El siempre fue mi crush, ese amor imposible, pero sobre todo intocable, porque era nada mas y nada menos que el mejor amigo de mi hermano, ese chico que solo me veía como una hermana, o como la chiquilla fastidiosa que siempre estaba con su hermano...
Si, definitivamente el me gustaba, y mucho, no lo negare, Xion es un chico muy amable, divertido y sobre todo extrovertido, sin embargo, esos ojos no salían de mi cabeza, esos ojos castaños que me robaban suspiros cada que los veía, me encontraba realmente atontada por Carter, y no contaba con que las cosas entre nosotros estarían en una situación bipolar, por buscar una palabra, se que no es la palabra correcta, pero definiría nuestros cambios continuos, con esto me refiero a que un día nos llevamos excesiva y sorprendentemente bien, y al otro, nos llevamos terriblemente mal.
Él no es una mala persona, solo que tiende a ser un maldito cuando se lo propone.
Llegue a casa sintiéndome exhausta, me sentía fatigada y muy estresada, esto de estar en la universidad no era realmente sencillo, mandaban muchos trabajos y tareas, hasta el punto de sentirte ahogada.
- ¡Familia! ¡La princesa de esta casa ha llegado! - grite desde el salón.
- Hola- saludo Carter a mis espaldas haciéndome saltar de un brinco.
- ¡Me asustaste idiota! - le reproche con una mano en el corazón.
- Lo siento- dijo riendo suavemente... ¿que hice para merecer esto?...
- Esta bie... ¿y April?
- No esta.
- ¿Nathaniel?
- Tampoco, ¿porque preguntas por él?
- ¿Porque vive en esta casa? - dije algo obvia y el me miro algo enfadado.
- ¿Quieres salir a comer? - me pregunto y asentí tomando mi abrigo.
Esa tarde fuimos a una hamburguesería que quedaba cerca de casa, definitivamente las mejores hamburguesas que he probado en mi vida. Por alguna razón, toda esa fatiga y estrés habían desaparecido en cuanto comencé a hablar con Carter, él siempre supo como distraerme de la mejor forma, y para ser sinceros, una de las cosas que más me gustaba de él era lo espontaneo y gracioso que podía ser a veces, y solo a veces, pero el hecho de que fuese así conmigo me hacía sentir especial ya que sabía a la perfección que él no era así con todo el mundo.
Dos semanas antes...
Si, nos habíamos quedado atascados en el maldito trafico gracias a una tormenta que al parecer no tenía la más mínima intención de parar, así que me encontraba en medio de la carretera con Carter a mi lado, encerrados en un auto, solos, vale aclarar.
- ¿Qué haremos? - le pregunte.
- ¡Esperar!
- Ey no me grites- lo mire ahora enfadada.
- ¡Esto es tu culpa! - me grito y lo mire sorprendida ante su repentina actitud.
- No, no lo es, yo no te amenace ni nada para que me buscaras o me llevaras a cualquier lugar, lo hiciste porque querías, de lo contrario pude haberme quedado tranquila y felizmente atrapada con el chofer bajo la tormenta- dije y me miro aún más molesto.
- ¿Te gusta el chofer?
- Me saca como veinticinco años imbécil, tiene esposa y tres hijas, es un vejete para mí, como crees que me va a gustar, ¡no seas idiota! - le grite sorprendida.
- Perdón...
- ¿Qué te sucede? - pregunte suavemente arriesgándome a tomar su mano, visiblemente note como se tensó, así como también note esa suave corriente eléctrica en mi mano al tocarlo. Separe mi mano de inmediato pero el volvió a tomarla dejándome sorprendida.
- Es solo que, no quiero que te sientas incomoda o te aburras, solo quería que todo saliese bien, ya sabes un día común y corriente, he estado muy estresado estos días y lo último que quería era quedarme atascado en el transito bajo una fuerte tormenta- dijo.
- Bueno, he estado igual, pero Carter... no debemos desesperarnos, ya saldremos de esta.
(***)
- Iré a buscar algo de ropa- dijo el tomando las llaves del hotel en el que nos estábamos hospedando mientras pasaba la tormenta.
- Aún está lloviendo- le recordé.
- Lo sé- dijo.
- ¿Cómo iras a casa si el trafico todavía esta trancado? - pregunte y el me miro- ¡ni se te ocurra! ¡Cogerás un resfriado! ¿Acaso estás loco?!- me altere y el me tomo suavemente del rostro y me dio un suave beso en la frente.
- Hanna, necesitas ropa, y no me importa ir caminando a casa, de todas formas, queda bastante cerca.
- Pe...
- Sin peros... en una hora estaré aquí contigo- dijo y lo mire mal, pero incluso así él se fue dejándome preocupada esperando que llegara con mi maleta, definitivamente estaba enamorada, la cuestión era que esos sentimientos no son correspondidos.
Una semana antes...
- Debemos hablar- dijo Carter.
- ¿De qué?
- De lo que sucedió en el hotel- dijo y casi escupo el jugo de naranja. De tan solo recordar lo que hicimos esa noche en el hotel siento como mi cuerpo se enciende en llamas aclamando más de su cuerpo, y si, es lo que están pensando, Carter y yo en un momento de calentura nos acostamos esa noche luego de que el llegara una hora después de traer mi maleta.
- Carter, se perfectamente que no significo nada y que debemos actuar como si no hubiese pasado absolutamente nada entre ambos- dije teniendo las cosas claras, lo que paso entre nosotros fue cosa de una noche, no debía hacerme falsas ilusiones ni nada.
- No lo fue, yo no lo sentí así, pero si eso es lo que tú quieres, si quieres que actué como si nada paso, está bien- dijo y lo mire confundida.
- Pensé que eras tú el que quería que nadie se enterara de lo que sucedió- dije sorprendida.
- Pues era así, pero no lo sentí así, sentí algo más, algo que no había sentido con nadie- dijo y dio unos cuantos pasos hacia mí, yo quería retroceder, pero mi cuerpo no reaccionaba ante las ordenes de mi cerebro.
- Carter yo...
- Entiendo perfectamente si no quieres hablar de eso.
- ¡¿Cállate quieres?!
- ¿Eh?
- No quiero olvidarme de eso, no quiero hacer como que eso no sucedió, no quiero que...- me interrumpieron sus labios, fue un beso suave, pero lleno de sentimientos nuevos, cosas que nunca había sentido, escuche el celular de Carter sonar.
- Disculpa...
- Está bien...- dije con los sentidos en otro lado, aun no reaccionaba ni procesaba lo que acababa de suceder.
- Debo irme rubia hermosa- dijo y sonreí.
- Está bien.
- Deja de decir está bien, comenzaras a desesperarme.
- Esta bie... de acuerdo- dije y reí levemente mientras él se dirigió a la puerta y salió de casa a hacer dios sabrá que.
Después de ese día las cosas entre Carter y yo habían cambiado, teníamos una relación algo extraña, pero todo era secreto, nadie sabía nada, solo nosotros, y eso estaba bien, sin embargo, yo quería más y no sabía cómo decírselo sin que saliera corriendo como hace la mayoría.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
