A las lejanías de Masachusset, en un pueblo llamado Concordia, existía una familia conformada por cinco hermanas: Anne, Meg, Jo, Amy & Beth, además de un hermano por elección, su vecino, Theodore "Laurie" Laurence, quien como un gesto de agradecimie...
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-Todo estará bien- acaricio cariñosamente Anne, el brazo de Eloise mientras caminaban juntas al encuentro con Violet Bridgerton. Ambas habían decidido que el mejor modo de alargar su viaje y no recibir algún reproche al término de esté, era comprando cosas que cualquier debutante estaría feliz de conseguir.
Lo que menos quería Eloise era pasar tiempo con su madre haciendo cosas de señoritas y lo que menos quería Anne era ver mal a Eloise.
¿Quién necesitaba un par de guantes nuevos, cuando se podía comprar un nuevo diario?
Al parecer, ahora que dos de sus hijos próximamente tres, estaban casados. Todas las miradas estaban fijas en Eloise, sería la siguiente hija en debutar y si el plan de Violet resultaba a la perfección terminaría casándose igual que su hermana. En su primera temporada y con alguien de prestigio, lo cual para ella significaba alguien aburrido.
-Supongo que mi madre no está lista para afrontar que quiero algo más que casarme y tener hijos- bufo al decir lo último –Vestidos, bailes y platicar con un montón de pretendientes ¿Cómo soportaste eso?
La expresión de sufrimiento que ponía la chica fue suficiente para que Anne soltará una carcajada.
-¡Lo vez!- la señalo con el dedo acusadoramente -Hasta riendo eres perfecta- al notar que el sonido de su risa era mayor que el común, lo había cubierto con la palma de su mano en un acto que a Eloise le pareció encantador. Todo en ella lo era.
-No se necesitan un montón de pretendientes, solo uno- recordó las palabras de Amy cuando era menor y Meg junto a ella habían debutado en Concordia.
La sonrisa de Anne dejo cualquier pizca de burla para convertirse en una sonrisa tenue acompañada de una mirada llena de brillos y de corazones que casi la hacían vomitar –Ustedes en serio dan asco, de todos modos no servirá nada. Dado que el único pretendiente serio que he tenido en mi vida- entrelazo sus brazos al notar que estaban a punto de pasar en medio de una multitud- Resulto ser una mujer- susurro en su oído
-Mujer o hombre lo que necesitas es alguien que te complemente, la sociedad ya es lo suficientemente mala para las mujeres como para unir tu vida con alguien que te subestime todos los días.
