xv. your father... beats you

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   Brina se vistió rápidamente. Salió corriendo de casa y tomó su coche, el cual no usaba casi nunca. Condujo hasta la oficina del sheriff, donde estuvo un buen rato tratando de que alguien la dejase pasar. Al parecer, alguien ya había pagado su fianza. Miró a su lado y vio a un hombre de ojos azules, que parecía bastante malhumorado. ¿Sería ese su padre?

JJ salió de las rejas con la cabeza gacha. Cuando llegó a la sala de espera, alzó la mirada y se encontró con un par de ojos negros preocupados. Esbozó una sonrisa ladeada al verla allí, de cualquier modo, hizo que se calmase.

—¿Es su tutor? —preguntó una chica de color, Brina aún no sabía su nombre.

—Me temo que soy su padre —respondió en un tono arrogante. Brina se mantuvo sentada.

—La vista será dentro de dos semanas. Si no se presenta, perderá la fianza.

Brina miró a JJ, pero él no le devolvió la mirada. Estaba tan preocupada y... Que no le devolviese la mirada le hacía tener una razón más para estar preocupada.

—Venga, muévete.

Brina se quedó en la oficina. Pensó que no sería el mejor momento para hablar con él, tal vez tendría una oportunidad más tarde.

—¿Cuánto tienen que pagar?

—Eso es privado, señorita Steinfeld. Será mejor que vuelvas a casa.

Brina agachó la cabeza y salió por la puerta. Su corazón se encogió cuando vio que el padre de JJ se acababa de meter en el coche y le estaba dando una buena paliza. Vio la sangre salpicada en la ventana y sintió las lágrimas resbalando por sus mejillas. Su padre le pegaba. O lo estaba haciendo ahora, y no era un simple bofetón. Le estaba dando una paliza, la ventana estaba salpicada con la sangre de JJ y los golpes no cesaban.

Brina se quedó inmóvil, no podía reaccionar. De todos modos no era un buen momento para interrumpirles. No podría hacer nada, e incluso la cosa iría a peor. Por eso, se metió en el coche y cuando el contrario arrancó, les siguió. Sacaría a JJ de esa casa en cuanto se alejase de ese hombre.

JJ se encerró en su habitación y puso música alta para no escuchar a su padre. Le decía la mierda que era, que su madre lo sabía... Todo eso le hacía sentir peor. Se tapaba los oídos para no seguir escuchando, pero era inútil.

Alguien golpeó la ventana de su habitación y se acercó. Su expresión se reblandeció al ver a la chica de cabello ondulado con ojos llororos al otro lado. Abrió la ventana y la chica entró.

Sin decir nada, Bri rodeó sus brazos en su cuello y el rubio comenzó a llorar abrazado a su cintura. Ella le acariciaba el pelo mientras dejaba que soltase todo. Seguramente, este era el momento más íntimo que los dos habían compartido. Dolía tanto verle los hematomas en la cara, cortes abiertos y los moratones mucho más grandes y morados que los que Rafe le dejó la noche anterior.

—Vine lo antes que pude... —susurró. JJ levantó la cabeza y se limpió las lágrimas con la mano. Los gritos de su padre habían desaparecido y la música seguía a todo volumen, a pesar de ello seguía escuchándola.

—Yo... Lo siento —se separó de su abrazo, pero la chica volvió a acercarse.

—No importa —admitió sincera. Por supuesto que no estaba enfadada con él—. Tu padre... Te pega.

JJ soltó una risa y después se pasó las manos por su pelo. Brina se acercó aún más y deslizó sus manos por los hematomas recientes. JJ cerró los ojos y se sintió relajado. Un nuevo hormigueo volvió a aparecer en su tripa. ¿Cada vez que le tocase iba a aparecer?

love takes two| jj maybanksOnde histórias criam vida. Descubra agora