Capítulo 5. Día lleno de Dylan.

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5. Día lleno de Dylan:






Caminando por la avenida hasta casa junto a Jake Anderson, es impresionante la atracción que tube hacia el poco después de haberlo conocido. Nuetra relación fue creciendo de tal manera que la confianza era mas fuerte que cualquier cosa. La mayor parte del tiempo en la tarde se lo dedicaba a nuestras largas charlas, las risas y miradas intensas se apoderaban poco a poco de mi pequeño corazón. Ahora nuestras manos están a escasos centímetros; rozando una con la otra.

—La noche está preciosa, justo como te gusta.—El chico rompió el hielo.

No hice más que darle una sonrisa se boca cerrada. Mi mirada fue al cielo, no pude evitar cerrar mis ojos y aspirar un poco de ese aire que daba completa tranquilidad. El camino a casa fue tranquilo, pocas veces hablamos pero lo mas extraño fueron las miradas de las personas cuando hablan con Jake, eran miradas completamente de indiferencia y sin olvidar que comentaban con otras personas frente a mi. «Las personas hoy en día no saben que es la educación.»

—Gracias por acompañarme.—Dije a mi amor en cuento ya estaba en la puerta principal de el apartamento.

—¿Gracias?—Nego con su cabeza de un lado al otro.—Favor con favor se paga, te invito a una cita, este fin de semana.

¿Estoy oyendo bien? ¡¿Jake me acaba de invitar a una cita?! De mi boca no pareciera salir ninguna respuesta, estaba en un pequeño shock.

—Lo tomare como un si. Hasta pronto Ali.

En una rápida acción beso una de mis mejillas y se fue. De nuevo me quedé estática procesando el beso, al mirar al frente ya Jake no se encontraba por todo el pasillo.

—Se ara costumbre el rubor de mis mejillas.—Reí por lo bajo.








Por fin el tan esperado fin de semana llego. Mentiría si dijera que dormi la noche como el angelito que soy; en mi cabeza estaba Jake Anderson todo el tiempo y la tan esperada cita. Lo único que tengo que haces es ir a la azotea a las ocho de la noche, muero por saber lo que planeó.

Por inercia me levanto de mi desordenada cama y me dirijo al cuatro de baño pero al tomar el pasillo hasta allá oigo voces desde la sala. Mis inquietos pies fueron hasta aquella zona. Mis ojos se encontraron con mamá y Lucía sentadas en el sofá y a Dylan en uno de los sillones mirando a su móvil, pero en cuanto me hice presente la atención que le tenía al aparato ahora la tenía sobre mi.

—Hola.—Mi sonrisa fue un fracaso.

—Buenos días bella,—Lucia hablo—sientate que hablaremos.

Ya empezaba a preocuparme pero la sonrisa de la señora me daba un poco de tranquilidad. «No va a ser nada malo Alison, ¿O si?» Mire a Dylan mientras caminaba al sillón que estaba a su lado para tomar asiento. De nuevo sus sentidos volvieron a su iPhone, hoy vestía completo de negro, se veía super sexy con esa chaqueta de cuero negra; compaginaba perfectamente con su cabello negro hacia los lados.

—Tu madre me conto que este fin de semana tomaría un descanso,-asentí con mi cabeza—y de imprevisto se me ocurrió una idea: Iremos a un SPA. Es la ocasión perfecta para ponernos al día, compartir como las buenas amigas que somos y reír un poco. Ella no quiere dejarte sola acá por lo tanto te quedaras en nuetra casa.—Apunto a ella y Dylan.

No iba a permitir quedarme en la misma casa donde vive ese imbécil.

—Puedo quedarme sola.

—Pequeña, sabes que no sabes ni cocinar.—Perfecto madre, te mereces un aplauso por decir eso frente a la visita.—No me gusta que comas comida chatarra todo el tiempo.

«Entre dos mundos» (Pausada)Место, где живут истории. Откройте их для себя