8.ꕤ

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Como costumbre, Junkyu fue hacia el cuarto de Yoshinori, abriendo la puerta con sus pequeñas y peludas patitas, asomando la cabeza primero.

El cuarto de Yoshinori era un desastre y parecía que un tornado con cuchillos había pasado por allí, aunque la realidad es que el híbrido de tigre solía razgar toda tela que hubiera en el cuarto cada vez que cambiaba a su forma animal.

Así que así estaba todo el lugar, con el papel tapiz despegado en casi su totalidad, convertido en papel picado en el suelo, las cortinas y las sábanas de la cama totalmente destrozadas y unas cuantas marcas de garras en las paredes y muebles.

El chico estaba con el rostro inexpresivo mientras arrojaba una pelota contra la pared para volver a atraparla.

Junkyu maulló y el castaño alzó sus orejas hacia él.

- ¡Bebé tigre! - Yoshi sonrió ampliamente-. Pasa, pasa, pero cierra la puerta.

El pelinegro obedeció, cambiando a su forma humana para cerrar la puerta.

- Yedam me castigó por romper el cuarto... De nuevo, así que si se entera que estás aquí te echará, hablemos despacio.

Junkyu asintió, se sentó junto al chico, aunque no tenía ganas de decir nada, así que no lo hizo.

Después de un rato de hablar sólo, Yoshinori se dió cuenta del estado del gatito.

- ¿Por qué esas orejas caídas, pequeña pantera?

El híbrido de tigre tenía muchos apodos para Junkyu, todos relacionados a grandes felinos y la miniatura que era el gatito junto a ellos, una costumbre que había quedado de cuando lo confundía con una pantera.

Junkyu frunció el ceño.

- No sé- confesó-. Llegué y Doyoung fue muy bueno, y Haruto también fue muy bueno, pero me hace sentir feo.

- ¿Fueron buenos? - repitió el tigre, Junkyu asintió- ¿Entre ellos? - el gatito volvió a asentir- ¿Y te sientes feo por eso? - y asintió de nuevo.

Yoshinori hizo una mueca, deteniendo la pelota entre sus manos.

- Escuché algo de eso, se llaman celos. Y se dice que "Estás celoso".

- ¿Celos? ¿Estoy celoso? - repitió.

Yoshinori asintió.

- Temo que no hay cura para los celos- dijo-.Y son mortales- añadió, hablando con voz grave, haciendo que Junkyu se asustara, erizando su cola y alzando sus orejitas.

- ¿En serio?

Yoshinori hizo una mueca, lo pensó un momento.

- Nunca ví a nadie morir de celos- dijo-. Pero en muchas series y películas dicen todo el tiempo que se están muriendo de celos... Por lo que deben ser mortales.

Junkyu hizo un mohín.

- ¿No hay nada que hacer? - se sintió triste al saber que moriría.

- En la tele se sienten mejor después de que les hacen mimos...- dijo el tigre-. ¿Quieres que te haga mimos para que te sientas mejor?

Junkyu asintió, cambiando de nuevo a su forma gatuna para frotarse contra Yoshinori, mientras este rascaba ligeramente con sus garras su lomo, debajo de su barbilla y entre sus orejitas.




𝐁𝐀𝐃 𝐋𝐔𝐂𝐊 ෆ 𝗵𝗮𝗿𝘂𝗸𝘆𝘂Where stories live. Discover now