El Trato

768 60 22
                                    

La sirena sonó durante al menos dos minutos. Se hicieron muy largos. ¿Acaso había algo peor que los truenos de fuera? Los dos chicos se vistieron tras haber dormido unas horas y se reunieron con los demás. Minho enseguida entendió lo que había pasado, y le dio un codazo a Thomas.

-¿Reconciliados, eh?- siempre tendría ese humor sarcástico, incluso aunque estuviera medio chamuscado.

-Calla. ¿Que es ese ruido?

-Se lo mismo que tú, cara fuco.

Unos ojos procedentes de pisos más arriba comenzaron a emerger de la oscuridad del edificio. Los clarianos se agazaparon y se agruparon. Tenía que ir juntos, no podían dejar a ninguno colgado, no ahora que sólo eran 14. Entonces un chico de piel oscura, que tenía pinta de ser hispano, bajó de un brinco por el agujero que había entre ambos pisos. Al caer, se quedó mirando a los demás.

-Bienvenidos a mi casa. Veo que no os ha hecho falta llamar.

-¿Para qué mierdas íbamos a llamar?- Minho no ayudaba.

-Oh, venga. Tú eres el machito, ¿no? ¿Eres el líder de esta panda de sabuesos? Tus chicos no son más que un saco de piel y huesos. En cambio mis amigos están... mejor.

Algunos chicos y chicas cayeron también por el agujero. Llevaban armas, lo que produjo una mayor tensión en el ambiente. Tenían todo tipo de cadenas, machetes, mazos, y alguna navaja, su forma física era incluso mejor que la de los corredores.

-Quienes sois.- susurró Minho.

-Me llamo Jorge. Y soy lo que vosotros llamáis... "un raro". Ah, pero tenéis suerte, hoy no tengo ganas de comer cerebros. Aunque tal vez mis amigos sí. ¿Les pregunto?

-Vete al infierno.- Minho seguía sin ayudar nada.

-Eres un niñato mal-hablado. ¿Nunca te enseñaron modales?- se acercó a él, y dejó ver una navaja que tenía en el cinturón. Los clarianos retroceden. Entonces Thomas notó como alguien le cogía la mano. Al mirar vio que era la mano de Newt. Ese gesto le tranquilizó un poco.- Qué romántico.- susurró Jorge al verlo.- Si tenemos hasta parejita.... aunque ya lo vimos anoche. Me disteis algo de envidia... ¿lo pasasteis bien?

A Minho le salió una media sonrisa al escuchar eso. En cambio a los otros dos sólo les apareció un sonrojo sobre las mejillas, pero no soltaron la mano.

-¿Se os ha comido la lengua el gato? Anoche no parecíais tan tímidos. A Brenda le encantó el espectáculo. No paró de mirar. Qué pervertida. Seguro que se estuvo tocand...

Una chica morena, que llevaba una coleta le dio un empujón a Jorge. Supusieron que ella era Brenda. Era muy, muy guapa. Tenía unos rasgos salvajes, y mirada intrigante. Newt y Thomas la miraron, sin perder el sonrojo. Era muy incómodo saber que les habían estado mirando mientras lo hacían. Era... raro. Muy raro. Y como había dicho Jorge, de connotación altamente depravada y pervertida.

-Brenda, ya te harán algún otro show.- se giró hacia Minho.- Bien. ¿A quién mato primero? Guardaré a los tortolitos para el final. Pueden acabar siendo nuestras mascotas.

-¡Tú no vas a matar a nadie!- Minho se lanzó contra él y le dio varios puñetazos. Enseguida los otros raros se lo quitaron de encima a Jorge.

-Muy valiente. Tú morirás primero. - se limpió un hilo de sangre que caía por su labio.

-¡Espera! Dame dos minutos.- Thomas se adelantó.- Déjame que hablemos. Dos minutos.

-¿Crees que no os voy a matar?

-Creo que te interesa oír lo que voy a decir... y nos necesitas vivos.

-Esta bien, has captado mi curiosidad. Dos minutos. Ni uno más.

Salieron de la habitación. Newt tenía ganas de pegar a Thomas por haberle dejado ahí, y además seguro que ese tal Jorge era peligroso.

-Cuéntame.

-Podemos daros una cura. Mira, somos un experimento de CRUEL. Tenemos que llegar a un lugar, una vez vayamos, tendremos la cura de El Destello. Nosotros estamos todos infectados... si nos ayudáis a llegar allí, vosotros también la recibiréis.

-¿Qué me garantiza que tendré la cura?

-No puedo garantizar nada. Pero creo que es mejor intentarlo a quedar consumido por esa mierda. ¿Qué te parece?

Se hizo el silencio. Jorge miró a Thomas, reflexionó, miró su cuchillo y finalmente habló.

-Bien. Lo haremos. Pero tu amiguito me ha pegado. Debe recibir un castigo.

-De acuerdo. Pero no le mates.

Salieron de la habitación y Jorge se acercó a Minho. Tenía una sonrisa extraña, y supuso que las cosas no irían del todo bien... ¿por qué mierdas Minho tenía que ser tan estúpido e impulsivo? Algún día les iba a matar a todos.

-Está bien. Brenda y yo os acompañaremos hasta donde tengáis que ir. Pero ese chaval me ha humillado delante de los míos... así que. Ya que me has pegado con ambas manos.... te cortaré un dedo de cada una.

-Estas en coña, ¿no? - Minho se puso blanco.

Thomas se puso entre ellos dos.

-no es recomendable que le cortes nada, es un buen luchador y le necesitamos entero. Castigale, pero no le mutiles...- le sonó la tripa.

-¿Tenéis hambre? Claro, estáis en los huesos... venid. Brenda, acompáñalos a la despensa y dales algo de comer.

La chica se acercó a ellos, y se colocó al lado de Thomas, sonriendo con picardía. A Newt no le gustó esa mirada.

-Me gustas, chico.- le dijo. Fue lo que le hizo falta oír a Newt para que le agarrase la mano otra vez.- Oh... que se pone celoso el rubito.

-Eh... él es mi pareja. Yo...

-Lo se, os vi. ¿Recuerdas?- volvió a sonreír.- Seguidme.- le dio un leve azote a Thomas en el trasero. La ira sobresalía por los ojos de Newt. Cuando la chica estuvo por delante, habló.

-Como vuelva a tocarte así la mato.- susurró Newt.

-Newt... tranquilo.

-No más chicas, por favor... no más chicas. Ya las odio suficiente.

-Tonto.- le pasó el brazo por la cintura.- No tienen nada que hacer contra ti, idiota. Pero tampoco quiero que nos maten a todos.

-No voy a dejar que te toque como quiera solo porque así nos mantiene vivos...- estaba algo enfadado por ese gesto, y porque se hubiera ido a solas con Jorge.

-Eh...-le cogió de la mano y espero a que el resto del grupo pasara, para quedarse algo atrás.- Newt. Tranquilo...-le acarició la mejilla y le dio un beso.- Se acabó eso. Renuncio a cualquier cosa que no seas tú. Vamos... ¿qué te pasa?

-Es.. es sólo. Llevamos menos de un día juntos... y ya siento que voy a perderte.-trató de no llorar.- Es... es algo que siento aquí.- se oprimió el pecho.- Lo sentí la anterior vez... y vuelvo a sentirlo. Algo saldrá mal.

-No seas así. Estamos bien, ¿no? Pues ya esta. -Le besó con dulzura.- por favor. Necesito verte sonreír... por favor...- le cogió la mano.

-Lo siento...-se dejó mimar por Thomas y enseguida siguieron a los demás.

Brenda les dio algunas latas de comida, y aunque posiblemente era bastante mala, para ellos era un auténtico manjar. Era una comida potente y que sin duda les daría fuerzas.

-Nosotros también comíamos así al principio. Pero día tras día te cansas de lo mismo.- le dijo a Thomas, quien intentó creer que no era una indirecta o una metáfora.- Así que te llamas Thomas.

-Eh.. sí, bueno...

-Bonito nombre.

-Gracias...

Sonó algo extraño sobre ellos. Todos los chicos, que estaban sentados en el suelo, se levantaron asustados. Entonces vieron como el techo se les venía encima. Iba a aplastarlos.
.
.
.
Gracias a todos por sus votos y comentarios

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 20, 2015 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Las pruebas,lo no contadoWhere stories live. Discover now