Cap. 10 El difunto muerto

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Pov Betty

Esto realmente no podría estar pasándome a mi…no de nuevo.

¿Pero por qué?

Suspire frustrada, soltando unos papeles en la mesa, los cuales leía por cuarta vez sin entender las cifras que iba leyendo. Me estaba costando concentrarme con la cabeza en el estúpido diario y en Armando.

¿Por qué tuvo que volver a leerlo?

¿Por qué lo volvió hacer?

Solo quería que se abriera un hueco en el piso para desaparecerme de aquí y no regresar jamás, Ahora mis inseguridades había quedado a la luz una vez más ante sus ojos.

Mire el cuaderno floreado que descansaba en mi mesa de forma inofensiva luego del nuevo desastre que había ocasionado, lo tomé y lo guarde con rabia en una gaveta de mi escritorio.

Siempre es un lío con Armando y conmigo por culpa de algún escrito mal parado en la oficina.

¿Es que acaso no aprendemos?

Vi el reloj en mi muñeca y eran pasadas las dos de la tarde, me había quedado toda la mañana encerrada en la oficina con la escusa del trabajo que tenia atrasado, a duras penas tome una llamada de Caracas con Alejandra Zing felicitándome por la preventa y dándome un breve resumen del estado de las prendas y la logística desde la frontera hacia Caracas. Luego metí mi cabeza en reportes de ventas y un mar infinitos de números los cuales tenia que revisar varias veces ya que mi cabeza no estaba en su cien por ciento de concentración. Aura María tuvo que excusarse con los Mendoza de mi parte ya que no podría recorrer la fabrica con ellos. Incluso decline mi almuerzo con el cuartel, no me sentía del mejor humor para estar con nadie.

Voy a tener que deshacerme del diario antes que ocurra otra tragedia.

Toc…toc…

—¿Betty, podemos pasar?-pregunto Aura María junto Sandra, suspire asintiendo revisando unas remisiones por firmar.

—Nada de 911 muchachas…ya hablamos-dije seria mientras firmaba los papeles. Solo entraron a la oficina ellas dos, lo cual se me hizo extraño-¿Y las demás?

—En sus escritorios trabajando Betty, mire no sabemos que tiene y no quisimos venir todas para que no se molestara, pero aquí le traemos algo para que almuerce-dijo Sandra pasándome una bolsa plástica con un recipiente de poliestireno-directo de la cocina de don Julián del corrientazo, que le manda muchos saludos mija, eso de trabajar con el estómago vacío no es bueno.

—Si mijita, y le traimos juguito de mora como se que le gusta mucho…-dijo Aura María dándome un termo de aluminio pequeño, les sonreí agradecida.
De verdad se merecían el cielo por preocuparse tanto por uno y ser tan buenas amigas.

—Ay muchachas, no se hubieran molestado…gracias de verdad estaba ya por pedir algo en cafetería-dije abriendo el envase de la comida oliendo la comida, traía arroz, bistec de res, tostones y ensalada de zanahoria y repollo. Las muchachas se sentaron frente de mi mientras degustaba el almuerzo que me supo a gloria.

—Betty…vea, queríamos comentarle algo referente a Inesita-dijo Sandra preocupada, deje de comer.-Nos trae medio preocupada a todas y como no había venido no le hemos podido decir…

—¿Qué ocurre con ella?, ¿esta bien de salud?-pregunte preocupada, ambas asintieron-¿Entonces?

—Mija, nos dijo ayer que no quería estar en su casa por que estaba su marido, el difunto/desaparecido del mapa. Al principio creímos que era alguna broma, pero sabe como es Inesita con esas cosas tan delicadas. Ayer cuando ya nos íbamos la vimos metida todavía en el taller de Don Hugo sin querer salir de la empresa por que no quería ver a ese señor metido en su casa-respondió Aura María asustada-al parecer no es la primera vez que le pasa Betty. Mariana dice que puede ser el espíritu de ese señor molestando en su casa o…

Se Dice de Mí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora