two ways (Draco Malfoy)

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-Entonces como es que dejas el quidditch?- preguntó Blaise mientras los chicos caminaban hacia clase.

Draco suspiró con algo de pesadez.
-No tengo tiempo para tonterías como el quidditch.- respondió haciendo que Theo se empezara a reír del moreno quien los miraba ofendido.

-Bárbaros.- dijo este ofendido mientras seguían caminando.

De repente, un grupo de chicas aparecieron colocándose al lado de los tres chicos que se miraban algo confundidos.

-Draco! Hemos oído que dejas el quidditch...- empezado na decir a lo que este rodó los ojos.
-Por qué dejas el quidditch!?- preguntaban todas mientras los seguían por los pasillos.

-Creo que hay mucha gente, deberías iros.- sugirió Theo apartando a las chicas como si fueran gallinas.
-Que corra el aire señoritas! Además, este hombre está ocupado!- gritó Blaise a lo que todas lo miraron mal.

-Eso es chicas, largaros!- dijo Astoria entre ellas.- Draco, te molestan?
-De echo me molestas tu.- respondió el platinado sin mirarla.

Theo y Blaise se empezaron a reír en la cara de la chica ahora algo avergonzada.
-Donde está Pansy?- preguntó el moreno.- Tiene que ver esto...

La peli negra estaba junto con Aria en el gran comedor repasando los últimos ensayos que les habían pedido para encantamientos.
-Donde están los chicos?- preguntó Pansy a lo que Aria se encogió de hombros.

Cuando Draco entró al gran comedor, Astoria quiso poner celosa a Aria quien estaba tranquilamente sentada.
-Malfoy, tienes algo...- dijo parándolo y arreglándole la túnica.

Blaise miró a Theo quien intentaba no reír pues era algo inútil sabiendo que Aria y Draco antes eran mejores amigos.

Se conocían como la palma de su mano.
-No te lo creerás.- dijo Pansy con una sonrisa.
-Si no me lo cuentas no me lo creeré.- dijo esta aún escribiendo concentrada en eso.

-Astoria Greengrass intentando coquetear con tu hombre, es para partirse de la risa.- dijo la peli negra provocando que Aria mirara en dirección al platinado.

-Oh, desde luego.- dijo esta con una sonrisa divertida en el rostro para ver que hacía Draco.

Draco miraba cansado a la chica que no se cansaba de intentar ligar con él.
-Has terminado?- preguntó mientras la apartaba y se dirigía a su mesa con las chicas que lo miraban con sonrisas burlonas.

-Por cierto, necesito ayuda con un... trabajo en la biblioteca! Como eres el más listo deberías ayudarme, que dices?- le empezó a preguntar mientras lo seguía.

-Daphne! Ayuda a tu hermana con ese trabajo en la biblioteca, dice que necesita ayuda.- le dijo el platinado a lo que la rubia miró a su hermana pequeña algo confusa.

Aria no evitó reírse mientras continuaba escribiendo sus cosas.
-Oh vamos Monnier, de que te ríes? De lo penosa que eres?- preguntó está haciendo que todos miraran a otro lado intentando no reírse, incluido Draco quien miraba su plato sin hambre.

Aria no miró a la chica y siguió haciendo su ensayo, esperando a que se cansara y se fuera, pero simplemente no podía contenerse.
-Háblale a tu mano de tus problemas.- dijo haciendo que todos miraran a Astoria quien cada vez se ponía más roja de la furia.

-Vamos no hace falta saber que quien de aquí es la que no encaja, por qué no te vuelves a Francia?- le preguntó ella intentándola atacar.

-Si...sabes? Algún día se pondrá de moda ser imbécil y no se lo que harás con tanta fama, si me disculpas, he tenido dolores de muelas más agradables que tu.- dijo mientras se levantaba para irse.

-No es problema mío que me hayas robado a mi hombre.- dijo ofendida.

-Eh, alto ahí. Primero de todo yo no soy tu hombre.- soltó Draco haciendo que todos se empezaran a reír.

Aria miró a Astoria quien ahora no decía nada. Esa chica realmente se parecía a Aurore y le producían arcadas.

-Eh, Ari... estas bien?- le preguntó Draco a su lado.- Creo que es momento de ir...- le susurró a lo que ella asintió.
-Ya nos veremos luego.- dijo ella para marcharse junto el platinado.

-Que creéis que hagan a solas?- preguntó de repente Theo viendo como se marchaban.
-No lo sé, contar cuadrados.- respondió Pansy rodando los ojos.

-Que crees que hacen los dos, solos en una habitación, juntos, novios, tiempo a solas...- empezó a decir Blaise sabiendo lo obvio.
-Vale, ya lo pillo...- dijo este.

Si solo supieran que solo intentaban arreglar el armario... ese armario con tan complicado mecanismo.

Al mismo tiempo, el platinado también pensaba en las diferentes maneras de matar al director.

Exacto, Aria no tenía ni idea de la tarea encomendada, Draco debía matar a Dumbledore a menos que quiera ver a su madre y a la chica muertas delante de él.

Empezó en la primera salida de Hogsmeade, cuando le entregó un colgante a Katie Bell pero este estaba embrujado. La chica lo abrió y sufrió heridas graves, de las cuales aún se encontraba en enfermería.

Las navidades especialmente no fueron lo que se decía felices. Aria trató que al menos, por un día dejaran el trabajo sin embargo el platinado no se rendía, estaba más frío y distante.

-Draco... has oído lo que le ha pasado a Ron?- preguntó de repente ella.

El platinado frunció el ceño.
-Por qué me iba a importar lo que le pasara a Weasley? Desde cuando te preocupa a ti?- preguntó mirándola y dejando el armario.

Aria lo miró algo extrañada, no pensaba que se lo fuera a tomar de esa manera, y no sonaban a celos más bien enfado.
-Lo siento, quería hablar contigo de cualquier cosa, pero tranquilo, lo entiendo.- dijo algo decepcionada mientras le entregaba una manzana para hacer una prueba.

Draco suspiró algo cansado y tomó la fruta colocándola dentro.
-Bueno, eso no significa que quiera hablar de Weasley, me importa muy poco que lo hayan envenenado.- dijo cerrando el armario.

Aria frunció el ceño.
-Como sabes que lo han envenenado?- preguntó ella haciendo que el platinado cerrara los puños.

-Da igual.- dijo concentrándose en el dichoso armario.
-No da igual, Draco, puedes hablar conmigo?- preguntó ella intentando acercarse.

Cuando puso su mano en el hombro del chico, este lo apartó de golpe con brusquedad.
-No quiero hablar ahora.- dijo sin mirarla.- Tengo que acabar esto.

La chica bufó molesta para darse la vuelta e irse de ahí. No quería estar con él en ese momento.

-Aria, donde crees que vas?- le preguntó este.
-Te dejo solo, no creo que me necesites.- dijo para irse finalmente.

Draco frunció el ceño. Sabía que había estado distante de ella y no la había tratado de la mejor manera pero nunca pensó en la posibilidad de perderla.

Había estado tan ocupado de tratar de cumplir con la misión que se había olvidado completamente de ella.

Miró de nuevo el armario para luego mirar la salida. Debía hablar con Aria.