Stress

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Irene tenía una agenda tan apretada, sólo llegaba a dormir prácticamente, ni siquiera podía ver a su novia, aunque Seulgi la esperaba en su departamento, llegar todos los días a las 3 de la mañana, también era demasiado para ella.

Necesitaba algo que la relajará de verdad, amaba que Seulgi la abrazara al dormir pero ahora sólo quería que la abrazara mientras la follaba por detrás. Tenía tantas ganas de que cuando Seulgi la abrazara, le quitará la ropa, la dejará en lencería, mientras que con una mano la tenía en su cintura, la otra estuviera en su cuello, pero al final, por ahora parecía que pedía mucho.

Su agenda cada vez era menos, pero la de Seulgi era todo lo contrario, empezó a salir desde temprano hasta tener el mismo horario que ella solía tener, no era lo mismo pero lo único que hacía que no se sintiera así, era sacar sus juguetes cuando Seulgi no estaba, llevaba más de una semana así.

Abrió la puerta del closet del lado de Seulgi, busco una caja, y lo saco, un dildo color carne, ni siquiera necesitaba lubricante, el verlo le recordaba todas las veces que Seulgi lo usó, recordó cuando ella la monto, cuando Seulgi la puso en cuatro contra la pared.

Se sentó en el piso, lo acomodó y aprovecho que el dildo se pegaba al piso, así no tendría que preocuparse por los movimientos bruscos, se arrodilló y bajo poco a poco, hasta que sintió la punta que rozaba con su clitoris, pero no lo sentía directamente, su tanga no dejaba que la tocará, se la quito y lo tomó, hasta que llegó a sus labios, como un instinto lo tomó golpeando su clitoris.

El sonido que hacía era tan sucio, estaba tan húmeda que cada vez sonaba un poco más fuerte, hasta que por fin dejó que entrará en ella, poco a poco, quería disfrutarlo.

Y así lo hizo hasta que entró por completo en ella, empezó a moverse más drasticamente, no quería parar, con el dildo dentro de ella, aunque casi se recostaba en el piso, levantaba su cadera para sentir como entraba y salía, se corría una vez, y cambiaba de posición, así hasta que no supo que más podía hacer. Se le había pasado por completo el tiempo, ella sólo disfrutaba, ya eran más de las 11 de la noche, no escucho ni cuando Seulgi entró a su cuarto.

Hasta que sintió como unas manos la tomaban de la cintura haciendo de bajará de una forma mucho más fuerte, fue cuando por fin abrió los ojos y vio que Seulgi estaba respirando muy cerca de su oído.

"Abre los ojos, quiero que me veas cuando te corras"  Irene quiso contestarle pero justo cuando iba a abrir la boca, lo único que pudo salir de su boca, fueron gemidos, Seulgi la estaba tomando cada vez más fuerte.

"Aahh...Dios..Más..." Irene quería decir algo coherente pero cada vez que intentaba, Seulgi terminaba frotando el clitoris de Irene, estaba detrás de ella, así que no era ningún problema.

Se había corrido tantas veces y en la última Seulgi había hecho todo, había cambiado por completo las cosas, justo hizo lo que ella quería, siguió detrás de ella hasta que con una mano la sostenía por el cuello, mientras subía y bajaba, le encantaba sentir la sensación de como Seulgi se frotaba contra ella, notaba la ereccion que tenía.
Por fin sintió como todo su cuerpo empezaba a temblar, Seulgi la tomaba de cuello y de su cintura, las dos estaban de frente. Y así, Seulgi pudo ver como el dildo estaba lleno de todas las veces en las que Irene se había corrido. Una vez más haría toda la diferencia, la mano en su cuello, hacía que sintiera la presión, pero eso sólo hacía que sintiera como el orgasmo se sintiera cada vez más en su vientre. Pero Seulgi cambió la posición, quitó el dildo del piso para recostar por completo a Irene en el piso, tomó sus piernas y las puso encima de sus hombros, con las piernas de Irene apenas abiertas, introdujo el dildo de nuevo, la sensación era otra completamente.

"Mmmhh, déjame abrir las piernas, no lo aguantaré así"

"No quiero que lo aguantes, quiero verte al límite"

Terminó de hablar y la mano de Seulgi parecía no cansarse, cada vez se movía más rápido, por un momento, Irene quiso pararla pero pareció que fue todo lo contrario, su cuerpo empezo a moverse sin ningún control.

Cuando Seulgi vio como reaccionó, bajo rápido a su clitoris para pasar toda su lengua, amaba el sabor que Irene tenía al correrse, dejó que disfrutará de su orgasmo y a los minutos después abrió sus piernas de nuevo, y se frotaba contra Irene.

"Aún falta que te corras en mi"

Irene todavía no se recuperaba del todo, pero el pensar en todas las cosas que podían pasar, la emocionaban de más.







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Perdón por la tardanza, espero les guste, mañana lo corrigo por que son las 5 de la mañana y no he dormido xd

Thinkin Bout You - Seulrene One ShotsWhere stories live. Discover now