8 [EDITADO]

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Le observo atentamente mientras que él se encuentra leyendo unos papeles.

*¿De verdad estoy enamorada de él?, ¿le amo como él dice amarme a mí?*

Esos pensamientos han estado rondando mi mente desde el día que este hombre reapareció.

—¿Te sucede algo, dea? —en ese momento me percato de que tiene sus ojos puestos sobre mí.

—No, no es nada —murmuro—. ¿Qué son esos papeles? —intento que no vaya a preguntarme alguna otra cosa.

—Cosas sin importancia —los aleja.

Se levanta de su lugar y viene hacia mí.

—¿Qué es lo que tienes? —murmura.

—¿Y que es lo que te dice que algo me sucede? —alzo mi ceja.

—Estás demasiado callada y pérdida en tus pensamientos —coloca sus manos sobre mis muslos—. Sé que hay algo que está rondando tu mente —susurra—. ¿Quieres decirme lo que es? —analiza mis ojos.

—No es momento de revelar mis pensamientos, Russo —hablo con calma y él asiente lentamente.

—De acuerdo, lo entiendo perfectamente, dea —suspira.

Se aleja y toma uno de sus papeles entre sus dedos.

—¿Cómo hacías para ver a los niños cuando supuestamente estabas muerto? —noto que sus ojos abandonan el papel y están sobre mí.

—Dustin me llamaba cuando tú no estabas o cuando los cuidaba Emily —murmura.

—Me hubiese gustado darte la noticia de mi embarazo —hablo entre dientes—. Pero no, estabas feliz fingiendo ser un muerto —menciono con ironía.

Dea... —menciona en tono cansado.

—Ya sé que dirás —me levanto—. Lo hice para protegerte a ti y a los niños —le enfrento—. Pero tú no sabes que eso no es lo que necesitaba... —susurro y sus ojos se muestran tristes— ...te necesitaba a ti, en cada puto momento triste o malo, te necesité pero tú no te preocupaste por lo que me podría haber llegado a suceder —hablo entre dientes.

—No hables de algo que no sabes, Kylie —murmura.

—Bien —asiento—. ¿Cómo fue entonces? —le observo seria.

—¿De verdad quieres saberlo? —cuestiona utilizando su tono autoritario.

—No te lo preguntaría sino quisiera saberlo, idiota —escupo.

—Olivia ya me había amenazado el día que tú fuiste al río en donde caíste —le observo con atención—. Dijo que sino volvía a estar con ella mataría a Naim —susurra.

—¿Y luego?

—Te lanzó al río y me dejaron inconsciente para que no te pudiese salvar —murmura—. Cuando desperté estaba en esta mansión, me tenían atado en el sótano —observa mis ojos—. No quería aceptar su amenazas pero tú bien sabes que no quería que Naim sufriese —asiento—. Acepté su trato, ella se instaló aquí y luego volviste tú y tenías amnesia —deja los papeles sobre el escritorio.

—¿Por qué me hablas de cosas que ya viví? —frunzo el ceño.

—Porque tú sabes lo que has presenciado pero no lo que yo pasé —dice en tono suave y asiento.

—Puedes seguir —menciono.

—Quería dejar a Olivia, poder llevarte a ti y Naim lejos pero ambos corrían peligro —hace una mueca—. Ese día que llegué herido a la mansión, las heridas eran reales, todo fue real...lo único que no era real fue mi muerte.

PERDICIÓN © #3 [✓]Where stories live. Discover now