✨14✨

2.5K 252 325
                                    

¿Puedo ser tan mala?... Sí, si puedo.

Les recomiendo leer mientras escuchan.

________

Un suspiro salió de sus labios, mientras miraba atrás y lo veía desaparecer a cada tramo que avanzaba el vehículo.

Y por cada vez más que la oscuridad consumía la carretera detrás de ellos, su corazón se rompía, se sentía vació y dolido, sentía que su felicidad se derrumababa con cada tramo que avanzaban, que todo llagaba a su final. 

-¿Todo bien? -Preguntó Adrian preocupado

-No... siento que no le volveré a ver... que no los volveré a ver -Contestó girando hacía el frente y poniéndose el cinturón con una sonrisa fingida y dolida.

-Hey... no pienses así, si los volverás ver, cuando te cures -Le tomó de la mano y lo vió con seguridad.

Pero él sabía que su amigo no se iba a curar, sabía que sus horas estaban contadas, que no podrá tener el futuro feliz tan deaseado que quiere, y eso es lo que más le duele, le duele el no poder salvarlo, el tener que mentirle y mantener esa felicidad que le ha costado conseguir. 

Aquino le sonrió de igual manera, sintiendo la confianza en las manos de Adrian.

Tosío escupiendo algunos pétalos, Adrian lo notó algo preocupado, pero no comentó nada, sabía que un pequeño jardín crecía dentro de Aquino, y lo único que podía hacer era cuidarlo junto con él, era lo mínimo que podía hacer por su amigo. 

-Oye -Le llamó Aquino con la cabeza pegada al vidrio, viendo las pocas estrellas que la neblina no tan densa le dejaba ver

-¿Qué pasó?

-Perdón... -Adrian se extraño y levantó una ceja

-¿Perdón por qué? -Pregunta confundido sin dejar de ver el camino delante de él.

-Por ¿Besarte? -Contestó algo divertido y abrumado, sus mejillas se tornaron de color rojo por la vergüenza, se había excedido horas atrás. 

-¿Me estas preguntando? -Soltó una risa nasal mientras negaba lentamente.

Aquino se avergonzó más y frunció los labios -N...No, ¡te estoy diciendo! -Le golpeo el hombro ríendo

-¡Hey! -le reprochó igual riendo -Puedes causar un accidente, no le pegas a quien maneja -Le conestó obvio

-Perdón -Se calló por un momento -Pero ya hablando enserio perd-

-¿Tú hablando enserio? -Río- ¿Quién eres y que le hiciste a Aquino?

Aquino bufó, y se aguantó la carcajada que iba a soltar -Yaaaa -Hizo un puchero que hizo reír más fuerte al contrario -Es enserio, quiero discuparme, si no lo hago me sentiré todo un prostituto -Adrian lo volteo a ver divertido.

-¿Un prostituto? -Trataba de no soltarse a reír pero le era casi imposible, así que mordió su labio con algo de fuerza, le alegraba poder hacerlo feliz durante el tiempo que le quedara de vida, se aseguraría de eso. 

-Sí, es decir, no fue a proposito, osea sí lo fue, pero -Giró su vista hacia el frente y solto un grito agudo que hizo reaccionar a Adrian quien se cegó con las luces que se acercaban peligrosamente a ellos, no veía casi nada por la neblina.

El ruido se escuchó por todo el lugar, el metal doblándose sobre sí, los claxones y gritos.

El impacto fue repentino, el auto se aplastó sobre sí, como un acordeón, el primer golpe los aturdio, el segundo los aplastó contra el tablero, la bomba de agua que se había desvíado apagaba el fuego por la ranura donde se había roto, habían botellas de cerveza tiradas y rotas por todo lo largo de la carretera, y el silencio reinó.

Un silencio sepulcral, un silencio dolido, todo quedó en una gélida calma. 

El conductor de la bomba soltó un grito al ver a los chicos dentro del auto, había bajado para checar los daños al vehículo, llamándo la atención del otro chofer quien se bajó de su camión aturdido, cuando llegó a donde el otro tipo, sintió sus ojos picar, y reprimío una arcada, la escena era horrible. 

Adrian tenía la mitad de la cabeza aplastada por la cajuela y la parte delantera del auto, el segundo impacto lo mató al instante.

Aquino yacía sobre el tablero con flores a su alrdedor, llenas de sangre hasta las raíces, con una varilla atravesándole el pecho, seguía respirando, llorando, no tardaría en irse, tosío un poco más soltándo un último pétalo.

Llamaron a las autoridades, pero para cuando llegaron ya era tarde, ambos chicos habían muerto, quedando en medio de los dos traílers, como un sándwich, las flores que había soltado Aquino daban a enteder que se había curado, era una lástima.


***


Los chicos veían la televisión mientras comían helado, estaban sumidos en un silencio cómodo, no era necesario hablar, Duxo le cambió a la tele, buscado algo mejor que ver, hasta que llegó a los noticieros, en esos momentos deseo no haberle cambiado, sus ojos se habían llenado de lágrimas y los chicos estaban impactados.

~Trailers aplastan a dos chicos~, decía el encabezado de aquella noticia, el corazón se les partió cuando mostraron a ambos chicos siendo sacacos de aquel inservible carro.

Duxo tenía razón, y se sentía verdaderamente mal consigo mismo, sabía que no debía dejarlos partir, el sentimiento en su pecho regresó.

¡LO SABÍA Y LO IGNORÓ!, él lo pudo evitar, él pudo... pero no lo hizo, se sentía culpable. 

Ambos se habían ido con unsa sonrisa en los labios, cosa que les hacía doler más, los chicos no tradaron en llorar desconsolados, al final eran felices en sus últimos momentos, y el dolor fue tan rápido como su ida. 



Aquino realmente se había despedido de él...

Y Duxo fue un imbécil al ignorarlo...

𝐌𝐢 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 | 𝐃𝐮𝐱𝐢𝐧𝐨Where stories live. Discover now