Los jóvenes Hargreeves

Cap. 22 Perdidos ante las camaras

Agnes: Eres de la academia Umbrella?

Rose: Si y me gustaría que mantenga en secreto que vine hasta acá.

Agnes: Claro querida cuenta conmigo.

Rose: Buen ya debo irme, adiós Agnes.

Agnes: Adiós ocho!

Rose sale de la tienda de donas y vuelve a la academia, entra con el mismo silencio que salió pero aun así no basto para que alguien se preguntara por ella, luego se dirige a su habitación para ver si los niños ya estaban despiertos, pero al abrirla los vio aun durmiendo, la cerró y se iba a ir al patio pero se encuentra con Cinco en el camino.

Cinco: —se teletransporta detrás de ella— a donde fuiste?

Rose: Ahora me espías? —volteándose—

Cinco: Porque saliste? —cruzándose de brazos—

Rose: No tengo porque decirte. —se voltea y sigue caminando—

Cinco: Sabes que a papá no le gusta que salgamos a lugares públicos! —siguiendola—

Rose: Lo se.

Cinco: Y entonces?

Rose: Primero, el no es mi padre, segundo, no tengo porque obedecerlo si no esta aqui.

Cinco: Me dirás a donde fuiste? —deteniéndola—

Rose: Que gano con decirte?

Cinco: 5$!

Rose: 10$ y también me dirás también porque ahora tanto interés en lo que hago!

Cinco: No tengo porque decírtelo!

Rose: Entonces yo tampoco —se inclina hacia el— que tengas buen día —sonríe sarcásticamente y se va—

Cinco: Eres tan odiosa! —se va— 

Cinco se fue a la cocina, siempre le frustraba que por mas que lo intentara nunca podía hacer que Rose hiciera lo que el quería, si fuera con cualquier otro miembro de la academia, lo hubiera hecho sencillamente pero, con ella, no.

Cinco: hola mamá!

Grace: Hola querido, buen día! —sonríe— ya quiere tu desayuno?

Cinco: Si por favor! —se sienta—

Kian: —bostezando— ya está el desayuno? —dice entrando a la cocina—

Cinco: Pero miren quien despertó. Kian el niño grande.

Kian: Cinco! —corre a el y lo abraza—

Cinco: Vas a desayunar?

Kian: Sipi! tengo mucha hambre!

Grace: Aquí tienes cielo. —le entrego sus desayunos con una sonrisa— Cariño ya regreso iré a ver si Allison está despierta.

Cinco: Claro mamá!. Y dormiste bien?

Kian: Si! —comiendo—

Cinco: El cuarto de ocho es cómodo?

Kian: Si!, es cómodo dormir con ella. Aunque anoche se fue.

Cinco: Se fue?

Kian: Si, se levantó a mitad de la noche y no volvió. En cambio vino Ben.

Cinco: —frunce el seño— que raro.

Kian: Por cierto donde está?

Cinco: No lo se, tal vez en el patio. Y tu hermana?

Kian: Aun duerme, mis hermanas son muy perezosas.