Según Purple Guy

CAP 18

Frank miró a Mark frunciendo el ceño.

-Esa es la peor conversación para que alguien no sospeche nada- dijo.

-Es lo que se me ocurrió- dijo el otro escudándose mientras se encogía de brazos.

-En fin...¿Entonces tengo que ir?- preguntó el teniente esperando un no por respuesta.

-Si- contestó Steven. El teniente maldijo para sus adentros.

-¿Pero, por qué yo?- preguntó algo agobiado.

-Por que usted ha estado más tiempo con el.-dijo Steven.

-Pero...ese es mi trabajo "Y siento que lo conozco de algo más..." - suspiró y miró a sus compañeros- vale, ire. Llevaré un micrófono oculto.

-¿Y si le cachea y se lo encuentra?- preguntó Mark.

-Si ese tío me empieza a cachear, al día siguiente me encuentran muerto y destrozado en un callejón.- dijo serio el teniente.

-Tiene que arriesgarse.- dijo Steven.

-Bien supongo que iré...Pero cuando me recupere.

...

5 meses habían pasado desde aquella charla, ya no más sillas de ruedas ni vendas. El teniente se encontraba perfectamente bien, de no ser por qué estaba bastante nervioso por lo que sucedería está noche.

-Bueno, ¿ Preparado para la cita?- preguntó con ánimo Mark.

-No es una cita...- contestó Frank frío y con desagrado.

-¿Listo para quedar con Afton cómo amigos?- preguntó Steven.

-No somos amigos. Esto tan solo es una trampa... ¿Podemos repasar el plan?- preguntó nervioso el teniente.

-Usted habla con el, trata de ser cercano y llevarlo al lugar donde esta el resto de la policía, ahí lo atraparemos.- dijo el capitán calmado.

-"Esto va ha acabar muy mal"- pensó Frank.

-Bien... Conseguí reunirlo...- dijo Mark.

-1. ¿Como? 2.¿Por crees que irá?- preguntó el teniente.

-1. Tengo mis contactos. 2.¿Curiosidad?- contestó Mark.

-Rs verdad, recuerde lo que nos dijo, fue a lo del segundo incendio por curiosidad.- intervino Peter.

-Pues la curiosidad mató al gato... En este caso conejo, jajaja- dijo el informático entre risas.

-Mejor dicho quemó al conejo- dijo James entre risas.

-Buena esa- Mark le chocó los cinco.

Mientras Frank se iba escuchó un susurró de una voz infantil en su oído.

-Vengame papi...

...

En las penumbras de la noche una sombra se encontraba esperando. Con un antiguo mechero encendía un cigarro, lo cual era de las pocas cosas que se podían ver en la oscuridad. Con el fuego alumbró un poco su cara, dejando ver una fina y cruel sonrisa en sus labios.