✨12✨

2.1K 236 150
                                    

Hoy no hay gif jeje
_________

Adrian lo observó marcharse nuevamente a su cuarto, no esta muy consiente de como pone el vodka a las personas, pero sabe que el alcohol en general hace a las personas honestas, tomó las dos maletas y caminó, por no decir que corrió hasta llegar donde Duxo, necesitaba hablar con él seriamente, y necesitaba respuestas.

-Oye -Le llamó la atención

-¿Qué quieres?

-¿Podemos hablar? -La preguta soprendió al mayor ¿Por qué adrian deseaba hablar con él?

-Mmmm... claro -contesto notablemente confundido.

Adrian asintió y entró con el azabache a la habitación cerrándo la puerta tras él.

La plática se pondría interesante y algo salvaje, no sólo tenía que aclarar las cosas con ese odios hijo de puta, también quería salvar a dos personas especiales para él, no tenía otra opción.


***


-¿Estás bien? -Le pregunta Anthony con notable preocupación.

-Sí, estoy bien -Le sonríe con algo de desgano limpiado sus ojos y mejillas de traviesas lágrimas que salen de sus ojitos miel, en la planta de arriba los murmullos habían cesado y a Aquino le preocupaba que sus amigos se peleasen, diría que no le importaba en lo absoluto que estuviera mal, no quería que Duxo saliera lastimado, no lo quería perder, como ya lo estaba haciendo, y aunque fuera muy imbecil de su parte el seguirle ese estúpido juego a él, no se arrepentía, su corazón vibraba con felicidad cuando lo tocaba, cuando le hablaba y o simplemente le sonreía, se regocijaba con felicidad al tener su atención, y si salía herido, si lo hacía llorar, solo eran pormenores, porque Duxo no le gustaba, le encantaba y en algún punto, llegó a tener esa enfermiza necesidad de sentirlo a cada rato.

Aquino odia los juegos de rol, pero por él, haría lo que fuera; Dicen que el amor es ciego, pero no, el amor te idiotiza, te deja lelo y te desconecta de lo racional.

-¿Cuándo vas a volver? -Le pregunta Daarick quien regresa de la cocina con un vaso de agua en manos

-No estoy seguro -Toma del vaso -Pero espero que sea pronto.

-¿Tú te quieres ir? -le pregunta con curiosidad grabada en sus ojos y lo guía al sillón para que se sienten y hablen más a gusto, no saben cuando lo volverán a ver y lo van a aprovechar.

-No, la verdad no, pero... -Calló un momento buscando las palabras correctas. -Adrian me dijo que era por mi bien-les sonríe inocente, ellos hacen una mueca -¿Qué pasa?

-No estamos seguros de que sea lo mejor ya sabes, no estamos muy de acuerdo

-Uh... -No sabe que decir, se ha quedado en blanco

-Sabemos que no es tu culpa, ni la de él, si no de tu madre -Secundó Anthony a la conversación, lo estaban haciendo sentir culpable sin darse cuenta -Pero es un poco brusco ¿No?

Aquino agachó la mirada comenzando a jugar violentamente con sus manos, si él no fuera así por Duxo, si él nunca se hubiera fijado en él, si tan sólo le gustaran las mujeres como a todos los demás, nada de eso estuviera sucediendo ¿Verdad?

-Hey... -Una mano se posó en su hombro -Aquini mírame -Adrían le alzó la cara con un dedo en su quijada, le sonreía con ternura y de una forma comprensiva, una vez con su atención captada agarró sus manos para que dejara de lastimarse -No, deja de pensar en lo que sea que estas pensando, te estas lastimando de nuevo.

Los chicos estaban impresionados, ellos no solían darse cuenta de cuando el menor se lastimaba a si mismo por aquellos pensamientos negativos que surcaban en sus mente una y otra vez, durante varios momentos al azar en su cabeza -Bueno... -dijo Anthony con su orgullo algo dolido -Creo que al final si es lo mejor -Lo vieron confundidos -Nosotros no podemos cuidarte como lo hace Adrian, Aquino, y aunque nos moleste, no podemos arriesgarnos a perderte, eres lo mejor que nos ha pasado -Se avergonzó de lo que dijo por lo cursi que sonó, el ojimiel solo río levemente - eres fuerte lo sabes ¿Verdad?

Aquino quiso negar, pero un fuerte apretón en sus manos lo hizo asentir, sabía que Adrian no le iba a dejar rebajarse, se pararon y decidieron que lo mejor para el castaño menor era salir de aquel lugar de una vez, pero antes de salir unos toques en su espalda lo hicieron sobresaltarse, Aquino giró y vió a un muy deplorable Duxo, con los ojos lilas apagados y una mueca en su bello rostro, su corazón se encogío y su preocupación surgió ¡Al diablo si lo había hecho llorar!, se abrazó al azabache quien se sorprendió por la acción, pero le correspondío el abrazo, los demás no interfirieron y no porque quisieran si no por Adrian quien con la mirada les confirmaba que ya había hablado muy seriamente con él.

Seguían abrazados, ya habian pasado unos dos minutos y los habían dejado solos, el mayor lloraba, sí, en su vida había llorado y le venía a llorar a ese pequeño y frágil castaño que le aterraba porque hacía a su corazón ir más rápido que con la chica que "le gusta", y aunque realmente no quisiera se separó levemente del ojimiel -Perdón... yo...yo...-Le costaba hablar, en cualquier momento la voz se le quebraría más y rompería en un llanto peor.

-No digas nada -Le interrumpió al ver que el otro balbuceaba incoherencias -Lo entiendo, estabas borracho -Bajó su mirada y jugo con los cordones de la sudadera del pelinegro -y no me importa ¿sabes? -río con ironía, no le veía a los ojos, o el también lloraría -Duxo...

-¿Sí?

-...- El mayor lo vió un momento más, algo asustado por el silencio -ME GUSTAS... Y MUCHO...

𝐌𝐢 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 | 𝐃𝐮𝐱𝐢𝐧𝐨Where stories live. Discover now