III - FALLING

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~1RA PARTE~

        Con los ojos cerrados, Lauren sentía cómo el agua caliente recorría su espalda y llegaba a sus pies. Así como Esther en La Campana, sentía que no había nada que no pudiera arreglarse con una ducha caliente. Llevaba cerca de media hora allí, dejando que el agua recorriera su cuerpo desnudo y la limpiara de una suciedad que no era precisamente superficial. Sentía que algo andaba mal, pero no podía decir qué. Las consultas con Sunny Fields eran productivas y terminaba un poco más tranquila, pero a la vez su curiosidad se despertaba. La noche anterior había respondido un test de 500 preguntas que llevó al consultorio esa misma mañana, no era la primera prueba a la que la sometía y eso le hacía creer que algo andaba peor de lo normal con ella.

            Abrió los ojos y cerró la llave de la ducha. Se cubrió con una toalla y salió al pasillo, el vapor que llenaba el baño un momento antes la siguió. Caminó hacia su habitación hasta que chocó con Ally que iba saliendo de su propia habitación, llevaba el teléfono en el oído.

            —Hasta luego, señora Jauregui —dijo y bajó el teléfono—. Tu madre pide que revises tu correo de inmediato. ¿Quieres comida china o pizza?

            —Comida china —respondió y entró a su habitación, cerrando la puerta tras ella. Volvía a ser el mismo lugar ordenado de siempre, incluso la ropa sucia había desaparecido, parte de su tratamiento era obligarse a hacer esas pequeñas cosas, no podía ser negligente consigo misma, eso sólo empeoraría las cosas. Al menos un montón de ropa sucia era algo que podía controlar.

 Una vez vestida abrió la laptop y revisó el correo que su madre necesitaba que viera con urgencia. Era el recordatorio de que ese fin de semana era el aniversario de bodas de sus padres y debía volver a casa. Dejó escapar un largo suspiro, lo último que necesitaba era ser forzada a regresar a su casa. Volaría a Miami el sábado en la mañana y volvería a New York el domingo en la noche. Un par de fotos, algo de comida y estaría de vuelta en su habitación, no sonaba tan mal.

            —Debo volver a Miami —le dijo a Ally una vez estuvieron en la mesa con su comida china.

            — ¡No! ¿Cuándo? —si algo le gustaba de Ally era que parecía verdaderamente mortificada cada vez que debían separarse—. Teníamos planes este fin de semana, ¿recuerdas? La fiesta de cumpleaños de Troy es el viernes en la noche.

            —Podré ir, mi vuelo es para el sábado en la mañana —había olvidado por completo la fiesta.

            —Genial —Ally parecía realmente aliviada—. Por cierto, invité a Camila y a Dinah. Mani quiere conocerlas.

            ¿Camila y Dinah? ¿Cuándo le había hablado a Normani sobre ellas dos? Con esas preguntas en mente terminó su cena.

            Era lunes de nuevo y Lauren se despertó después de haber dormido apenas tres horas, la falta de sueños comenzaba a ser evidente, sus profundas ojeras no pasaban desapercibidas en la ajetreada New York, mucho menos lo harían en Miami donde todas las miradas estarían en ella. Quedaba menos de una semana para tener que volver a casa y el pánico la invadía de a momentos. Sus padres querrían saber por qué se veía tan mal (poco sueño y poca comida), cómo le estaba yendo en clases (mal) y por qué había destruido el último teléfono que le habían comprado (para eso no tenía respuesta).

            Salió de la cama y fue directamente hacia el baño, después de lavarse la cara y los dientes, fue hacia la cocina. Su plan era servirse un vaso de agua y volver a la cama a leer, pero se vio interrumpido por una visita inesperada. Camila se encontraba sentada en el sofá viendo su teléfono, llevaba una pijama entera rosada con el cabello húmedo y despeinado. Lauren frunció el ceño.

Don't save me (Camren Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora