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Seguían parados viendo a la nada como una bola de idiotas, con las preguntas rondando es su cabeza, mientras el pelinegro arrastraba a un ojimiel dentro de la casa, lo arrastraba escaleras arriba, en dirección a las habitaciones mientras proliferaba cosas al aire, con el aliento a alcohol y el vodka corriendo en sus venas ¡¿Sopredente el cómo te pone con 3 tazas no?!, el olor a alcohol de su boca solo lo ponía enfermo, lo hacía palidecer, lograba ver, en el camino escaleras arriba, como un niño de ojos miel le miraba con miedo, y regresaba su vista a la escena de abajo, escuchaba todo el bullicio de esa noche, el grito y el golpe, veía la sangre salpicarle, y al pequeño niño llorar, lo veía bajar a donde lo habían llamado, lo veía y el dolor en su esplada llegaba de golpe... 

Sus sollozos se hacían presentes, los tembloes de su cuerpo y aquellos recuerdos que quemaban como fuego, que le lastimaban mientras quien lo jalaba solo lo hacía callar a tirones, sentía como su brazo se iba a romper, que se lo iba a quitar con la fuerza que el pelinegro ejecutaba. 

Salió del auto cerrando ambas puertas haciendo reaccionar a los otros, quienes escuchando los sollozos de su amigo entraron a la casa, no entendía nada y en ese punto ya le valía un completo pepino lo que pasaba entre esos dos, simplemente no dejaría que él se lo llevase y haga lo que se le plazca con su mejor amigo, aunque pasara algo entre ellos no debería de hacer eso, aparte ¡Está borracho por Dios!, y con toda la fuerza de voluntad que no sabía que tenía, corrió escaleras arriba alcanzando a los amantes y jalando a Aquino a su lado abrazándolo protectoramente, alejándolo todo lo posible del ojilila retrocediendo con cuidado, bajando escalones, mientras su contrario lo veía enojado y confundido, eso hasta que salió corriendo al baño a vomitar toda la bilis, amargura y vodka que su interior tenía, "Mierda" era el único pensamiento que le rondaba la mente al momento de desechar todo, se sentía tan asqueado de sí mismo, tan asqueroso e idiota. 

Cuando bajaron por completo, escuchando las arcadas un tanto asqueados, agarraron entre todos al ojimiel quien sollozaba débilmente ante el recuerdo y el horror que eso le hacía vivir, lo abrazan y le tallan la espalda esperando a que se calme, saben cómo lidiar con él, son sus mejores amigos después de todo, son sus compañeros y caseros, menos uno, uno que le acababa de abrir viejas heridas, que lo dañó de la peor forma posible, que le desenterró todos aquellos demonios que por mucho tiempo trato de enterrar bajo hermoso recuerdos jutno al pelinegro, y su llanto solo se perdía más y más en ese torrente de malos recuerdos de un sabor de boca amargo.

-Sabía que era mala venir -susurro para si Adrián -¡Lo sabía maldita sea! -¿Estaba enojado? Si, y mucho, lo que menos quería era perder la sonrisa del castaño, no lo quería triste, ¡solo han pasado horas desde que salió del hospital!. Dejo al castaño con los otros chicos y decidió subir a por las cosas que faltaban de Aquino, subiendo las escaleras, se mantiene alerta, tratando de escuchar ruido alguno, pasa por el cuarto del azabache quien le cierra la puerta en la cara con un fuerte color rojo en su cara y el ceño fruncido, limpiándose la boca con el dorso de la mano, con lágrimas en sus cuencas, suelta un suspiro y algo confundido por el actuar de Duxo entra a la habitación vacía del castaño de ojos miel, voltea a su alrededor, como tratando de buscar algo fuera de lugar, algo que ni él sabe que es, pero en ese lugar ya no hay nada, ahora entiende el enojo de los chicos, ahora los comprende mejor que nadie, puesto que: 

Se los estaba arrebatando de una manera injusta y egoísta cuando ellos no sabían nada como él.

Pero la desición ya estaba tomada, y no iba a dejar al castaño cerca del azabache, no iba a dejar que se aprovechara del amor que le tiene el menor -¿Porque mierda lo trata así? -pregunto al aire mientras tomaba las dos únicas maletas que habían en ese vacío lugar.

-Porque me gusta y no sé cómo expresarlo... -Le contestó una voz gruesa obligándolo a voltear un tanto asustado. 

-¿Qué? -pregunto algo incrédulo y aún más confundido ¿Había escuchado bien?

-Lo que escuchaste... No me hagas repetirlo -le contestó a la defensiva Duxo, con los ojos llorosos demostrando que hace no mucho lloraba a mares "¿Cómo no lo escuché?" Se preguntó.

-¡¿Porque lo tratas así si te gusta?! -le casi gritó si no fuera porque el más alto lo veía serio -Tienes novia ¿cómo es qu?... ¡Agh! No te entiendo

-Porque tengo miedo... Miedo a no saber que es lo que me gusta realmente -le contestó la primera pregunta - Y... Y yo tampoco me entiendo -golpeo el marco de la puerta con su palma para alejarse con los hombros caídos, estaba furioso consigo mismo y se sentía impotente, no dejaba de cagar las cosas. 

Vaya estupidez que había hecho, y no se quiso dar cuenta hasta que fue demasiado tarde, o tal vez si se dió cuenta y lo dejó pasar.

"Soy un idiota" pensó duxo.

Sí, definitivamente era un idiota, un idiota enamorado, con miedo a lo que diga la sociedad, un idiota hijo de puta que se nubla por los deseos propios, que sólo piensa en él y que daña a diestra y siniestra sin darse cuenta de lo que le hace a los demás. 

¿Era ya muy tarde para arrepentirse? Tal vez.

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Vaya, vaya, vaya, no esperaba regresar tarde a estos paramos, pero aquí estamos ¿O no?, ¿Me extrañaron? Admitanlo me extrañaron... (Debo de dejar de leer fics bildip)

Bien, como decía, creo que ya vieron que la historia esta en pausa ¿La razón? El 16 entro a clases en línea nuevamente, y me quitará mi tiempo para escribir, la historia seguirá, si, escribiré los capítulos en mi tiempo libre, es estaba pensando subir 2 hoy, pero no me da tiempo, aparte esto ya debería de estar casi al final, si no fuera porque se me fue el internet durante 2 semanas y olvidará el hilo de esto.

Kisy 🌸

𝐌𝐢 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 | 𝐃𝐮𝐱𝐢𝐧𝐨Where stories live. Discover now