Capítulo VII

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Sus ojos se abrieron de golpe, de una salto se levanto de la cama, se miraba y no lo podía creer, eso no podía estar pasando

¡Calma Anna!

¿Anna? No soy Anna soy Emile y tú eres Grace… y yo salté… y sigo aquí

Desesperada se levanto y comenzó a caminar por toda la habitación, las puertas se encontraban cerradas y Grace apostada a un lateral de la cama con una visible preocupación en su rostro

Emile… ¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso? Pudiste haberte ahogado… el agua helada te pudo haber matado por la baja temperatura… suerte que Kristoff te salvó

¡Calla! No quiero escucharte… tengo que despertar… esto se tiene que terminar

Estamos atrapadas aquí…

Se detuvo y la miro con furia en sus ojos turquesas -¿Atrapadas? Negó repetidamente con su cabeza hasta acercarse a ella- ¿Dónde quedó lo del sueño? ¿Dónde quedó en que mañana quizás ni recordaríamos que paso?

¡Emile basta! No harás nada con caminar o gritar… más que llamar la atención de la familia

¿La familia de quién? Porque ellos no son mi familia

 

A las afuera se encontraban Mérida y Rapunzel pegadas a la puerta, percibían apenas la voz de Anna discutiendo con Elsa

¿Deberíamos entrar? –Interrogó la rubia-

No lo creo… vamos a darle un poco de espacio… me preocupa Anna… y mucho –sentenció ante la pregunta de su prima lejana-

En este mundo… o sueño lo son… La madre de Rapunzel es nuestra tia, ella nuestra prima… Mérida y su familia son nuestra familia

¿Nuestra? –Se acercó peligrosamente hasta quedar al nivel de sus ojos azules- Venimos del siglo XXI… ni tu… ni yo somos familia… tú eres Australiana y yo norteamericana… somos actrices… esto –abriendo sus dos brazos para mostrar el lugar- es una broma de mal gusto… un sueño… una pesadilla… no lo sé

¿Qué pasa si fuimos ellas en el pasado?

Una carcajada cargada de sarcasmo dejó escapar ante la seria mirada de la rubia

Ahora me dirás que somos la reencarnación de las hermanas Arendelle… unas hermanas que sólo existieron en la fantasía del que escribió la película

Me siento extraña Em… estaba de espaldas vaciando a través de palabras su frustración cuando aquella simple frase la petrificó

Ex… extraña… ¿Cómo extraña?

Por momentos siento como si yo no tuviera control de lo que hago… o lo que digo

¡No te entiendo!

La rubia se levanto de aquella cama y camino a paso lento hasta quedar apoyada contra el ventanal que daba vista a uno de los jardines del castillo

Te veo y… siento cosas

¿Cosas? ¿Cómo cosas? Te puedes explicar mejor Grace

Su azul mirada se poso en la turquesa que se acercaba tímidamente a ella –Cosas… sentimientos por ti… es cómo si quisiera estar siempre a tu lado… si no te veo cerca me entra una ansiedad extraña… recuerdas lo que me gritaste en el pueblo

Cuentos que ya no son cuentosWhere stories live. Discover now