hasta el baño, pase mis brazos por detrás de mi cabeza y mi mirada estaba perdida en el techo, sin duda alguna estaba enamorada de ella.

Se escuchaba correr el agua en el baño y un dulce tararear que provenía del mismo lugar.

Un ligero pitido me saco de mis pensamientos, volteé hacia mi derecha y nuevamente se escuchó el mismo sonido, el cual era proveniente del celular de Valentina. Por tercera ocasión sonó, lo tomé y sólo mire la pantalla, no invadiría su privacidad.

"tres mensajes de: Sergio"

Me debatía entre presionar "Ver" y "Salir" decidí presionar salir pero estúpidamente, si estúpidamente presione ver. En automático el pequeño aparato me llevó a la bandeja de entrada' había demasiados mensajes de Sergio. Más bien todos eran de él. Tengo que aceptarlo los celos me invadieron y elegí un mensaje al azar.

R= Muy bien, y ¿entonces? ¿Qué tal te fue? Acéptalo perderás la apuesta'

¿Apuesta? Pensé divertida. ¿Qué habrá apostado ese par? Y ¿por qué Valentina no me lo había contado? Sentía una inmensa necesidad de enterarme. Que esta vez no pude contenerme y fui a bandeja de salida en búsqueda del mensaje que respondía el previamente leído.

Mensaje:

Excelente, tanto que puedo asegurar que TU has perdido la apuesta. No te sorprendas cuando Valdés admita que esta locamente enamorada de mi

No sé cómo explicar lo que sentí, sólo sé que quería estrujar el celular que tenía en mis manos hasta convertirlo en polvo, solo sé que tenía unas enormes ganas de golpearme a mí misma por haber creído en ella, sólo sé que me había roto el corazón...

Narra Valentina

Envolví mi cuerpo con una toalla blanca y salí del baño, estaba tan contenta, esta noche seria perfecta. Juliana aún seguía recostada, sus brazos estaban detrás de su cabeza, parecía cómoda.

Val: —Tu turno— le dije caminando hacia ella pero ella sólo miraba perdidamente hacia el techo. —Juls— canturreé y esta sacudió levemente la cabeza

Juls: —Si ya voy— sonrió y se sentó en la cama sujetando la sabana en su cadera.

Val: —Nos vemos en un rato entonces— me acerque para besarla pero esta corrió su rostro y puso su mejilla.

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Afortunadamente no estaba mi madre en casa, así que sin problema alguno pude entrar por mi vestido, al igual que por los zapatos y accesorios que usaría. Salí pidiéndoles a las de limpieza que mi madre no se enterara que había ido, todas asintieron con la cabeza, les agradecí y salí; Siete en punto, llegue a casa de Juliana, toque pero la puerta estaba abierta.

Val: — ¿Juls? — pregunté pero el único que me respondió fue el eco. Debía seguir en lo de su traje.

Subí a grandes zancadas las escaleras hasta llegar a la habitación de Juliana, esta seguía desordenada a excepción de nuestra ropa que ya no estaba esparcida por el suelo.

Tendí la cama y acomodé todo lo que estaba fuera de su lugar, vi mi celular en el buro, lo tomé y lo guarde en la bolsa que usaría esta noche. Una vez toda la habitación ordenada volví a tomar una ducha para poder comenzar a arreglarme.

Narra Juliana

Ocho veinte, y aún Valentina no estaba lista; me deje caer en uno de los sillones de la sala, estúpido traje como lo detestaba pero por fortuna faltaba poco para que mi tortura acabara.

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Bebecitas de mi 💙 No pude aguantarme en subirles este capítulo y además no podré subir sino hasta el sábado porque no cargare mi lapto 😔 espero que no me odien😁🙏🏼

¡Ay, ay!🤯🤯 Prepárense porque ahora viene lo bueno con este par, estaré leyendo y respondiendo sus comentarios con lo que crean que vaya a suceder.. Cuídense mucho les mando besos🥰😘💞💙

ME, MYSELF AND ITahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon