A las lejanías de Masachusset, en un pueblo llamado Concordia, existía una familia conformada por cinco hermanas: Anne, Meg, Jo, Amy & Beth, además de un hermano por elección, su vecino, Theodore "Laurie" Laurence, quien como un gesto de agradecimie...
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Ruidos.
Golpes en la puerta.
A las diez de la mañana.
No conformaban la mejor manera de despertar.
Los golpes en la residencia de los vizcondes Bridgerton llevaban sonando alrededor de 10 minutos, refunfuñando Anthony se aferró al cuerpo de su esposa, abrazándola como un koala abraza a un árbol, para ocultarse del ruido y seguir durmiendo.
Lastimosamente lejos de reducirse, los golpes aumentaron su intensidad.
Anne suspirando, se intentó escapar del abrazo y se sentó soñolienta cubriendo su cuerpo con una bata de dormir. Se levantó lentamente de la cama sintiendo el peso de su cuerpo aumentar debido al cansancio de la noche anterior, pero los brazos de su esposo poseían otros planes pues la empujaron nuevamente a la cama.
-Debes dormir –susurro contra su cuello acomodándose en la misma posición
Sabía que aun sonaban los golpes en la puerta, pero sentir el calor familiar que emanaba el cuerpo de su esposo así como sus caricias en su cabello lograron que el sueño volviera y poco a poco sus ojos comenzarán a cerrarse
Justo cuando el sueño comenzaba a ganarle.
Nuevos golpes se escucharon igual de fuertes que los anteriores.
Se levantó nuevamente y esta vez no obtuvo obstáculo alguno, tallándose sus ojos buscando ocultar su sueño camino casi a ciegas por los pasillos que se sabía de memoria.
Llego a la puerta encontrándose con Daphne detrás de ella.
Se sintió levemente intimidada, al verla tan bella. La duquesa de Hastings lucia radiante en un vestido azul grisáceo con un recogido elegante dejando algunos mechones de su cabello enmarcando su rostro. En cambio, la vizcondesa estaba recién levantada con solo una bata de satín blanco sobre su cuerpo y con su cabello suelto y enredado.
-¿Si sabes que son las diez de la mañana?- exclamo intentando lucir segura de sí misma
-¿No se supone que irían a desayunar a la residencia Bridgerton temprano?- Anne decidió quedarse callada, obviamente no era una opción contarle el motivo de su desvelo –Fui ahí pero no te encontré, me gustaría hablar contigo- se adentró a la residencia esta vez con el permiso de su cuñada
